Breaking news · B-boy Kley: "Ser olímpico me puede llevar a otro nivel"

Río de Janeiro, Brasil, 5 de agosto de 2016.

Cleidson Seabra de Almeida, de Pará (estado al norte de Brasil), tenía 22 años cuando actuó en la Ceremonia de Apertura de los Juegos Olímpicos de Río 2016 como bailarín. En aquel momento formaba parte de un grupo profesional de baile y tenía una buena carrera con un buen salario.

Sin embargo, aquella noche no pudo quitar sus ojos de los deportistas. "Hice parkour durante la Ceremonia de Apertura. Fue la mejor experiencia de mi vida", cuenta. "Pensé: 'Si el breaking está en los Juegos, estaré ahí entre los deportistas'".

En aquel momento, ya se hablaba de que el breaking entraría en el programa olímpico pronto.

Así, Cleidson dejó todo y quiso aprovechar la oportunidad.

Seis años después es ya B-boy Kley, un miembro del equipo brasileño de breaking. Y está en el camino correcto hacia cumplir su sueño de convertirse en deportista olímpico en París 2024.

Olympics.com ha hablado con él en una entrevista para conocer más sobre su historia. 

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Los comienzos de B-boy Kley

Brasil es mundialmente conocido por su música y su danza. Los ritmos del país surgen de la mezcla de gente y esto ha creado una increíble cuna de creatividad. Sin embargo, las oportunidades no son iguales para los jóvenes en el país.

Belém, en el estado de Pará, es un ejemplo de ello. Y de allí viene B-boy Kley.

Como gran parte de los brasileños, B-boy Kley comenzó practicando el fútbol, y después entrenó capoeira. Pero al final, el breaking fue el deporte que eligió.

"Me enrolé en un proyecto de danza llamado 'Sheknah Crew', en el que trabajan con gente joven en condiciones de vulnerabilidad social", explica.

Tras comenzar en el breaking con 14 años, con 15 ya había descubierto que tenía un gran talento. Así que empezó a competir. "Había nacido para bailar, había nacido para competir, había nacido para crear arte", remarca. Con esta edad realizó su primer viaje para bailar, y lo hizo hasta Macapá (en el estado brasileño de Amapá). Junto a su grupo, ganó la competición y se dio cuenta de que podía llegar más lejos.

De Guamá para el mundo

El proyecto con el que comenzó su carrera tiene sus orígenes en la Iglesia Cuadrangular del barrio de Guamá, en Brasil. Esta ve el baile como un instrumento para tener un impacto en el mundo y cambiar la vida de las personas. De ahí el nombre de 'Sheknah', que en hebreo elude a la nube que sugiere la divina presencia.

La nube del baile abrió las puertas a B-boy Kley y le llevó por todo Brasil. Se mudó a vivir a Río de Jainero, donde comenzó a formar parte de un grupo de baile profesional, actuando en shows y presentaciones gracias a las cuales visitó 17 países diferentes.

En aquel momento, el breaking parecía estar en un lado de la cultura, pero ya había rumores de que podría formar parte de los Juegos Olímpicos. Y él lo sabía.

Después de ser invitado a formar parte del grupo de la renombrada coreógrafa brasileña Deborah Colker, trabajó como uno de los bailarines en la Ceremonia de Apertura de Río 2016. "Poder mostrar nuestra cultura fue maravilloso. Era un sueño que no sabía que tenía", explica.

"Estaba cerca de los atletas y me vi ahí... el universo estaba conspirando para llevarme allí".

Un sueño olímpico posible

En aquel momento, B-boy Kley ya tenía una sólida carrera, con actuaciones frecuentes y un salario que estaba entre los mejores en Brasil.

"Cuando se anunció que el breaking estaría en los Juegos, estaba en un grupo de baile y en un buen momento económico. Pero vi que ser un atleta olímpico podía llevarme a otro nivel", recuerda.

En aquel momento decidió dejarlo todo y concentrarse completamente en el breaking. "Era otro universo. No podía dedicarme a ambos a la vez, así que decidí enfocarme en el breaking. Y esto fue hace poco".

Fue en 2019 cuando tomó esta decisión de empezar de cero para cumplir el sueño de convertirse en olímpico.

Entonces la frase de que 'el universo conspira a tu favor' se hizo incluso más real para él.

"Llegó la pandemia en 2020 y en 2021 ya entré a formar parte del equipo nacional de Brasil. Todo era nuevo para mí y creo en esto", prosigue.

Brasil da pasos importantes hacia París 2024

A finales de 2021, B-boy Kley participó en el Congreso Brasileño de Breaking, en Maringá, Paraná. Su victoria en este evento le otorgó un lugar en el equipo brasileño.

"Era algo que buscaba. Quería entrar a formar parte del equipo nacional. Necesitaba sobresalir, y finalmente gané", rememora.

De esta forma, ha aprendido más que nunca las diferencias que hay entre el deporte del breaking y el baile contemporáneo. "La posibilidad de competir en los Juegos es una diferencia obvia. Sé el nivel que tengo, así que tengo que buscarlo y ponerme presión porque es allí donde quiero estar. Es algo completamente diferente a todo. Va más allá de un modo de vida y las normas también son diferentes".

Con el objetivo de cumplir sus sueños, tendrá que seguir dedicado al 100% al breaking para mantenerse en un pico de forma.

"Mi cuerpo tiene que estar en orden. Tengo que ponerme incluso en un mejor estado de forma, tenemos que tener más vocabulario y repertorio, más fuentes de baile... no podemos pensar en repetir movimientos".

B-boy Kley: "Brasil puede tener mucha influencia en el breaking"

Porque precisamente de donde él viene, no hay ninguna falta de variedad en repertorios ni vocabulario para este B-boy de 28 años de Pará.

Después de todo, Brasil es rica en referencias musicales. Su estado natal, Pará, es el lugar de nacimiento de diferentes estilos conocidos. "Tenemos el brega, el tecnobrega... estos ritmos proceden de mi lugar", explica.

Kley también cita algo que es muy importante para él: la capoeira. Con orígenes en África, la capoeira está muy extendida en Brasil. Kley, que es un gran fan de este deporte, confiesa que su influencia se puede ver en todo lo que hace él en el breaking. "La capoeira es mi base. Es el punto de partida de mi estilo y de mi personalidad".

Y va un paso más allá: "Las artes marciales son la base del baile urbano".

Kley no tiene dudas del futuro del breaking en Brasil: "Es un buen momento. Quizá porque es un deporte olímpico y ahora se valora más".

Ha dedicado la mitad de su vida al breaking, por lo que ha visto un poco de todo. "Una vez bailé en el metro para poder pagar las facturas", recuerda.

Por esta razón, siempre ha mirado el riesgo como una oportunidad; una oportunidad que ahora se presenta en forma de ir a los Juegos Olímpicos como deportista.

"Empezar de cero no es malo. Es difícil, pero cuando consigues alcanzar tus metas te das cuenta de que puedes ir más allá".