Hay hazañas tan grandes en la historia del deporte que terminan por marcar por siempre a un atleta. Si preguntan por algún momento de la carrera de Nicolás Massú, seguramente el 99% de los encuestados harán referencia al mismo momento: los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. Allí es donde el tenista chileno se colgó dos medallas de oro, tanto en individuales como en dobles con menos de 24 horas de diferencia entre una final y otra. Hoy en día, sigue siendo el único tenista masculino que lo ha conseguido.
En una charla con el Olympic Channel, el ex número 9 mundial ha recordado la que considera que fue “la mejor semana de su vida”.
“Trabajé toda mi vida para hacer algo grande y ese día y esa semana fue mi momento. Estaba preparado para eso porque había entrenado muy duro. Cuando llega una oportunidad como esa, debes aprovecharla porque nunca sabes si esta oportunidad se volverá a repetir. Aún soy el único tenista en ganar dos oros en unos mismos Juegos Olímpicos", apunta el chileno.
Algo a destacar de aquella hazaña es la cantidad de horas que el tenista tuvo que jugar al máximo nivel entre sus partidos de individuales y dobles.
La final de dobles junto a su compañero Fernando González y contra los alemanes Nicolas Kiefer y Rainer Schüttler tuvo lugar el 21 de agosto y duró 3 horas y 43 minutos. La final individual se disputó tan solo 24 horas después y enfrentó a Massú contra el estadounidense Mardy Fish. Fue otro agónico partido de casi cuatro horas al que chileno llegó con pocas horas de sueño y totalmente contracturado.
“En esos días estaba jugando muy bien. Estaba realmente fuerte, en mi mejor forma. Debes estar preparado para jugar 25 o 26 horas en una semana”, explica.
“Necesitas ser positivo y luchar todo el tiempo porque si tienes esta mentalidad es la única forma de cambiar las cosas. Si eres negativo o no estás peleando lo suficiente, seguro que la situación será más oscura de lo que esperas”, comenta a modo de lección el actual entrenador.
Una trayectoria de éxito
En el Circuito Mundial de la ATP, Massú ganó siete títulos, seis individuales y uno en dobles. Su mejor puesto en la Clasificación de la ATP individual fue el noveno en 2004 y en dobles, el 31.º en 2005. Representó a Chile en la Copa Davis (cuartofinalista en 2006 y 2010), en la Copa Mundial por equipos (campeón en 2003 y 2004), y es considerado el "mejor deportista Olímpico de Chile en la historia".
En 2013 anunció su retirada definitiva del tenis profesional, pero no abandonó ese mundo. Al contrario, fue el inicio de una nueva etapa en la que ha seguido sumando éxitos.
Además de ser el capitán del equipo chileno de la Copa Davis, desde el 2019, Massú es entrenador del tenista austriaco Dominic Thiem, número 3 del mundo. El pasado mes de septiembre la pareja sumó un gran éxito cuando Thiem se hizo con la victoria en el US Open y ganó el primer Grand Slam de su carrera.
“No puedo estar más orgulloso de los resultados que estamos consiguiendo. Dominic y yo somos de diferentes países, de diferentes culturas. Hablamos un idioma diferente. Pero nos entendemos bien y eso te da una ventaja porque cuando conectas así es muy poderoso”, argumenta sobre su relación con el austríaco.
A por Roland Garros
Massú se siente muy feliz en esta nueva etapa ya que le permite seguir en contacto con lo que más le gusta.
“Hoy estoy haciendo la misma vida que tenía cuando era tenista. Realmente amo este deporte. Es una pasión. Es algo muy cercano a mí. No puedo imaginarme lejos de este deporte”, explica sobre esta nueva etapa.
“Los sentimientos, la presión de seguir adelante, de ganar, de perder, de viajar, diferentes circunstancias que tienes que manejar... Por supuesto, hoy soy el entrenador, antes era jugador. Pero creo que ambos momentos son realmente asombrosos, aunque diferentes”, añade.
Después del éxito en el US Open, la pareja Massú-Thiem se enfrenta al reto de Roland-Garros, donde el austriaco tendrá que demostrar que también es uno de los mejores sobre tierra batida. De momento, Thiem sigue invicto en sus últimos 11 partidos, todos ellos de Gran Slam. Pero el domingo 4 de octubre estuvo cerca de de decir adiós a esa racha de imbatibilidad ante Hugo Gaston, el 239 de la ATP.
El austríaco se complicó solo un partido que tenía totalmente controlado con dos sets de ventaja aunque ahora se enfrentará en cuartos de final a Diego Schwartzman, reciente finalista en el Masters 1.000 de Roma. Será el martes 6 de octubre.
¿Y Tokio 2020?
El chileno está convencido que a su pupilo aun le esperan muchos éxitos y espera estar a su lado luchando cada pelota.
“Intento demostrarle a Dominic todo el tiempo que estoy jugando el partido con él. No corro con él, pero juego el partido con él afuera. Y luego estoy totalmente concentrado en cada punto. Voy a intentar hacer todo lo posible para que alcance lo más alto que pueda”, asegura.
Algo que le gustaría a Massú es ver a Thiem triunfar en unos Juegos Olímpicos, tal y como él hizo en 2004. Este año, Thiem estaba dispuesto a renunciar a Tokio 2020, ya que la competición coincidia con un torneo programado para la misma semana en su país natal.
“Siempre apoyo lo que él quiere. Pero también me dijo que un día quiere jugar los Juegos Olímpicos. Veremos cuando se decide… si quiere jugar quizás el año que viene o en París 2024. Es algo que respeto. Es su decisión. Para mí, es importante que el jugador tome la decisión", añade.
Pase lo que pase en las próximos meses, está claro que a la pareja formada por Massú y Thiem todavía les queda mucho recorrido por delante y los Juegos Olímpicos serían algo muy especial para los dos tenistas.