Carlos Alcaraz: "El legado de Rafa Nadal es eterno. Intentar seguirlo yo, casi imposible"
"Ojalá hubiera llegado antes al circuito para vivir más con Rafa" - Carlos Alcaraz explica las lecciones que le ha dejado la carrera de Nadal y cómo pasó de ser un ídolo en la pista a un referente fuera de ella.
Carlos Alcaraz jugó por Rafa Nadal en dos ocasiones en las Finales de la Copa Davis 2024, en Málaga.
Después de que la leyenda del tenis español anunciara que su retirada se iba a materializar en casa intentando levantar otra Ensaladera, el torneo se convirtió en algo personal. O en algo social. Todo el equipo español quería ganar la Copa Davis: no solo por la copa en sí, sino por alargar la carrera y dar el último título al jugador que ha inspirado a todos sus compañeros - y quizá a todo el mundo del tenis, en general.
Por ello, cuando en cuartos de final, el 19 de noviembre, cuando Nadal perdió su primer partido en la eliminatoria ante Países Bajos, los ojos se pusieron en Alcaraz.
'Carlitos', que había jugado con Nadal en los dobles de los Juegos Olímpicos de París 2024, en esa dupla de ensueño que acabó apodada como Nadalcaraz, esta vez lo haría por Nadal.
Para alargar al menos unos días más la retirada del mallorquín, Alcaraz tenía primero que vencer en su partido de individuales. Y tras hacerlo, lo reafirmó: "Lo he hecho por Rafa".
Minutos después seguía mantiendo la raqueta en alto por alguien a quien define como un jugador que alimentó cuando era pequeño su sueño de ser tenista profesional: llegaban los dobles.
Esta vez sin el combo Nadalcaraz, sino con Marcell Granollers, el experto en dobles del equipo.
No solo era un partido.
No solo era una eliminatoria.
No solo era una Copa Davis.
"Habrá muchas más Davis, Rafa solo hay uno", publicó Alcaraz en sus redes sociales.
Alcaraz/Granollers... y Nadal en dobles de la Copa Davis 2024
Solo hay Rafael Nadal, pero durante aquel partido de dobles parecía que había varios. Todos con la misma gorra blanca.
Desde el lateral de la pista, el equipo de España observaba y animaba a la dupla. Nadal era otra cosa diferente.
La gorra blanca se veía girar la cabeza (detrás de ellos estaba su familia), después de prácticamente cada par bajaba los escalones para estar a la altura de la pista y dar consejos al capitán, David Ferrer. La gorra blanca volvía a subir. Todos se levantaban en sincronía para celebrar los puntos: el resto se sentaba, la gorra blanca se mantenía de pie unos segundos más. Parecía no poder sentarse, no poder estar callado: lo que estaba debajo de esa gorra blanca era puro tenis.
La pista del Martín Carpena era rápida, sí, pero él más.
En celebraciones de algunos de los puntos, celebraba con el puño hacia Alcaraz, que correspondía con el mismo gesto.
El traspaso de conocimientos y celebración funcionaba con la misma sincronía que en París 2024. Pero esta vez sin estar juntos en la pista.
El banco de las dos generaciones
Sin embargo, Granollers y Alcaraz no pudieron materializar su energía, la de su equipo y la de Nadal en una victoria.
España estaba fuera de la Davis. O, en otras palabras, la retirada de Nadal había llegado.
Era el momento de la despedida, que se tradujo en un homenaje a pie de pista. Mientras comenzaba, Nadal se sentaba en el banco donde ya se habían sentado Alcaraz y Granollers tras el partido.
Casi como una reminiscencia de la Laver Cup 2022, en la que Roger Federer se retiró con Nadal sentado a su lado:
Sin embargo, Nadal en esta ocasión fue más de contener las emociones - algo que también le ha definido en las más de dos décadas de trayectoria profesional.
Había asumido la retirada y estaba en paz con ella.
El paso de testigo de Rafa Nadal a Carlos Alcaraz
"Hemos vivido cosas muy bonitas juntos y ahora os toca a vosotros seguir viviéndolas", dijo Nadal en su discurso a pie de pista en el Martín Carpena mirando de frente al equipo de España al completo.
