"Somos el yin y el yang": la estrella de pista corta Shaoang Liu busca otro oro olímpico junto a su hermano, Sándor

Los hermanos y estrellas de la pista corta Shaoang y Sándor Liu hicieron historia al ganar el primer oro olímpico de Hungría en los Juegos de Invierno en PyeongChang 2018. Ahora buscan repetir la hazaña en Beijing 2022.

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Los hermanos Shaoang y Sándor Liu, junto con sus compañeros Viktor Knoch y Csaba Burján, ganaron la medalla de oro en el relevo masculino de 5.000 m en patinaje de velocidad en pista corta en PyeongChang 2018. Fue la primera medalla de oro para Hungría en unos Juegos Olímpicos de Invierno.

Desde entonces, Shaoang, de 23 años, ha ganado títulos individuales mundiales y europeos para confirmarse como una de las estrellas de este deporte.

En esta entrevista con Olympics.com, el que fuera también medallista de bronce en los Juegos Olímpicos de Invierno de la Juventud mira hacia Beijing 2022 y explica cómo es entrenar y competir junto a su hermano.

(2018 Getty Images)

Olympics.com (OC): Con la cuenta atrás para Beijing 2022, ¿cómo van vuestras preparaciones?

Shaoang Liu (SL): Creo que toda la preparación durante el verano ha sido dura y he dado lo mejor de mí. He entrenado muy duro en cada sesión y he intentado dar lo mejor de mí sobre el hielo, y fuera de él.

OC: ¿Cómo te sientes sobre tu estado de forma actual?

SL: En las dos primeras pruebas de la Copa del Mundo, creo que no se han visto los frutos de todo el trabajo que he hecho, pero también pienso que aún necesitamos algo de tiempo. Quizá esperaba un poco más de estas dos Copas del Mundo, pero sé que todavía no es el momento de ganar ninguna medalla. Así que estoy mirando hacia delante, hacia Beijing, y sé que el trabajo duro tendrá recompensa.

OC: La temporada pasada tuviste algunos grandes resultados. ¿Cómo de feliz estabas por ello?

SL: Sí, gané mi primera medalla de oro en los Campeonatos del Mundo. Después de PyeongChang 2018, quería ganar el título mundial. Tenía también el sueño de ser campeón del mundo porque nunca había logrado ese título. Es genial haberlo conseguido al fin antes de Beijing. Algunos países no corrieron en aquel Mundial, pero de todos modos me dio buenas sensaciones y me hizo creer que soy capaz de hacer este tipo de cosas. Así que sí, estaba muy contento.

OC: ¿Ser campeón del mundo pone más presión sobre ti?

SL: Creo que en las primeras carreras sentía más presión, pero después me acostumbré a ella e intenté guiarme por mis sensaciones y dar el máximo, como siempre.

OC: ¿Crees que estás mejor preparado para estos Juegos, después de haber competido en los de PyeongChang?

SL: Sí, creo que los primeros Juegos Olímpicos pasaron muy rápido para mí. Realmente no tuve tiempo de disfrutarlos. Pero el último día me di cuenta de que era algo grande. Todo el mundo lucha por las medallas y tienes que estar muy concentrado, pero aun así tienes que disfrutar de lo que haces. Me llevó un poco de tiempo entenderlo, pero estoy feliz de haberlo hecho finalmente.

OC: ¿Qué significó para ti convertirte en campeón olímpico en PyeongChang, especialmente hacerlo junto a tu hermano?

SL: Fue un momento muy emocionante. Cada vez que veo los vídeos se me ponen los pelos de punta. Me sentí muy bien cuando volvimos a Hungría. Por supuesto, nuestras vidas cambiaron. No diría que somos súper famosos, pero al menos hemos puesto nuestro nombre en la cabeza de la gente y hemos puesto también en lo más alto la pista corta en Hungría.

OC: ¿Qué beneficios dirías que tiene entrenar y competir con tu hermano?

SL: Tener a mi hermano cerca de mí siempre es algo bueno. Siempre nos apoyamos el uno al otro. Cuando siento que estoy cansado en el hielo, siempre me dice "Venga, vamos. Nos queda una serie más y podemos hacerla. Después ya podemos ir a casa a descansar". Es genial. Y cuando cruzamos la línea de meta en primera y segunda posición creo que es lo mejor del mundo.

OC: ¿Dirías que os complementáis entre vosotros?

SL: Sí, siempre es así. Cuando me siento mal, él está de buen humor. Y si soy yo quién está de buen humor, y él quizás tiene un mal día, estamos ahí para animarnos. Es bueno porque somos el yin y el yang. Tenemos personalidades completamente diferentes.

OC: Vuestra victoria en el relevo masculino en PyeongChang fue la primera medalla de oro de Hungría en los Juegos de Invierno. ¿Qué significa esto para ti?

SL: Sí, realmente quería ganar una medalla también en las carreras individuales, pero recibí tres penalizaciones en todas mis distancias. Creo que estaba bajo mucha presión. Estaba muy emocionado por correr, y cometí muchos errores, pero reseteé mi cabeza para el relevo. Esto también me dio mucha experiencia y un montón de buenos recuerdos sobre cómo llegué a conseguir eso después de tres penalizaciones. Como deportista, no siempre puedo ser el mejor. Unas veces estás en lo más alto y otras, abajo. Ahora lo entiendo, así que he madurado mucho mentalmente.

OC: ¿Crees que has cambiado después de convertirte en campeón olímpico?

SL: Cada vez que gano algo siento que me convierto en una mejor persona. Siento que sigo siendo el chico humilde que era antes. Así que cada vez que me enfrento a una carrera intento dar lo mejor de mí. Sigo escuchando a mis entrenadores. Trabajo duro todos los días, como antes. Así que realmente no es que cambiara después de los Juegos, pero mi vida sí que cambió.

OC: También ganaste la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de la Juventud en 2016. ¿Qué recuerdos se te vienen a la cabeza de aquello?

SL: Estaba muy emocionado, y lo guardo como un buen recuerdo porque fue una experiencia genial. Me encantó que pudiéramos pasarlo bien con otros chicos, con otros compañeros de equipo. Y creo que es algo que te prepara un poco para los Juegos Olímpicos. Me alegra mucho haber ganado medallas en todos los grandes eventos.

OC: ¿Qué significó para ti la medalla de bronce?

SL: Para ser sincero, quería más que una medalla de bronce. Sabía que era capaz de conseguir algo más, mi actuación estaba ahí, pero a veces es complicado porque la pista corta no depende solo del físico y de tu fuerza. También tienes que usar la cabeza. Tienes que ser tan fuerte mentalmente como físicamente.

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