¿Qué es el squash?
El squash es un deporte de raqueta que suelen practicar dos personas en una pista rectangular delimitada por cuatro paredes. El suelo es de madera dura y, en las competiciones profesionales, las paredes son de cristal de seguridad para que los espectadores puedan ver la acción.
Las pelotas de squash son de goma y suelen botar poco. Hay que calentarlas golpeándolas repetidamente contra las paredes antes del partido.
¿Quién, dónde y cuándo inventó el squash?
El squash tiene su origen en los juegos de raqueta –a su vez descendientes del tenis– que se practicaban en el siglo XVIII en las cárceles londinenses, donde los jugadores golpeaban pelotas con raquetas contra una pared o en un rincón para hacer entrar en juego una pared lateral.
A mediados del siglo XIX, tras la llegada de la vulcanización del caucho, los alumnos del internado masculino inglés Harrow sustituyeron la dura pelota de raqueta por otra más grande y hueca de caucho, que se desplazaba más lentamente.
Originalmente llamado baby racquets (raquetas pequeñas), una votación celebrada en la Harrow School dio como resultado el cambio de nombre a squash. Los graduados empezaron entonces a construir pistas a medida que el deporte se extendía más allá de sus orígenes en las escuelas públicas.
¿Cuáles son las reglas del squash?
En la pared frontal, hay tres líneas: la chapa a 48 cm del suelo (bajada a 43 cm en los partidos profesionales), la línea de saque a una altura de 1,78 m y la línea de fuera a 4,57 m, que desciende por las paredes laterales hasta los 2,13 m de la pared posterior.
Al comienzo de un punto, el jugador que saca debe hacerlo desde uno de los dos cuadros de servicio y golpear la pelota entre la línea de saque y la línea de fuera.
Después de eso, todos los tiros posteriores pueden golpear cualquier pared siempre que golpee la pared frontal entre la chapa y la línea de fuera antes de tocar el suelo. La pelota sólo puede botar una vez en el suelo.
El ganador de un peloteo recibe un punto y el siguiente saque. El primer jugador que llegue a 11 puntos -por dos puntos de ventaja- gana un juego. El primer jugador que llegue a tres juegos se lleva el partido.
El squash y los Juegos Olímpicos
El squash nunca ha estado presente en unos Juegos Olímpicos, aunque fue un deporte de demostración en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires 2018.
Los mejores jugadores de squash a seguir
Egipto ha dominado el squash en los últimos años. Nour El Sherbini se ha adjudicado siete títulos mundiales femeninos en los últimos ocho años, lo que la deja a uno del récord que ostenta la malasia Nicol David. El Sherbini ha derrotado a su compatriota Nouran Gohar en las tres últimas finales mundiales.
Seis de las siete últimas finales mundiales masculinas han sido cosa de egipcios, con cuatro victorias de Ali Farag. El peruano Diego Elías es actualmente la mayor amenaza para el dominio egipcio.