Jasmine Camacho-Quinn ante su debut en el Mundial de Atletismo: "Aunque no quiera tener presión, en la línea de salida tu corazón se acelera siempre"

Conoce más sobre la campeona olímpica de 100mv, Jasmine Camacho-Quinn, de Puerto Rico, a través de esta entrevista exclusiva previa al Mundial con Olympics.com, en la que habla sobre Oregón 2022, su oro en Tokio, la salud mental y mucho más.

9 minPor Ash Tulloch y Marta Martín
Jasmine Camacho-Quinn of Puerto Rico celebrates winning the final of the Women's 100m Hurdles at the BAUHAUS-Galan Stockholm 2022, part of the 2022 Diamond League series at Olympic Stadium on June 30, 2022
(2022 Getty Images)

Jasmine Camacho-Quinn es una campeona olímpica peculiar. Después de participar en dos Juegos Olímpicos y de haber ganado la medalla de oro en 100 metros vallas en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, la atleta de Puerto Rico disputará en el Campeonato del Mundo de Atletismo Oregón 2022 el primer Mundial de su carrera.

Y llega de la mejor forma: no solo como campeona olímpica, sino también como número 1 mundial en su disciplina (desde hace 47 semanas) y después de haberse subido al podio en todas las competiciones que ha disputado en 2022 y de haber ganado, en el proceso, pruebas tan importantes como el Prefontaine Classic, el Golden Spike, y las paradas de la Diamond League de Roma y Estocolmo.

Así, Camacho-Quinn afronta su primer Campeonato del Mundo como favorita para lograr la medalla de oro en Oregón 2022, donde debutará el 23 de julio en las eliminatorias de los 100 metros vallas, cuya final es el 24 de julio, el último día de competición del Mundial.

Antes de su debut mundialista la campeona olímpica ha realizado una entrevista exclusiva con Olympics.com donde ha hablado de sus expectativas en Oregón, de sus recuerdos de Tokio 2020 y de cómo lidia con la presión, entre otras cosas.

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Olympics.com: ¿Cómo afrontas el Mundial de Atletismo 2022?

Jasmine Camacho-Quinn: Estoy muy emocionada. Este es mi primer Mundial. No creo que nadie haya competido en dos Juegos Olímpicos sin haber estado en un Mundial, no lo sé. Pero estoy emocionada y tengo muchas ganas.

¿Cuál es tu objetivo?

Ganar, por supuesto. Y disfrutar en el proceso. Creo que algunas veces nos olvidamos de pasarlo bien con lo que hacemos. Nos presionamos para ser perfectos y para que las cosas salgan como deseamos. Así que lo que quiero es estar ahí, hacerlo lo mejor que pueda y disfrutar.

¿Cuál es tu idea de disfrutar?

Depende. Cada competencia es diferente para mí, así que no sé cómo explicarlo. Básicamente, no hay que castigarse demasiado. Mentalmente siento que disfruto del proceso, especialmente como vallista. Como vallista, no puedes ni cometer un pequeño error. Así que esto va de no dar vueltas a las cosas en exceso y de hacerlo lo mejor que puedas.

No te has bajado del podio desde el oro en Tokio 2020 y parece que las cosas te van bien. En estos momentos, ¿qué crees que te está funcionando?

No lo sé. Simplemente voy ahí y hago lo que tengo que hacer. Este año todavía estoy intentando arreglar algo, y por eso no he tenido carreras perfectas este año. Lo he hecho lo mejor que he podido para prepararme para el Mundial.

Se lee entre líneas que, entonces, lo mejor está por llegar.

Sí, definitivamente.

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El límite de Jasmine Camacho-Quinn

En este momento pareces imbatible. ¿Cuál es el límite?

No creo que haya un límite, para ser honesta. Por ejemplo, si quiero hacer algo, si quiero ir más rápida, sé que puedo ir más rápido. Si puedo hacer algo, puedo hacer lo mismo mejorado. Siempre quiero ponerme retos a mí misma. Por ejemplo, me gustaría correr los 200 metros, y creo que podría hacerlo, pero nunca tengo realmente tiempo para simplemente correr, así que no sé hasta dónde puedo ir o qué puedo hacer.

Estás muy abierta a todas las oportunidades.

Sí. Es raro, la gente se extraña porque te ve como una vallista y yo quiero desafiar esto. La única persona en la que puedes pensar que sea vallista y velocista es Gail [Gail Devers]. Ella es una inspiración. Y quiero hacerlo, quiero correr los 200 para retarme a mí misma y creo que es algo divertido.

¿Crees que puedes compaginar las dos disciplinas o tienes que enfocarte solo en una, digamos, de cara a los próximos Juegos Olímpicos?

No me haría eso a mí misma porque quiero ser la mejor, quiero hacerlo lo mejor que pueda. No puedo hacer todo el trabajo de vallista y luego todo el de velocista. No puedo. Me moriría.

Tiene sentido: es calidad, no cantidad.

Exacto.

¿Cómo manejas la presión?

No me gusta ese sentimiento para nada. Es igual que en las redes sociales, donde ves cualquier cosa y a veces tu mente puede llegar incluso a dudar de ti misma. Cosas así pueden pasar. Intento no enfocarme en eso y poner mi foco en hacer lo que tengo que hacer. Porque, si eres la diana, significa que necesitas trabajar más duro. Una vez que llega la presión, tienes que ingeniártelas para manejarla e imagino que lo hacemos haciendo lo que tenemos que hacer; confiando en nosotros mismos.

