Cuando el voleibol de playa empezó a extenderse por las playas italianas, inspiró a los jugadores de balonmano del país a trasladar el juego a la arena.
Evolución del balonmano playa
A finales de la década de 1980, la entrenadora italiana Simonetta Montagni comenzó a desarrollar el balonmano en la playa. A medida que la disciplina comenzó a crecer en popularidad, se le pidió al entrenador Luciano Bartolini que creara el primer conjunto de reglas para el juego en 1990, haciendo que el veloz juego se adaptara a las líneas de la cancha de voleibol de playa existentes.
En el año 2000, el balonmano playa se convirtió en un deporte oficial de la Federación Europea de Balonmano (EHF), y el primer Campeonato Europeo de Balonmano Playa de la EHF se celebró ese año en Gaeta, Italia. El deporte siguió evolucionando con representantes de la Federación Internacional de Balonmano (IHF), y empezó a extenderse por todo el mundo. En 2004, se celebró el primer Campeonato Mundial de Balonmano Playa en Egipto, y el primer Campeonato Mundial de la IHF para menores de 17 años se celebró en Mauricio en 2017. Allí, España ganó el evento masculino y Hungría se llevó el oro en el femenino.
Diferencias entre el balonmano playa y el de pista cubierta
Aunque el balonmano playa deriva del balonmano en pista cubierta, la arena bajo los pies condiciona la forma de jugar. El hecho de que el suelo sea más blando suele dar lugar a espectaculares tiros en el aire de los jugadores, que esperan engañar al portero. A diferencia del balonmano en pista cubierta, el balonmano playa no sólo es un deporte sin contacto, sino que la puntuación de cada periodo es independiente. El ganador de un periodo recibe un punto. Los partidos empatados se deciden mediante una tanda de penaltis, en la que un jugador intentará batir al portero del equipo contrario en un uno contra uno. En los penaltis, cada equipo dispone de cinco intentos. Si el marcador sigue empatado, el ganador se decide mediante muerte súbita.
Los fundamentos
En el balonmano playa, salen a la cancha cuatro jugadores de una plantilla de 10, nueve en los Juegos Olímpicos, de los cuales hay tres jugadores y un portero. Al igual que en el balonmano en pista cubierta, los goles se marcan cuando se lanza el balón a la portería contraria, y los goles espectaculares, como los goles en vuelo, los tiros con efecto y los goles marcados por el portero, o de penalti, valen un punto extra. Los partidos de balonmano playa son de ritmo rápido, con dos periodos de juego de 10 minutos.
Historia olímpica
El balonmano playa, una nueva disciplina del balonmano, debutó en el escenario olímpico en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires 2018. Allí sustituyó al balonmano en pista cubierta, que estuvo presente en Singapur 2010 y Nankín 2014. La disciplina causó una gran impresión en Buenos Aires 2018 ya que contó con el mayor número de atletas de todas las nuevas disciplinas; 215 atletas compitieron en los torneos masculino y femenino. El equipo masculino de España y el femenino de Argentina se llevaron el oro respectivamente.