Mundial de baloncesto 2023: Néstor ‘Ché’ García, el entrenador argentino que hace soñar a la República Dominicana

París 2024

La selección quisqueyana ganó los tres partidos de la primera fase y aspira a alcanzar por primera vez los cuartos de final de un Mundial de baloncesto.

6 minPor Andrés Aragón
Nestor Che Garcia
(FIBA Basketball)

“¡Karlito! ¡Karliiiito!”. La voz quebrada de Néstor ‘Che’ García irrumpe en la zona mixta, donde Karl-Anthony Towns está hablando con los periodistas, y el entrenador se abraza al cuello de su estrella.

Es el ambiente en la selección de la República Dominicana, clasificada para la segunda ronda del Mundial de baloncesto 2023 con pleno de victorias. Towns señala al entrenador que lleva colgado al cuello. “Este hombre es una de las grandes razones”.

Otra vez Che García. El entrenador que guió a la República Dominicana a octavos de final del Mundial de baloncesto en 2019, eliminando a Alemania en la fase de grupos; y que la clasificó de nuevo para la Copa del Mundo en 2023 remontando 17 puntos a la actual subcampeona, Argentina, en Mar del Plata. Su Argentina.

Che García, el entrenador que clasificó a Venezuela para sus segundos Juegos Olímpicos ganando contra pronóstico la FIBA AmeriCup 2015. La Vinotinto selló el pase a Río 2016 ganando a Canadá con un tiro libre en el último segundo, y culminó la gesta venciendo en la final a Argentina. De nuevo Argentina.

Un entrenador que sabe encontrar la sintonía de sus equipos, el primer paso para buscar imposibles.

"Los grandes entrenadores no son solo buenos [en la táctica] para sacar lo mejor de sus equipos, también son alguien con quien sus jugadores quieren estar fuera de la pista”, explicó Karl-Anthony Towns sobre Néstor García.

“Todos queremos estar con él. Reírnos con él. Hablar de baloncesto con él. De cosas que no son baloncesto. Eso es lo que le hace tan especial. Que no es solo un entrenador de baloncesto. Es un entrenador de la vida”.

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Bahía Blanca, cuna del baloncesto argentino

La carrera de Néstor García empezó con unas cartas postales y un auto. Y antes de todo en Bahía Blanca. Allí donde se gestaron Manu Ginóbili, Juan Alberto Espil, Hernán Montenegro, Pepe Sánchez, Marcelo Richotti, Ale Montecchia... La cuna del baloncesto argentino.

“Yo empecé a ser entrenador en la capital del basket, Bahía Blanca”, dijo Néstor García en rueda de prensa. “Soy lo que soy como entrenador gracias a Bahía Blanca, porque desde chiquito te ponen el basket en la sangre, pero nunca imaginé que iba a estar en esta situación”.

“Tengo a mis hijos, que me apoyan totalmente, y tengo a mi mamá, que murió hace poquito menos de un mes, que es la que le habla a ese Néstor de Bahía. Y quizá por eso no pueda dormir, porque me habla y tengo una presión bárbara”.

Su madre, que conservó las cartas con las que empezó todo.

Unas cartas y un auto: los inicios de ‘Che’ García como entrenador de baloncesto

El padre de Néstor García hizo buena amistad con Julio Toro cuando el histórico jugador y entrenador puertorriqueño dirigió a Olimpo de Bahía Blanca en los ochenta. Y cuando supo que su hijo también quería dedicarse al baloncesto, lo animó a escribir a Toro, para entonces ya de vuelta en Puerto Rico.

De ese intercambio de cartas, que en aquella época tardaban un mes en llegar, nació la oportunidad soñada. ¿Querría Néstor ser su entrenador asistente en Puerto Rico?

“Sos un prócer, una leyenda que ganó todo como jugador y entrenador en Puerto Rico, un amigo que me ha ayudado siempre sin pedir nada a cambio. Contigo confirmé en qué quería convertirme”, recordó escribir García, en un artículo publicado en ACB.com.

“Con tu carta siento que fue mi padre el que se dio cuenta que amo ser entrenador. No nos da ni para sacar el pasaje, mas papá ha cumplido su promesa y ha vendido su auto para poder viajar”.

“Voy para allá. Acepto. Me lanzo. Renuncio a todo por este sueño. Por aprender básquet, por convertirlo en mi vida. Y ten claro una cosa. Ya que dejo todo atrás, voy a Puerto Rico dispuesto a entregarme, sin dejarme nada dentro. ¡A morir!”.

La primera experiencia de Néstor García en un banquillo fue en los Gigantes de Carolina, Puerto Rico. La primera temporada, como ayudante de Julio Toro y la segunda, de Herb Brown. Para la tercera, el equipo llamó a Paul Westhead, que una década antes había sido campeón de la NBA con Los Angeles Lakers de Magic Johnson.

No era tan extraño. En esa época el baloncesto de Puerto Rico tenía gran nivel y algunos entrenadores estadounidenses iban allí, bien durante unos meses bien para empezar sus carreras, como el legendario Phil Jackson.

Lo curioso es lo que pasó después: Westhead pidió unos días para incorporarse, el club puso a Néstor García de relevo provisional, el equipo empezó a ganar... Y el Ché, como lo bautizaron en Puerto Rico, se quedó allí.

Empezó así una carrera que al año siguiente, 1990, lo llevó de vuelta a casa de la mano de Estudiantes de Bahía Blanca, donde coincidió con Espil, Richotti o Montenegro. Un camino que ha llevado al Che García a entrenar en nueve países distintos, aunque sus mayores logros han llegado en el baloncesto de selecciones.

Ché García y República Dominicana en el Mundial de Baloncesto 2023

Néstor García fue ayudante de Julio Lamas en la selección argentina que ganó la FIBA AmeriCup 2011, un éxito que suponía además la clasificación para los siguientes Juegos Olímpicos. El Ché no estaría en Londres 2012, aunque sí como entrenador principal en el Sudamericano 2012, que ganó sin perder un partido con un equipo en el que ya estaban Facundo Campazzo, Nico Laprovittola o Marcos Delía.

Después vendría el triunfo histórico con Venezuela en 2015, y el júbilo con la República Dominicana. En el Mundial de 2019, en el clasificatorio para el Mundial de 2023, tras un breve paso por Argentina, y ahora en la Copa del Mundo, donde la selección quisqueyana alcanzó la segunda fase con tres victorias en tres partidos.

El regreso de Karl-Anthony Towns (“es una bendición. Está en otro nivel como jugador. Y no podía ni imaginar lo humilde que es. Es increíble”), el crecimiento de Andrés Feliz o la irrupción de Jean Montero (“Lo amo. Para mí es como un hijo”) tienen a la República Dominicana con opciones de alcanzar por primera vez los cuartos de final de un Mundial de baloncesto. 

De nuevo, con Néstor García al mando.

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