"La salud mental es algo prioritario"

Simone Biles habló de la salud mental de los deportistas en Tokio 2020 y se abrió un debate público que quizá ya se necesitaba. ¿Qué piensas al respecto?

Como atletas, nos ponemos mucha presión sobre nosotros mismos. Nos estresamos tratando de ser perfectos. Porque, por supuesto, queremos ser perfectos en lo que hacemos. Y tienes que encontrar el equilibrio entre eso y pasarlo bien. E incluso yo misma no lo tengo ahora mismo. Todavía estoy intentando ver qué puedo hacer en mi tiempo libre para poner equilibrio porque tú vas a entrenar y después estás en casa sentada, con tu móvil en las redes sociales, viendo la televisión... No estás haciendo nada con tu vida. Y básicamente lo que haces es estar sentada pensando, pensando y pensando. Como atletas, tenemos que lidiar con personas que intentan decirte que pasemos página [del debate sobre la salud mental], pero al mismo tiempo son las mismas personas que, si en algún momento te pasa algo, van a ir en plan 'Ojalá hubieras hablado con alguien'.

Generalmente, estáis muy expuestos, ¿no?

Todo el mundo espera mucho de nosotros. Y es como, ¿cuándo tenemos tiempo para ser simplemente nosotros mismos fuera del deporte? Es un problema porque después de todo por lo que pasó Simone Biles, después de elegir hablar en público sobre que su salud mental no estaba bien, y aunque todavía esté lidiando con ello, la gente sigue atacándola. Es por eso que no hay un cuándo [ser nosotros mismos].

¿Y entonces cómo se lidia con ello?

No tenemos en nuestra mano lo que hacen los demás, pero podemos elegir la paz para ti mismo. Es por eso que durante unos días [antes del Mundial] me quité las redes sociales. Eso es paz para mí. No quiero lidiar con los problemas que surgen de ellas gratuitamente. Me cansa. En conclusión, la salud mental es algo prioritario. Porque si no cuidas esto lo primero, el resto de cosas van cayendo. Los deportistas necesitamos más tiempo para cuidar de nosotros mismos, para ponernos a nosotros mismos por delante.

En defensa de la lucha de las mujeres

Precisamente en redes sociales te has convertido en una deportista en constante reivindicación pública de los derechos de las mujeres. ¿Queda mucho por hacer en este sentido?

Estamos en 2022 y todavía estamos lidiando con todo esto. A veces vamos para atrás y eso no está bien. Es un gran proceso [de cambio] y no hay nada que yo pueda hacer yo sola. Me gustaría tener tiempo para hablar con otras personas y para seguir aprendiendo sobre otras cosas para poder tener una visión más profunda de todo esto.

Como puertorriqueña representas una nación que históricamente no ha tenido tantas voces fuertes en el escenario deportivo internacional porque es un país pequeño. Y ahora tú eres una de esas voces. Es algo de lo que sentirse orgullosa, ¿no?

Sí, sí, totalmente.

La resiliencia y la redención en Tokio

Después de tu caída en Río 2016 llegaste al oro en Tokio 2020 y te convertiste en un gran ejemplo de resiliencia. ¿Cómo conseguiste seguir motivada durante esos cinco años?

Me lo tomé año a año. Sabía que la oportunidad de los Juegos iba a volverme en algún momento. Lo que pasó en 2016 estaba definitivamente en mi cabeza y no quería volver a pasar por lo mismo. En 2016 sentí que podía haber ganado una medalla, y terminé cayendo al final de la carrera. Pero todo pasa por una razón, y pude crecer con ello.

Y llegó Tokio.

En Tokio no quería que me pasara lo mismo. Quería hacer algo positivo, ganar una medalla. Simplemente lo que hice fue intentarlo con fuerza. No fue fácil. Ves a alguien ganando pero no se ve lo que hay detrás para llegar a ello: hay entrenamientos en los que me siento desbordada, y lloro, y me enfado. Los típicos días de los que nunca hablo. Incluso antes de las semifinales de Tokio rompí a llorar porque tenía miedo. No quería que me pasara lo mismo. Y luego 'boom': bato el récord olímpico y llego a las finales. Pude recuperarme, y entonces sabía lo que quería. Había entrenado muy duro para ello.

Y el resto es historia. ¿Pensar en Tokio 2020 te ayuda a afrontar competiciones como este Mundial? ¿Sacas motivación del pasado?

A veces sí y a veces no. Creo que en ocasiones no me ayuda. Gané el oro en los Juegos, así que a veces esto me hace sentir que no tengo que tener miedo de nada. Pero en las carreras nos vemos entre nosotras todo el año. He competido contra ti, así no hay nada nuevo en esto. Tengo que pensar en qué puedo hacer ese momento determinado. Todavía tengo que lidiar con los comentarios de 'Ella es una campeona olímpica', pero aún así este es mi primer Mundial.

Pero aún así eres una de las favoritas.

Por mucho que diga que es mi primer Mundial, siempre hay algo cuando te sitúas en la línea de salida que hace que tu corazón se acelere. Aunque no quiera tener esa presión sobre mí, sigo teniéndola. Pero la tenemos todas las que tomamos la salida.

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