Salón de la Fama de Baloncesto: Pau Gasol, el último en unirse • Lista completa de espanoles y latinos
Gasol fue triple medallista olímpico y campeón del mundo y Europa con la selección española. También ganó dos anillos de la NBA con Los Angeles Lakers. Forma parte de la Clase de 2023 del Hall of Fame del baloncesto.
Baloncesto
Pau Gasol será elegido como miembro de la promoción 2023 del Salón de la Fama del baloncesto, el mayor reconocimiento que puede obtener una persona en este deporte. El jugador de Sant Boi recibe este honor gracias a sus éxitos con la selección española y Los Angeles Lakers de la NBA.
Gasol ha pasado a la historia como uno de los jugadores más dominantes del baloncesto FIBA. Como estrella de la selección española, ganó tres medallas olímpicas (plata en Beijing 2008 y Londres 2012, y bronce en Río 2016), el Mundial de 2006 y siete medallas en los Eurobasket, incluyendo tres de oro (2009, 2011, 2015).
Además, durante 18 temporadas en la NBA fue dos veces campeón con los Lakers (motivo por el que la franquicia retiró su camiseta), seis veces All-Star y elegido en cuatro ocasiones en los quintetos ideales de la temporada.
Pau Gasol engrosa una promoción 2023 del Hall of Fame donde también estarán Gregg Popovich, su entrenador en San Antonio Spurs y campeón olímpico en Tokio 2020 como seleccionador de Estados Unidos; su excompañero Tony Parker, Dirk Nowitzki, Dwyane Wade, o Becky Hammon, con quien también coincidió en San Antonio.
Gasol se une a la lista de leyendas españolas y latinas en el Salón de la Fama del baloncesto. Con él están Antonio Díaz-Miguel, Pedro Ferrándiz (España), Manu Ginóbili (Argentina), John Isaacs (Panamá), Oscar Schmidt, Hortencia Marcari y Ubiratan Pereira (Brasil).
Antonio Díaz-Miguel (España)
Antonio Díaz-Miguel llegó al banquillo de la selección española para entrenarla unos días en un torneo amistoso en Países Bajos. Y se quedó 27 años (1965-1992). Más de un cuarto de siglo en el que la selección española ganó su primera medalla olímpica (la plata de Los Angeles 1984), y tres más en los Eurobasket (dos platas en 1971 y 1983, y un bronce en 1991). Aunque su legado va más allá de los podios.
En el Mundial de Cali 1982, España ganó por primera vez a Estados Unidos, una hazaña que dio pie a una de las frases más célebres del baloncesto español. “Ustedes dormían, nosotros soñábamos”, escribió el periodista Martín Tello, haciendo referencia no solo a la diferencia horaria (los partidos eran en la madrugada española), sino a la distancia que separaba los dos baloncestos.
Pedro Ferrándiz (España)
El único entrenador de baloncesto que ha recibido la Orden Olímpica del Comité Olímpico Internacional. Pedro Ferrándiz dominó (y revolucionó) el baloncesto europeo durante los 15 años que entrenó al Real Madrid. Durante ese tiempo ganó cuatro Copas de Europa y 12 Ligas, tres de ellas sin perder un solo partido.
Ferrándiz fue también una figura clave para llevar a Europa los avances del baloncesto en Estados Unidos, y fundó junto al italiano Cesare Rubini (campeón olímpico de waterpolo como jugador y plata olímpica de baloncesto como técnico) la Asociación Internacional de Entrenadores de Baloncesto.
Manu Ginóbili (Argentina)
Lo llamaron ‘Manudona’ porque la suya también era una ‘mano de Dios’. El propio Diego Armando Maradona dijo que Manu Ginóbili ha sido el deportista más grande en la historia de Argentina. En su primera experiencia en Europa, ganó una Euroliga con la Virtus de Bolonia en 2001, pero lo mejor estaba por llegar.
Como estrella de la ‘Generación Dorada’, Ginóbili lideró a la albiceleste a la plata en el Mundial de 2002 y el inolvidable oro de Atenas 2004, anotando 29 puntos en la semifinal contra Estados Unidos. Y como pilar de los San Antonio Spurs junto a Tim Duncan y Tony Parker, fue clave para ganar cuatro anillos de campeón de la NBA.
John Isaacs (Panamá)
El primer jugador de habla hispana que entró en el Salón de la Fama, y una ventana a los primeros años del baloncesto profesional. John Isaacs nació en Panamá (1915), vivió brevemente en Cuba y se hizo leyenda en Estados Unidos durante una época en la que este deporte aún estaba segregado. Isaacs fue una estrella de los New York Rens, el mejor equipo negro de la historia y campeón del primer Campeonato del Mundo de Baloncesto Profesional (1939).
Oscar Schmidt (Brasil)
Su facilidad para meter canastas le ganó el apodo de ‘Mano Santa’. Oscar Schmidt fue uno de los anotador más prolíficos de la historia del baloncesto, con casi 50.000 puntos, y aún hoy el máximo anotador de la historia de los Juegos Olímpicos con 1.093 puntos en cinco participaciones. Suya es la máxima anotación en un partido de los Juegos (55 puntos contra España en Seúl 1988) y el mejor promedio en una edición (42.3 puntos por partido, también en 1988).
Schmidt lideró a Brasil a una medalla de bronce en el Mundial de 1978, y al oro en los Panamericanos de Indianápolis 1987, derrotando a Estados Unidos con 35 puntos en la segunda parte. Bastaba verlo jugar para saber que su ídolo era Larry Bird.
Hortência Marcari (Brasil)
El penúltimo relevo de la antorcha olímpica en los Juegos de Río 2016 corrió a cargo de Hortencia Marcari. O simplemente Hortencia, como la conocen en su país. Otra fantástica anotadora que llevó a Brasil a ser campeona del mundo de baloncesto en 1994 y que, meses después de dar a luz (su hijo, Joao Victor Oliva, sería olímpico en hípica), lideró a su selección a la plata en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996. Con Hortencia como líder, Brasil también ganó un oro (1991), una plata (1987) y un bronce (1981) en los Juegos Panamericanos
Ubiratan Pereira (Brasil)
Brasil se coronó campeón del mundo de baloncesto en 1963 ganando en casa a Estados Unidos, Yugoslavia y la Unión Soviética. Ese año también logró la plata en los Juegos Panamericanos y al año siguiente, el bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio 1964. Fueron los primeros éxitos de la carrera internacional de Ubiratan Pereira, que aún ganaría tres medallas más en los Mundiales (una plata en 1970, y dos bronces en 1967 y 1978) y dos bronces en los Panamericanos (1975, 1979).