¿Qué es la lucha?
La lucha es un deporte en el que dos individuos se enfrentan o forcejean con el objetivo de tirar o sujetar los hombros de su oponente contra el suelo, o bien superarlo durante el combate.
En los Juegos Olímpicos hay dos variantes de lucha: libre y grecorromana. Las reglas son casi idénticas, salvo que en la grecorromana un luchador no puede atacar a un adversario por debajo de la cintura ni utilizar sus propias piernas para ejecutar agarres.
Con la posible excepción del atletismo, la lucha es el deporte de competición más antiguo del mundo.
¿Quién, dónde y cuándo se inventó la lucha libre?
Se han encontrado dibujos rupestres de luchadores en Francia y en el antiguo Egipto que datan del año 3.000 a.C.
Los antiguos griegos utilizaban este deporte para entrenar a los soldados en el combate cuerpo a cuerpo, y los antiguos romanos lo adoptaron y evolucionaron para eliminar parte de su brutalidad.
¿Cuáles son las reglas de la lucha?
En la lucha grecorromana, los luchadores sólo utilizan los brazos y la parte superior del cuerpo para atacar, y sólo pueden sujetar esas mismas partes a sus oponentes.
Como su nombre lo indica, el estilo libre es una forma mucho más abierta en la que los luchadores también utilizan las piernas y pueden sujetar a sus oponentes por encima o por debajo de la cintura.
El método más común para ganar combates en ambas variantes es por puntos. Los luchadores consiguen puntos ejecutando agarres legales, lanzamientos, derribos, maniobrando al oponente para exponer su espalda al tapiz durante varios segundos o ejecutando inversiones.
Las inversiones consisten en anular la posición de ventaja del adversario desde una posición defensiva y ganar el control de la situación.
Los movimientos puntúan en función de su grado de dificultad y un solo movimiento puede valer entre uno y cinco puntos. Los más puntuados, que por lo general son los lanzamientos, suelen conllevar el máximo número de puntos.
Los competidores también pueden ganar puntos si el oponente comete infracciones, por ejemplo, agarres ilegales, intentar huir de un agarre en lugar de defenderlo, ser demasiado negativo o mostrarse demasiado pasivo. Estas infracciones suelen dar lugar a amonestaciones, y la acumulación de tres durante un combate conlleva automáticamente a la descalificación del luchador infractor.
Al final del periodo de seis minutos, se cuentan las puntuaciones totales y gana el luchador con más puntos. En caso de empate, se declarará vencedor al luchador que haya obtenido el mayor número de puntos en un solo movimiento.
El umbral para una victoria por caída técnica es una ventaja de 10 puntos en estilo libre, y de 8 puntos en grecorromana. Un luchador también puede ganar el combate automáticamente por inmovilización de su oponente.
¿Cuánto dura un combate de lucha?
Los combates de lucha en los Juegos Olímpicos constan de tres periodos de dos minutos cada uno, en los que los luchadores intentan conseguir la victoria al "mejor de tres". Hay un descanso de 30 segundos entre los periodos.
¿Qué agarres son ilegales en la lucha?
Los atletas no pueden estrangular, torcer los brazos, golpear con el codo o la rodilla, dar cabezazos, halar el pelo, morder o clavar la cabeza del adversario contra el suelo.
Tampoco están permitidos los agarres que supongan un peligro para la cabeza, el cuello o la espalda.
En grecorromana, cualquier uso de las piernas es ilegal. Las infracciones más comunes son utilizar las piernas para defender o ejecutar elevaciones y lanzamientos.
La lucha y los Juegos Olímpicos
La lucha se introdujo en los Juegos Olímpicos antiguos en el año 708 a.C., poco después de que comenzara la historia de los Juegos Olímpicos, como parte del pentatlón.
Cuando los Juegos Olímpicos modernos se reanudaron en Atenas en 1896, la lucha se convirtió en uno de los elementos centrales de los mismos. Esto se debió a que los organizadores la consideraron históricamente importante, ya que la lucha grecorromana se consideraba una reencarnación de las antiguas luchas griega y romana.
Aparte de los Juegos Olímpicos de 1900, la lucha ha formado parte de todos los programas olímpicos de verano desde que se celebraron los primeros Juegos Olímpicos modernos en Atenas en 1896.
En 1904, los responsables olímpicos añadieron al programa la lucha libre, comúnmente conocida como "catch as catch can". Este estilo tenía mucha menos historia y tradición que la grecorromana, pero gozaba de gran popularidad, habiéndose convertido en una forma de entretenimiento profesional que se representaba en ferias y festivales de Gran Bretaña y Estados Unidos.
El estilo libre se ha disputado en todos los Juegos Olímpicos excepto en Estocolmo 1912 y Amberes 1920.
Aunque la lucha grecorromana sigue siendo un deporte en el que sólo compiten hombres, la lucha libre femenina se introdujo en el programa olímpico de Atenas 2004, con cuatro pruebas femeninas. En los Juegos Olímpicos de Río 2016, el número de categorías femeninas aumentó a seis, al mismo nivel que el masculino.
Estados Unidos y Japón son los países con más éxito en la historia de la lucha olímpica, y las japonesas dominan la categoría femenina.
Los mejores luchadores a seguir
En estilo libre masculino, Jordan Burroughs es considerado como uno de los mejores de la historia.
El luchador estadounidense ganó el oro olímpico en Londres 2012 y también ha cosechado seis títulos mundiales, incluyendo la corona de 79kg de 2022 a la edad de 33 años.
El compatriota de Burroughs, "Magic Man", David Taylor, es campeón olímpico y pluricampeón mundial en 86kg y es conocido por su implacable estilo de ataque.
El gran rival de Taylor, el iraní Hassan Yazdani, campeón olímpico en Río 2016, es un gigante de este deporte en todos los sentidos, mientras que el superlativo Abdulrashid Sadulaev es campeón olímpico en dos categorías de peso diferentes.
En estilo libre femenino, la estadounidense Tamyra Mensah-Stock se ha convertido en uno de los grandes nombres de este deporte tras conquistar el oro en 68kg en Tokio 2020 y varios títulos mundiales.
Tampoco hay que perder de vista a la estadounidense Helen Maroulis, campeona olímpica de Río 2016 en 53kg, que ha regresado con éxito a este deporte tras una larga pausa por conmoción cerebral y enfermedad.
Japón sigue siendo una fuerza a tener en cuenta, con las campeonas olímpicas de Tokio Mukaida Mayu y Susaki Yui dominando las categorías de 53kg-55kg y 50kg respectivamente.
En la lucha grecorromana, el turco Riza Kayaalp se ha consolidado como figura dominante en 130kg, con tres medallas olímpicas y multitud de títulos mundiales.
Otras grandes estrellas son el iraní Mohammad Reza Geraei, que ganó el oro en Tokio 2020 en 67kg y es apodado "The Iceman" por su capacidad para rendir bajo presión, y el armenio Artur Aleksanyan, que ha dominado la división de 98kg en la última década.