El tenis español parece quedarse a buen recaudo con Carlos Alcaraz como principal exponente.
Que haya ganado cuatro Grand Slams con 21 años es obviamente gracias a su esfuerzo.
Soñar con ello, en parte, gracias a Nadal.
"Mi sueño siempre ha sido ser número uno del mundo, ser profesional de tenis, ganar Alams. Y gran parte de ese sueño ha sido gracias a Rafa", expresó Alcaraz en la rueda de prensa posterior al partido de dobles y del homenaje a Nadal.
"Cuando le veía hablar [a Nadal durante su discurso], me acordaba de cuando yo era pequeño y lo veía en todos lados, ganando y disfrutando con esa pasión, con esa alegría, y pensando que algún día iba a ser como él, o que algún día iba a estar donde él estaba", prosiguió Alcaraz.
Alcaraz: "Nadal me ha dejado saber lo importante de la vida"
Su admiración de pequeño fue creciendo - en cantidad y en ángulos desde los que mirar a Nadal.
Conforme se acercaba a Rafa, estudió más de cerca las lecciones de quien ya no solo era su ídolo en la pista, sino también fuera de ella.
"Siempre ha sido alguien a quien he admirado, alguien que me ha dejado saber lo importante de la vida; lo importante de ser buen jugador; lo importante, sobre todo, de ser buena persona. Él me ha enseñado que no sirven de nada los logros en la pista si no eres buena persona y tienes un buen entorno", aseguró Alcaraz en rueda de prensa.
"El primer aprendizaje que me llevo de Rafa es la pasión con la que hay que hay que vivir. Cada vez que he tenido la oportunidad de verlo en persona, [me he dado cuenta] de la pasión que él ha puesto a todo, tanto dentro de pista como fuera. Es increíble".
"Soy afortunado de tenerlo cerca, de haber jugado con él, de haber entrenado con él, de haber compartido equipo en la Copa Davis, de haber compartido vestuario en torneos individuales...".
Sin embargo, Alcaraz se quedó con una espinita clavada e irreversible:
"He compartido con él menos de lo que me gustaría. Ojalá hubiera hubiera llegado antes al circuito".
La retirada de Carlos Alcaraz: Cómo decir adiós, otra lección de Nadal
Pero en su último día como jugador de tenis profesional, Alcaraz volvió a mirar a Nadal con los ojos de cuando era niño.
"De chico nunca me hubiera imaginado haber haber compartido tantos momentos con mi ídolo. [...] Para los jóvenes que veníamos por detrás, que tenemos muchos años por delante, ha sido una suerte poder vivir la etapa de Rafa, de Federer, y de Novak [Djokovic], que todavía sigue. Fuimos testigos de esa lucha entre esos tres gladiadores, entre esos tres jugadores que no son de este planeta", recordó 'Carlitos'.
Quizá por esa visión que todavía no ha perdido de mirar hacia arriba al pensar en Rafa, quiere evitar obsesionarse con seguir sus pasos.
"Si los jóvenes o los que venimos por detrás no llegamos a ese nivel, va a ser una frustración o decepción para el mundo del tenis. El legado de Rafa es eterno. No quiero pensar que debería continuar con su legado: es algo difícil, casi imposible", aseguró. "Va a ser muy complicado seguir lo que han hecho estas estas bestias".
Por eso, él se quiere desmarcar de las expectivas: "Voy a intentar no tomármelo así. Voy a intentar simplemente dar mi mejor nivel día a día".
E incluso en la despedida, Rafael Nadal dio una nueva lección a Alcaraz: la de cómo decir adiós.
"Rafa ha dejado su carrera contento y satisfecho de saber que lo ha dado todo desde el primer día hasta el último día de su carrera. Y es lo que voy a intentar hacer. Voy a intentar dar lo mejor de mí. Voy a intentar ser la mejor persona y el mejor jugador que puedo ser: día a día, torneo a torneo y año a año. Y veremos al final de mi carrera: si es aunque sea la mitad de lo que ha hecho él, me iré más que contento. Así que voy a voy a intentar hacer disfrutar a la gente, dejar un buen legado día a día".
El legado de Alcaraz también ha comenzado.