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FRANCIA Y EL OLIMPISMO: MÁS DE UN SIGLO DE PRIMERAS VECES

Francia ha cumplido un papel destacado en la historia de los Juegos Olímpicos modernos. El renacimiento del olimpismo se organizó en el país a principios del siglo XX y desde entonces Francia acogió los Juegos en cinco ocasiones entre 1900 y 1992. La historia que los Juegos y Francia escriben juntos abarca ahora tres siglos; desde el Congreso Olímpico inaugural de 1894, que se centró en el renacimiento de los Juegos Olímpicos (presidido en la Sorbona por Pierre de Coubertin) hasta los Juegos de París 2024, 130 años después, este viaje lleno de acontecimientos está marcado por célebres momentos que han dado forma a la historia de los Juegos.

París 1900: los segundos Juegos Olímpicos modernos

Los primeros Juegos Olímpicos modernos se celebraron en Grecia como tributo a los Juegos de la antigüedad que se realizaron en Olimpia (Grecia). Los Juegos de la II Olimpiada fueron organizados en París y duraron cinco meses, de mayo a octubre de 1900. Los Juegos de París 1900 fueron incluídos en la Exposition Universelle de 1900, que en su momento era mucho más popular que los Olímpicos recién resucitados, para atraer a parte del público que acudía a la Exposición. Desafortunadamente, los organizadores de la Exposición se refirieron a las pruebas como “competición internacional de ejercicios físicos y deportes” y ese fue el rótulo que se mantuvo. El término “olímpico” se utilizaba tan poco que muchos espectadores y contendientes no sabían que habían participado en unos Juegos Olímpicos. Siguieron sin saberlo durante años (en algunos casos, hasta su muerte).

Foto por: IOC

A pesar de este problema de relaciones públicas, los primeros Juegos Olímpicos en Francia fueron un hito importante: 997 atletas, entre ellos las primeras 22 competidoras de la historia, de 24 países formaron parte de las 95 pruebas. La tenista británica Charlotte Cooper hizo historia en París al convertirse en la primera mujer en ganar una medalla de oro olímpica individual, tras su triunfo en el torneo individual femenino.

París 1924: Los últimos Juegos de París antes de un paréntesis de un siglo

Seis olimpiadas después, los Juegos volvieron a organizarse en París y sus alrededores, ya que el acontecimiento había crecido desde 1900. Esta vez, los Juegos se denominaron correctamente como los “Olímpicos” y suscitaron un gran interés en la ciudad. Ese año, el programa incluía 126 pruebas repartidas en 17 deportes mientras que 135 de los 3.089 atletas que aspiraban a una victoria eran mujeres. El acontecimiento también fue ganando importancia en todo el mundo; 44 países países, representantes de todos los continentes, enviaron a sus atletas a competir. Los Juegos de 1924 duraron unos cuatro meses. En primer lugar, se celebró una competición artística, recuperando una tradición de los antiguos Juegos Olímpicos, en los que se disputaban pruebas deportivas y artísticas. Las competiciones de arquitectura, literatura, pintura, escultura y música se desarrollaron entre el 15 de marzo y el 15 de abril de 1924, antes de las pruebas deportivas, que se llevaron a cabo entre el 4 de mayo y el 27 de julio.

Foto por: IOC

Los Juegos de París 1924 fueron los primeros en incluir el lema olímpico Citius, Altius, Fortius (“Más rápido, más alto, más fuerte”). Acuñado originalmente por el predicador y educador domínico francés Henri Didon para una competición deportiva juvenil en 1891, el término fue propuesto al COI en 1894 por Pierre de Coubertin -amigo y asistente de Didon en el evento juvenil de tres años antes.

La primera Villa Olímpica

Ya en 1924, los Juegos de París abrieron nuevos caminos al introducir el concepto de Villa Olímpica- el cual desde entonces cada Juego ha adoptado en sus ediciones.

La primera Villa Olímpica se construyó en las cercanías del Estadio Olímpico de Colombes, un suburbio del noroeste de París. Se trataba de un conjunto de cabañas provisorias de madera, con tres camas en cada una. A los atletas se les servían tres comidas por día y compartían los aseos, las duchas y el refectorio. La villa disponía de una oficina de cambio, tintorería, peluquería, puesto de venta de prensa y una oficina de correos. A diferencia de sus sucesoras, la villa de 1924 no fue construida para ser utilizada después de los Juegos.

La ubicación de los estadios y de la Villa olímpica hizo que la región del Gran París se involucrara directamente en los Juegos Olímpicos de 1924 -tal como sucederá en los de 2024. El Estadio Olímpico y la Villa Olímpica de Colombes, la cuenca de remo de Argenteuil, los antiguos cotos de caza de Versalles e Issy les Moulineaux, los campos de polo de Bagatelle y Saint Cloud y otras instalaciones llevaron la emoción de los Juegos a toda la región.

Foto por: IOC

Chamonix 1924: los primeros Juegos de Invierno de la historia

Los Juegos de París 1924 no fueron los únicos Juegos celebrados en Francia durante ese año. De hecho, fueron la continuación de la “Semana Internacional de los Deportes de Invierno”, que se realizó en Chamonix entre el 25 de enero y el 4 de febrero de 1924 con el patrocinio del Comité Olímpico Internacional. Ya se habían celebrado algunas pruebas de deportes sobre hielo en Olímpicos anteriores (por ejemplo, el hockey sobre hielo en los Juegos de Amberes, en el verano de 1920), pero, retrospectivamente, las competiciones de Chamonix 1924 se conocieron como los Juegos Olímpicos de Invierno inaugurales.

