El tres veces medallista Olímpico espera llegar en forma a Tokio después de un año fuera de las pistas debido a una lesión en el pie, y encuentra su inspiración en los trabajadores de la salud que se enfrentan al COVID-19
Pau Gasol ha sido uno de los pilares de la selección española de baloncesto en las últimas dos décadas.
El pívot, de 2.16 m, lideró a España hacia su primer título del mundo en 2006, la plata en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 y Londres 2012 y tres coronas del Eurobasket antes de alzarse con la medalla de bronce en Río 2016.
Una fractura por estrés en el pie izquierdo le ha mantenido alejado de las pistas el pasado año, pero Gasol, que cumple 40 en julio, está dispuesto a ayudar a su selección en Tokio 2020, ahora que los Juegos se han pospuesto un año.
El español, seis veces en el All-Star y dos veces campeón de la NBA -con los LA Lakers en 2009 y 2010 junto a Kobe Bryant- se perdió el triunfo de España en la pasada Copa del Mundo en la República Popular de China, donde Ricky Rubio fue la gran inspiración del combinado para llegar a la gloria.
Ahora Gasol espera recuperar la forma para volver a su lugar en el equipo, y, en una entrevista exclusiva al Olympic Channel, habla sobre su recuperación y cómo le están inspirando los trabajadores del campo de la salud en su lucha contra la pandemia del COVID-19.
Me gusta meditar por las tardes.
Está ayudándome mucho en estos momentos
Olympic Channel: ¿Diría que tienes más o menos posibilidades en acudir a sus quintos Juegos Olímpicos?
Pau Gasol: Es una pregunta difícil de contestar porque, por un lado, tengo más tiempo de curarme y recuperarme. Antes de que todo cambiara, y se aplazaran los Juegos, deseaba tener el tiempo suficiente para curar mi lesión y llegar en un estado de forma apropiado -tras un año sin competir- para competir y jugar. Y así todavía, con 40 años, jugar mis quintos Juegos Olímpicos este verano en Tokio.
Ahora tengo más tiempo para recuperarme, pero tendré que jugar de manera competitiva para llegar al verano de 2021 a un alto nivel para poder competir y ayudar a mi país. Pero la verdad es que en el verano de 2021 tendré 41, lo cual supone un reto. Es algo que debería motivarme, ya que siempre he sido una persona que me gustan los desafíos y muy ambiciosa. Y es un deseo mayor poder jugar mis quintos Juegos y que sean, potencialmente, mi última competición.
OC: ¿Como se imaginaría el final perfecto a su carrera?
PG: No sé si hay algo como un final perfecto. Evidentemente ganar una medalla Olímpica, un oro, sería la mejor manera que se me ocurre. Pero la vida no es perfecta. Y entonces tienes que lidiar con cómo vienen y se van las cosas. Ya he tenido una carrera tan maravillosa que no tenía ni idea de qué eran estos procesos de recuperación, lesión, una operación y otra. Ya había asimilado que, si no tenía la posibilidad de volver a jugar, ya había tenido una carrera increíble. Estaría muy feliz si pudiera jugar algo más. Es por eso que estoy trabajando duro para continuar jugando y disfrutando del deporte que quiero un poco más. Eso sería genial. Pero ya veremos. Todavía no sé si mi pie será capaz de sanar y realmente aguantar el esfuerzo, la carga y el estrés que requiere el baloncesto profesional.
OC: ¿Cómo lleva la recuperación? ¿Le está ayudando la cuarentena de algún modo?
PG: Bueno, no diría que me está ayudando porque simplemente ha retrasado el proceso un poco. Pero estoy intentando controlar lo que puedo controlar, continuo haciendo lo que puedo hacer desde casa. Y, cuando pueda hacer algo más, lo haré. Necesito ver a los médicos, al terapeuta. Pero ahora, no puedo verles y por suerte tenemos móviles y podemos mandar vídeos de rutinas y de entrenamientos, y funciones a través del móvil o del ordenador. Pero no es lo mismo.
Siempre me intento centrar en las cosas positivas, en lo que puedo controlar y dar lo mejor de mí mismo. Cuando pueda hacer otras cosas, las haré. Ahora solo tengo un poco más de tiempo para que el hueso se cure y para fortalecer.
OC: Cuéntenos sobre sus recuerdos de los Juegos Olímpicos. Por supuesto, estuvo el Dream Team en Barcelona 1992.
PG: Tenía 12 años en Barcelona. Ya jugaba a baloncesto. Me encantaba el baloncesto y aquel equipo, el Dream Team, el original, realmente lo cambió. El deporte del baloncesto inspiró y tocó a muchos niños y jóvenes, especialmente en mi generación. Realmente caló en nosotros, abrió nuestros ojos y nos hizo soñar en grande, fue como ‘wow, estos jugadores son increíbles. Esto es a lo más parecido a la NBA o a la mejor liga del mundo'. Así se creó el sueño: algún día quizá juegue en la NBA; quizá, si trabajo duro, puedo jugar con ellos.
Creo que el Dream Team inspiró a una generación de jugadores en todo el mundo. Y es por ello por lo que el baloncesto es global ahora. La NBA es global ahora. Hay muchas estrellas internacionales. Ahora, las competiciones internacionales, incluyendo los Juegos, evidentemente son más divertidas de ver. Y aunque Estados Unidos sea quien más opciones tenga de ganar y sea la favorita, su camino no es tan fácil. Esto hace el juego mucho más interesante.
