Esgrima

Los orígenes de la esgrima se remontan al denominado manejo de la espada, que fue practicado durante miles de años -tal como lo demuestra el descubrimiento de unas esculturas de esgrimistas que fueron halladas en un templo cerca de Lúxor (Egipto) y datan del año 1190 a.C.

Impulsada por maestros italianos, alemanes y franceses, la esgrima pasó de ser una forma de entrenamiento militar a convertirse en un deporte entre los siglos XIV y XV. En la actualidad, la esgrima se practica en todo el mundo y genera una feroz competencia no sólo en Europa sino también en Asia, Oceanía, América y África: la Federación Internacional de Esgrima está compuesta hoy por 157 federaciones nacionales.

En la esgrima, dos competidores, cada uno con un arma en una mano, se enfrentan para golpear a su rival en una zona del cuerpo válida. Las reglas difieren según el tipo de arma utilizada. Hay 12 eventos de la esgrima olímpica con tres tipos diferentes de armas: florete, espada y sable.

Los golpes realizados con la punta, el filo o el dorso de la hoja se consideran válidos en el sable, en el que la zona de objetivo del cuerpo abarca todo el torso por encima de la cintura, así como la cabeza y los brazos. En la espada y el florete, los atletas sólo puntúan cuando golpean a su rival con la punta de su arma. En la espada, la zona objetivo contempla todo el cuerpo, desde la máscara hasta los pies, mientras que en el florete, la zona objetivo es únicamente el tronco (torso, hombros y cuello). El primer esgrimista que alcance los 15 puntos o que consiga la mayor cantidad de puntos al término de tres asaltos de tres minutos cada uno, gana el combate. En la esgrima por equipos, se lleva el triunfo el primer conjunto que consiga 45 puntos o aquel que se sitúe en la cabeza del duelo cuando se acabe el tiempo.

La esgrima es un deporte olímpico de larga tradición, como demuestra su presencia en el programa olímpico desde los primeros Juegos Olímpicos modernos, celebrados en Atenas en 1896. En la actualidad, hombres y mujeres compiten en eventos individuales y por equipos. Anteriormente, el florete era la única prueba de la esgrima femenina, factor que se mantuvo hasta los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, cuando se añadió la espada femenina. A su vez, el sable femenino se sumó al programa en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.

Entre las figuras que han dejado su huella en este deporte, se destaca el italiano Nedo Nadi, quien es el único esgrimista que ganó una medalla en todas las armas en una misma edición de unos Juegos. En 1912 y con apenas 18 años, ganó el oro en florete. Luego, tras ser condecorado por su país por actos de valentía durante la Primera Guerra Mundial, obtuvo cinco medallas de oro en Amberes en 1920 -un récord histórico e inigualable- en los eventos individuales de florete y sable y en los eventos por equipos de florete, espada y sable.