Breaking News: B-boy Broly: "En los Juegos Olímpicos tenemos un lugar donde poder demostrar y ser reconocidos"
Mariano Carvajal (B-boy Broly) es el único B-boy del mundo en haber ganado una medalla olímpica en suelo propio, en Buenos Aires 2018. En una entrevista con Olympics.com, reflexiona sobre cómo competir en Francia puede ayudar al breaking galo en París 2024 y sus sueños de cara a los próximos Juegos.
Mariano Carvajal (B-boy Broly) es la única persona en el mundo que ha ganado una medalla olímpica en breaking en suelo propio. Lo logró en el debut de este deporte en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires 2018 y, en los próximos Juegos Olímpicos de Verano de París 2024, el breaking debutará finalmente en el mayor escenario olímpico.
Los B-boys y B-girls franceses querrán imitar la hazaña del argentino, pero él buscará ser de nuevo una de las principales oposiciones.
"No pudo haber sido mejor ganar la medalla en Buenos Aires. Fue el lugar perfecto porque sentí todo el aliento de las personas, cómo me generaban esa seguridad. Pero a la vez, sentí una presión muy grande porque estaba representando en casa", recuerda ahora B-boy Broly en una entrevista para Olympics.com a dos años de que el breaking debute en París 2024.
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La 'ventaja' de los B-boys y B-girls franceses en París 2024
En Buenos Aires 2018, B-boy Broly cayó en la batalla por el oro haciendo dupla con la italiana B-girl Lexy y se colgó la medalla de plata en el evento mixto (que no será olímpico en París 2024).
"Yo creo que fue la mejor experiencia de mi vida. No recuerdo haber estado tan emocionado en otro momento. Cuando me subí ahí al palco y me entregaron la medalla, fue lo mejor para mí", remarca Carvajal.
"Pero la presión cuando te toca competir en tu casa es tremenda, y yo creo que eso también les va a facilitar a los B-boys y B-girls franceses poder llegar a ganar una medalla", asegura.
En Buenos Aires 2018, a Broly ya le tocó precisamente batallar con B-boys franceses, que competirán en casa en los próximos Juegos Olímpicos. Uno de ellos fue el galo Martin Lejeune, que se hizo con la medalla de plata en la competencia individual masculina en Buenos Aires.
"El nivel del breaking en Francia es muy grande. Es una potencia. Es un país muy difícil de superar, pero con mucha práctica yo creo que que podría estar llegando a esos niveles. Así que no tengo nada que temer", reflexiona Mariano Carvajal.
El camino a París 2024
Los primeros clasificados en breaking para los próximos Juegos Olímpicos llegarán en 2023, pero en estos momentos los mejores breakers del mundo compiten precisamente para conseguir una buena posición en el ranking mundial y, de este modo, llegar a campeonatos que sean clasificatorios directos, como el Campeonato del Mundo de la WDSF de 2023.
Y esta es la empresa para B-boy Broly en los próximos dos años.
_"_Yo me veo con muchas posibilidades, es más, me estoy preparando física y mentalmente porque creo que es una gran oportunidad. Quiero clasificar, pero en realidad el nivel es muy grande. Aunque me veo como para competir en los Juegos Olímpicos", remarca.
A pesar de ello, asume que a Argentina, y a Latinoamérica en general, todavía quedan por dar muchos pasos para lograr estar al nivel de grandes potencias como Japón, Francia o Estados Unidos.
"Falta mucho. Competimos más silenciosamente. Pero en Latinoamérica, hay muchísimos B-boys de gran nivel que compiten en Europa. Argentina no tiene tantos representantes y esa es la idea, dar a conocer el breaking en mi país", reconoce Carvajal, que ahora tiene 21 años.
Precisamente los Juegos Olímpicos son un gran escenario para hacerlo.
"Cuando estuvo en los Olímpicos de la Juventud, fue un paso tan grande para el breaking. En todos lados se hizo viral. Fue una gran oportunidad para nosotros. Ahora tenemos un lugar donde poder demostrar nuestras habilidades y que sean reconocidas", reflexiona el argentino, que compagina el breaking con su trabajo en un depósito.
El objetivo en París 2024
Pero la visibilidad no es lo único que espera B-boy Broly si consigue clasificar a París 2024.
"Voy por todo. Una vez que me mentalizo, voy a ganar", admite.
Y también, a expresarse. Porque para él, el breaking va más allá de un deporte: es el punto medio entre la actividad atlética y el arte.
"Es un arte. Es bailar, es expresarte, es liberarte. Pero a la vez se convierte en deporte porque tiene muchas reglas. El breaking en sí es puro ejercicio. Los movimientos que nosotros realizamos son tan complejos que es necesario estar en forma", asegura Carvajal, que comenzó en el breaking a los cuatro años, imitando a su padre, que daba clases de este deporte y fue un pionero del breaking en Argentina. De hecho, es él quien tiene guardada la medalla de su hijo en Buenos Aires 2018.
La fraternidad del breaking no solo es cosa de familia ni de quién guarda una medalla. En la propia competencia, el término batalla se acaba, precisamente, cuando termina la batalla.
"Cuando estoy en el centro del escenario, quiero expresar fuerza, un poco de intimidación. Quiero causar nervios a mi rival. Pero es todo competencia, obviamente. Una vez que termina la batalla, somos hermanos".