REDUCIR A LA MITAD LA HUELLA DE CARBONO DE LOS JUEGOS
Ante el mayor desafío que jamás haya conocido la humanidad, el mayor acontecimiento del mundo asume responsabilidades sin precedentes para limitar el impacto climático de los Juegos. Guiado por los principios de moderación, innovación y audacia, París 2024 está estableciendo un nuevo estándar para la realización de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos.
El objetivo de París 2024 es ambicioso: reducir a la mitad la huella de carbono de los Juegos en comparación con ediciones anteriores. Al centrarse en todas las fuentes de emisiones y reunir a todas las partes implicadas, París 2024 espera demostrar que existe otro modelo. Además de reducir su impacto sobre el clima, París 2024 quiere pensar en grande y contribuir a la lucha contra el cambio climático a través del apoyo a proyectos que aporten beneficios medioambientales, con la meta de poder compensar más de las emisiones que generan los propios Juegos. Y como, por su propia naturaleza, los Juegos duran poco tiempo, París 2024 ya empezó a compartir sus herramientas y metodología para ayudar a acelerar el ritmo de la transición medioambiental en el deporte y en los grandes eventos, tanto antes como después de 2024.
Cambiar el modelo: de la evaluación post-Juegos a los objetivos pre-Juegos
El objetivo: controlar el impacto climático del evento.
Por primera vez, una metodología definida de antemano y plenamente integrada en la estrategia y las operaciones generales
Para controlar su impacto, París 2024 aplica el ya conocido enfoque ARO -evitar, reducir y luego compensar- y ha introducido dos etapas adicionales: prever las emisiones y movilizar la acción aprovechando el atractivo de los Juegos.
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Anticiparse: Los anteriores Juegos Olímpicos emitieron una media de 3,5 millones de toneladas de CO2. París 2024 ha considerado este punto como su base y desarrolló una herramienta pionera para medir su huella de carbono, con el fin de orientar las decisiones que toma desde la fase de candidatura y que sigue tomando a lo largo del ciclo de preparación de la organización de los Juegos.
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Evitar: al utilizar el 95% de las infraestructuras existentes o temporales, y al construir únicamente instalaciones que puedan utilizarse una vez finalizados los Juegos en las zonas involucradas, París 2024 organiza un acontecimiento con mayor moderación, lo que contribuye a reducir su impacto no sólo en el clima sino también en el medio ambiente.
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Reducir: París 2024 ha identificado con precisión las fuentes de emisiones y ha propuesto soluciones para cada actividad: estructuras bajas en carbono, energías renovables, restauración sostenible, etc. Como resultado, París 2024 se ha fijado el objetivo de no superar los 1,5 millones de toneladas de CO2. Es decir, la mitad de la huella de carbono media de los anteriores Juegos Olímpicos.
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Compensación: París 2024 ha tenido en cuenta la categoría más amplia de emisiones, Scope 3, que abarca también el impacto indirecto de los Juegos, así como los desplazamientos de los espectadores. Todas las emisiones que no puedan evitarse serán compensadas mediante proyectos concebidos para aportar beneficios tanto medioambientales como sociales en los cinco continentes. Los primeros proyectos se encuentran en marcha desde 2021. París 2024 lleva su compromiso aún más lejos, convirtiéndose en el primer acontecimiento deportivo internacional que compensa más emisiones de las que genera. Además, apoya la puesta en marcha y el desarrollo de proyectos respetuosos con el clima en Francia, donde este tipo de iniciativas son aún escasas.
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Movilizar: París 2024 pretende aprovechar el potencial del deporte como motor eficaz de la transición medioambiental y reunir así a todo los implicados en los Juegos - empleados, socios, el movimiento deportivo y también los ciudadanos- en este proceso. Para ello, París 2024 ha lanzado su propio “Climate Coach”, una aplicación diseñada para ayudar a sus empleados a reconocer y reducir su huella de carbono personal y profesional. París 2024 anima también a sus socios y proveedores a aplicar la sostenibilidad y limitar su impacto climático en el 100% de las compras de los Juegos, como parte de su Estrategia de Adquisición Responsable.