OC: Usted también es una inspiración para muchas personas. ¿Qué piensa de ello?
PG: Creo que es un increíble regalo poder inspirar a otras personas. Nunca he visto esto como una presión, sino como una oportunidad. Y, hasta cierto punto, una responsabilidad. Creo que cuando te inspiran, cuando algo o alguien te llega, luego depende de ti inspirar a otros del mismo modo.
Creo que esto es parte del camino de la vida: ganamos en conocimiento
y en experiencia mientras crecemos. Luego, los compartimos
Ganamos en conocimiento, experiencia, crecemos como personas. Y ese conocimiento, esa experiencia lo compartimos y nos vuelve de regreso. Y así inspiramos a otros. Así es cómo el conocimiento que adquieres en tu vida se pasa a otras generaciones cuando tu vida termina. He sido muy afortunado por tener esta vida, una carrera maravillosa, por poder hacer algo que realmente amo, algo que puede tocar e inspirar a otros, que hace feliz a la gente. Pero ahora es también algo bueno que aportar a la próxima generación. Es precioso.
OC: ¿Y quién es su inspiración ahora mismo?
PG: Creo que ahora mismo hay mucha gente que me inspira: el personal del campo de la salud, los primeros auxilios, los enfermeros y doctores que están trabajando realmente duro ahora mismo por la crisis del coronavirus. Ellos son increíblemente inspiradores. Personas que trabajan todo el día poniendo sus propias vidas en riesgo por mejorar la situación de sus iguales, de la sociedad, sus países y comunidades. Ellos están inspirando a muchas personas. Ellos son quienes están intentando encontrar un modo para salir de esto, ya sea desde el campo médico, científico, gubernamental… desde la posición de cada uno.
Si haces todo lo que está en tu mano para contribuir, eso ya me inspira. Todas estas cosas son inspiradoras. Y realmente tenemos que hacer lo que esté en nuestra mano para salir de la crisis de la mejor manera que podamos.
OC: ¿Qué está siendo para usted lo más duro de la crisis del coronavirus?
PG: Ver el número de personas infectadas, el número de muertes. Escuchar, por ejemplo, cuando fallece alguien y sus familiares no pueden estar ahí. O no poder ver a un abuelo o abuela, o a un padre o una madre que están en el hospital en una situación crítica, no poder confortarlas o darles la mano.
Es una situación extrema. Es como una película de terror,
algo que no habrías imaginado que pasara en la vida real
OC: ¿Cuál cree que es la lección más valiosa que podemos aprender de esto?
PG: Al final, creo que tenemos que apreciar las cosas de la vida. No dar todo por sentado. Esto es un gran recordatorio para todos nosotros. Pensábamos que viajar era normal, que ir a un restaurante era normal, que estar con tus amigos o dar un paseo era algo que todo el mundo podría hacer en una libertad completa y que era algo que nada podía parar. Pero pueden pasar cosas en nuestras vidas que nos pueden afectar de algún modo.
OC: Y, por otro lado, ¿cuál es su mejor recuerdo sobre los Juegos Olímpicos en los que ha competido?
PG: Hay muchos grandes recuerdos. También algunos duros. Pero, al final, ganar tres medallas en cuatro Juegos Olímpicos es uno de las mejores cosas de mi carrera.
Evidentemente me habría gustado que al menos una de esas medallas fuera un oro. Pero nos encontramos con equipos realmente fuertes y estuvimos cerca. Competimos. Tuvimos la oportunidad. Pero al final Estados Unidos nos apartó de ello.
Pero me encanta nuestro espíritu de equipo. Estoy muy orgulloso de la selección. Hemos compartido muchos campeonatos. Y nosotros decimos que somos una familia, seguimos los valores de las familias, trabajamos juntos, nos respetamos. Todo el mundo tiene su propio rol en este equipo. E intentamos cumplir con él y pasarlo bien, no dar las cosas por hechas. Así que esos son mis recuerdos: jugar a cartas con los chicos en la Villa Olímpica, compartir momentos con otros atletas de otros deportes, ir a diferentes eventos, a la ceremonia de apertura, competir en dos finales Olímpicas y dar todo lo que teníamos para intentar ganar el oro. Esos momentos son para siempre.
OC: Ha jugado en dos finales Olímpicas y el partido por el bronce en Río 2016 también fue complicado. ¿Cuáles son sus recuerdos de aquel partido ante Australia?
PG: Fue una batalla dura. Aunque sea un partido por el bronce, gusta ganar. Perdimos en las dos finales Olímpicas, aunque fueran partidos fantásticos contra lo que se podría llamar como otro Dream Team, porque aquellos fueron equipos con un talento muy, muy, muy alto, Hall of Famers. Pero evidentemente ganar la medalla de bronce en Río tuvo mucho significado porque fue un partido de dura batalla. Se decidió en los últimos instantes. Australia se esforzó mucho, pero salimos adelante y encontramos la manera de ganar, y eso es lo que a veces se necesita: ese tipo de esfuerzo, el deseo por ganar, por no renunciar a ser implacable y creer en ti mismo y pelear hasta el último segundo.
OC: Y eso es parte de su espíritu, ¿no? Pelear hasta el final…
PG: Eso es. Cuando queda un pequeño aliento en ti, todavía tienes una oportunidad de luchar. Todavía tienes una oportunidad de ganar.
Por el Olympic Channel.