Foto por: IOC

258 atletas (incluidas 11 mujeres) de 16 naciones formaron parte de las 16 pruebas repartidas en nueve disciplinas deportivas. El programa aún no incluía deportes que desde entonces se han convertido en pilares olímpicos, como el esquí alpino. Sin embargo, el acontecimiento fue un éxito de público: atrajo a un total de más de 10.000 espectadores de pago, lo que impulsó al COI a organizar posteriores Juegos Olímpicos de Invierno.

Los países escandinavos, que en un primer momento se habían mostrado reticentes a participar y apoyar el evento, fueron los grandes protagonistas de los primeros Juegos Olímpicos de Invierno. El patinador de velocidad finlandés Clas Thunberg (cinco medallas, tres de oro) y el esquiador noruego Thorleif Haug (tres medallas de oro) fueron los atletas más laureados en la competición. En total, los atletas finlandeses, noruegos y suecos se llevaron 30 de las 49 medallas de los Juegos.

Grenoble 1968: un paso hacia la modernidad

Los Juegos Olímpicos de Invierno retornaron a Francia 44 años después de Chamonix 1924 para celebrar su décima edición. Se celebraron en Grenoble, una ciudad en el llano que cuenta con la ventaja de estar rodeada de montañas. Los cercanos macizos de Belledone, Vercors y Grandes Rousses acogieron las pruebas en pista y Grenobles, los torneos sobre hielo. Uno de los aspectos más destacados de los Juegos de Grenoble fue la proeza de los atletas franceses en esquí alpino (esta disciplina se había añadido al programa olímpico en los Juegos de Invierno de Garmisch-Partenkirchen, en 1936). Jean-Claude Killy ganó los tres torneos en los que participó en Chamrousse (descenso, eslalon gigante y eslalon), una estación en la cordillera de Belledonne con vistas a Grenoble. Marielle Goitschel ganó la medalla de oro en el torneo de eslalon femenino.

Foto por: IOC

Juegos pioneros

Los Juegos Olímpicos de Grenoble también fueron pioneros en su género: fueron los primeros que se retransmitieron en color, lo que no era poco para la época. El Comité Organizador de Grenoble 1968 también creó la primera mascota de la historia olímpica: Shuss. Pese a no ser oficial, la imagen de Shuss fue utilizada en llaveros, imanes, relojes y un sinfín de artículos y pronto se hizo muy popular entre los habitantes de Grenoble. Se puede decir que Shuss fue un éxito rotundo ya que todos los Juegos Olímpicos posteriores a Grenoble 1968 tuvieron a su propia mascota.

Foto por: IOC

Albertville 1992: los Juegos toman el Valle de la Tarentaise

68 años después de los primeros Juegos Olímpicos de Invierno, celebrados en Chamonix en 1924 y 24 años después de los de Grenoble, los Juegos volvieron a los alpes franceses. Esta vez se celebraron en Albertville y en los valles vecinos de Tarentaise y Beaufortain. Del 8 al 23 de febrero de 1992, los Juegos Olímpicos de Invierno de Albertville acogieron a 1.801 atletas, de entre ellos 488 mujeres, procedentes de 64 países de todo el mundo para participar en 57 pruebas.

Foto por: IOC / Sylvie Chappaz

Con su inigualable oferta de grandes áreas de esquí -Val d’Isere, Tignes, Courchevel, Le Plagne y Méribel-, el valle de la Tarentaise acogió todas las competiciones, con la excepción del esquí de fondo y el biatlón (que se celebraron en Les Saisies, en el valle de Beaufortain) y las competiciones de patinaje (que tuvieron lugar en Albertville). Los Juegos brindaron grandes beneficios a la región de Saboya y al valle de la Tarentaise en diferentes aspectos: con la creación de nuevas infraestructuras, especialmente carreteras, los desplazamientos a los Juegos resultaron mucho más fáciles para los aficionados e impulsaron el desarrollo de la región. Una vez finalizados los Juegos, las estaciones de esquí de la zona aprovecharon las nuevas instalaciones y el renovado interés por los deportes de invierno que suscitó el evento para atraer a un número creciente de turistas, lo que les permitió seguir creciendo.

Foto por: IOC / Jean-Jaques Strahm

Reinventando la ceremonia de apertura

La Ceremonia Inaugural de Albertville 1992, producida por Philippe Decouflé, impresionó a los espectadores de TV con una inmersión total en un universo mágico que entrelazaba imágenes, música y coreografías milimétricas en las que participaron cerca de 3.000 artistas. En el momento clave de la ceremonia, el último portador de la antorcha apareció con un niño saboyano. El nombre del portador de la antorcha se había mantenido en secreto hasta último minuto y no era otro que el tres veces ganador del Balón de Oro Michel Platini. Albertville 1992 otorgó una nueva dimensión a las ceremonias inaugurales y de clausura y reescribió las reglas respecto a las ceremonias que la habían antecedido.

Combinación de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos por primera vez

Albertville fue la primera ciudad en albergar los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Invierno, en 1992. Un mes después de finalizar los Juegos Olímpicos, se celebraron entre el 25 de marzo y el 1º de abril los Juegos Paralímpicos. Las 79 pruebas se llevaron a cabo en Tignes por razones prácticas. Un mes antes, Tignes había acogido también la competición olímpica de esquí estilo libre (moguls), que ganó el atleta francés Edgar Grospiron.

París 2024: reescribiendo las reglas, una vez más

32 años después de Albertville 1992, París 2024 se propone hacer lo que Francia ha hecho cada vez que ha organizado unos Juegos: superar los límites. Serán los primeros Juegos sin emisiones de carbono, los primeros Juegos con igualdad de género y los primeros Juegos con competiciones en las que todo el mundo es bienvenido a formar parte. Esto es lo que pretende París 2024 para honrar el patrimonio olímpico francés y llevarlo al siguiente nivel.