Un equipo detrás del equipo: Laurent Daignault, siempre en busca de las cuchillas perfectas
¡Siete Juegos Olímpicos y sumando! Primero como deportista y ahora como técnico, Daignault es un experto en el patinaje de velocidad de pista corta y nos cuenta algunos de sus secretos para tener las cuchillas siempre a punto. El equipo de Canadá está en las mejores manos.
Detrás de cada medalla olímpica hay un gran sueño respaldado por mucho sudor y trabajo. Y no solo del atleta. Muchas personas trabajan sin descanso para asegurarse de que su equipo, su deportista, lleguen a los Juegos Olímpicos en plena forma. En el día a día, el equipo detrás de los atletas se ocupa de su salud mental y física, prepara su equipamiento, vigila su alimentación y ayuda a su cuerpo a recuperarse. No los verás en el podio, pero puedes leer sobre ellos en nuestra nueva serie "Un equipo detrás del equipo". La primera persona con la que ha hablado Olympics.com es el técnico de pista corta del equipo de Canadá, Laurent Daignault, que ha participado en siete Juegos Olímpicos, primero como atleta y luego como entrenador y técnico.
¿Qué es exactamente un técnico de pista corta? Se puede saber mucho del trabajo diario de Laurent por lo que aparece tras él durante la videoconferencia para esta entrevista. Monos antiguos del equipo canadiense de patinaje de velocidad en pista corta, cuchillas de patines colgadas sin que figure el nombre de sus dueños en ellas: él es capaz de reconocer a qué patinador pertenece cada cuchilla por su curvatura.
Para aquellos que no lo sepan: el patinaje de velocidad en pista corta es una disciplina en la que los atletas patinan a gran velocidad sobre hielo y en distancias cortas. A gran gran velocidad: hablamos de 50km/h. Aparte de su forma física, el equipamiento de los patinadores juega un papel crucial. Todas las botas están hechas a medida para que se adapten a la perfección al pie de los deportistas. Cada cuchilla tiene dos curvaturas y la combinación de los radios de esas curvaturas ayuda a los patinadores a deslizarse y girar. La forma en la que se deslizan en el hielo puede marcar la diferencia en un evento de medalla, y Daignault lo sabe mejor que nadie.
Dejemos una cosa clara: confiar al técnico las cuchillas de tus patines antes de unos Juegos Olímpicos es como poner tu corazón en las manos de un cirujano. Daignault nos habla de la profunda conexión entre los atletas y las cuchillas. "Algunos atletas dan a sus cuchillas nombres especiales. El objetivo es tener unos patines con unas cuchillas perfectas. Yo llamé a una de las mías Wonder woman. A veces los atletas nombran a sus cuchillas como a sus mascotas, o como a la persona que más les gusta. Samuel Girard llamó a la suyas como su abuelo. Crean una conexión especial con el equipamiento y les aporta sensaciones positivas cuando se las ponen".
Montreal 1976: el comienzo de la aventura olímpica
1 de agosto de 1976. Ceremonia de Clausura de los Juegos Olímpicos en Montreal. Laurent Daignault, de 7 años, y sus hermanos corren por las calles de la ciudad celebrando la clausura del gran evento. "Recuerdo la emoción. Recuerdo que pensé que me gustaba el espíritu de los Juegos Olímpicos y que quería formar parte de ellos algún día". Los tres terminarían teniendo carreras destacadas en el deporte, pero nadie lo sabía entonces.
Laurent Daignault llegó a ir a las Olimpiadas como deportista, pero su sueño olímpico fue diferente a como lo imaginaba. En 1992, el patinaje de velocidad en pista corta debutaba en los Juegos Olímpicos de Albertville, y el entrenador canadiense decidió "sacrificar" a Daignault, de 21 años, para las semifinales, con el fin de asegurar la participación del equipo en la final. El joven Daignault asistió a la final de relevos como espectador. Como no compitió en la final, no recibió la medalla el día de la prueba.
"Fue una mezcla de emociones. Estaba muy contento por nuestro equipo. Luego, cuando los miembros de mi equipo me pidieron que subiera con ellos al podio, alguien me detuvo. No querían que estuviera allí por la televisión. Fue mentalmente duro vivir ese momento". Su medalla llegó mucho más tarde, ya que las reglas cambiaron para que los atletas de las semifinales fueran premiados también con una medalla.
De atleta a entrenador
Al poner fin a su carrera deportiva, Daignault combinó su pasión por el deporte con sus estudios de ingeniería mecánica. ¿Qué característica debe ir primera en la descripción de un trabajo como técnico de patinaje de pista corta? La creatividad. "Hay muchos tipos de problemas que pueden surgir y hay que tener la mente abierta para encontrar el problema y solucionarlo. No hay ningún libro que te enseñe a resolver estos problemas".
En el aspecto mental, hay una diferencia que Daignault destaca en su transición de deportista a entrenador: la presión. "Es más difícil ser entrenador, ya que tienes menos control cuando ves a tu atleta competir".
Si bien la mayor parte del trabajo consiste en rutinas de doblar cuchillas, ajustar las botas de los patines, consultar... es importante ver a los patinadores en acción. "Les echo un ojo en el hielo para ver cómo patinan. Es mejor definir un problema antes de que se haga demasiado grande. ¿Tienen un buen ajuste? ¿Hay algún problema con el equipamiento que no vemos?".
El drama de Pyeongchang
No ha duda de que el patinaje de velocidad en pista corta es un deporte lleno de sorpresas. Hay mucho choque de cuchillas. Uno de ellos le sucedió al equipo canadiense en el clasificatorio de los 500m en PyeongChang. Samuel Girard chocó con un patinador húngaro en la línea de salida. Daignault, que describe la experiencia como "muy estresante", vio desolado cómo las preciadas cuchillas, especialmente preparadas para los Juegos, quedaban inservibles. Daignault se apresuró a cambiarlas bajo la enorme presión que suponen unos Juegos Olímpicos.
"Normalmente, cuando se cambian las cuchillas, nunca es tan fácil. Y a veces [un atleta] nunca se siente perfectamente igual. Mi papel es asegurarme de que no noten ninguna diferencia. En el momento en que cambiamos la cuchilla y Girard se clasificó para la ronda final, parecía que estaba patinando con las mismas cuchillas o que no había pasado nada. Ese momento fue muy satisfactorio para mí".
La importancia de los pequeños detalles
Mientras Daignault y otros entrenadores canadienses preparan para Beijing 2022 a uno de los equipos más fuertes del mundo, cada detalle cuenta. "Se trata de cada pequeño detalle que hacemos cada día para que los atletas estén en un buen ambiente. Eso ayuda. Sin duda. Creo que el hecho de que un deportista rinda a un alto nivel es lo que hace que nuestro trabajo sea tan satisfactorio. Vivimos cada momento con ellos. Cuando rinden, estamos muy contentos y emocionados por ellos".
Si bien hay cierto intercambio entre los técnicos de las naciones más fuertes, Daignault sonríe al admitir que sí, que hay secretos que guarda en su trabajo. "Quieres guardar algunos secretos, como la configuración personalizada para los patinadores. Quieres mantener esas cosas entre ellos y tú".
No es ningún secreto que los grandes nombres del patinaje de velocidad canadiense, como el tres veces campeón olímpico Charles Hamelin, la talentosa y joven Courtney Saralault (logró dos platas y un bronce en los últimos Mundiales, celebrados en Paises Bajos), y la triple medallista olímpica Kim Boutin tienen una cosa menos de la que preocuparse cuando lleguen a Beijing: sus cuchillas estarán en las mejores manos.