Solo unos meses después de su retiro del tenis profesional, la campeona olímpica Mónica Puig está preparada para su siguiente gran reto: su primer maratón.
Este domingo, 6 de noviembre, la medallista de oro en Río 2016 cambiará su raqueta de tenis por unas zapatillas de correr, ya que espera completar el Maratón de Nueva York.
“Siempre había querido correr un maratón, pero nunca supe cómo”, ha explicado la puertorriqueña a Olympics.com. “Y me lo he tomado muy en serio durante tres meses y medio, entrenando y acumulando kilómetros. Y ahora está a la vuelta de la esquina”.
Puig solo conoce un motor: el trabajo duro. Y lo ha vuelto a aplicar en su primera incursión en el maratón, después de intentar un medio maratón en enero de este año.
El medio, en Scottsdale (Arizona), fue una lección perfecta.
“Era muy inocente con mi primer medio maratón. Participé sin haber entrenado y fue muy, muy duro”, admite Puig.
“Y Nathan [su prometido] me dijo ‘No vas a correr un maratón sin entrenar’. Así que me planteé esta oportunidad maravillosa”.
Entonces Puig comenzó a entrenar a mediados de julio después de haber jugado su último partido de tenis profesional en mayo de este año. Había sufrido problemas en el hombro (y problemas posteriores en el brazo) durante gran parte de 2020, se sometió a cuatro cirugías separadas y jugó solo tres partidos esa temporada.
Intentó regresar de nuevo a las pistas esta primavera, pero el dolor fue demasiado.
“Mi cuerpo ha tenido suficiente”, escribió Puig en Instagram, cuando anunció su retirada en junio de 2022.
“Tu peor enemigo es tu propia mente”
Sin embargo, y después de muchas frustraciones, Puig había comenzado a cansarse de las cosas que le decían que no podía hacer. Estaba buscando algo a lo que pudiera decir que sí, y que le respondiera que sí también.
“Después de mi última cirugía, cuando me retiré, creo que llegué a un punto en que estaba un poco desanimada porque la gente me decía lo que no podía hacer. No podía jugar al tenis a nivel profesional. No podía levantar cosas pesadas, etc”.
De hecho, a Puig le dijeron incluso que no debería correr.
Pero con un planteamiento cuidado y su prometido (Nathan Rakitt) como su compañero de entrenamientos, Puig puso Nueva York en sus miras. Descubrió que correr era una buena manera de aliviar el estrés en un momento en el que hacía un gran cambio en su estilo de vida y dejaba de ser una atleta profesional. Así, siguió el consejo de su instructor favorito, Robin Arzon, para conquistar los desafíos mentales que ofrecía correr.
“Robin habla sobre el entrenamiento para callar la mente”, explica Puig. “Durante las largas salidas a correr, ese ha sido mi mantra: ‘Cierra tu mente, calla a tu mente’. Este tipo de cosas me han ayudado mucho. Y me han hecho una persona mentalmente más fuerte que cuando jugaba a tenis”.
Si bien Puig admite que ha habido ocasiones en las que "quería llorar" a medida que las carreras superan las 20 millas, ha recibido de buena manera el desafío mental diferente que el entrenamiento de maratón le ha ofrecido en comparación con el tenis.
“Algunos días no me quiero levantar y ponerme a correr, pero lo tienes que hacer para conseguir una meta mayor: la de finalizar la carrera”, explica. “Correr es como el tenis porque, al final, tu mayor enemigo es tu propia mente. Y ahí es donde puedes fallar o tener éxito”.
“He podido aprender nuevas cosas en este nuevo camino y todavía utilizo aquellas herramientas que aprendí como jugadora profesional de tenis”.
Aprender nuevas cosas en una nueva vida
Ha sido un año de cosas nuevas para Puig. Mientras ha dejado de lado el tenis profesional, ha entrado más en la televisión, como comentarista y analista para el canal en español de la ESPN.
Si bien comenzará (y terminará) mucho después que los maratonianos de élite el domingo en Nueva York, Puig formará parte de la comunidad de más de 50.000 corredores que conforman el maratón más grande del mundo.
"Es agradable tener esa experiencia compartida", dice Puig sobre su participación. “Hay miles de personas que están compartiendo esta experiencia contigo... y me consuela saber que no estoy sola, a diferencia de una cancha de tenis. No estás solo tú aislado por ahí sin nadie más. Eso ha sido enorme. Ha sido otra fuente de motivación en mi vida”.
Y añade: “Me he puesto la meta de completar los seis maratones principales”.
Ese tipo de experiencia compartida es algo para lo que Puig no tuvo espacio en su vida durante los últimos 15 años porque estaba únicamente centrada en el tenis.
Ahora está disfrutando.
"Creo que lo más emocionante de la retirada, y no me di cuenta en ese momento, fue [que pude] crear mi vida lejos del deporte, que es algo que mucha gente no entiende", expresa Puig. “Muchos atletas profesionales realmente no tenemos una vida. Ahora puedo ser una persona normal por primera vez”.
Una persona normal que tiene una medalla de oro olímpica y que está a punto de correr su primer maratón.