Mundial de Bádminton 2022: Lino Muñoz y su viaje "infernal" de ida y vuelta 

Descubre la historia del jugador mexicano de bádminton que, después de cuatro días de viaje, jugó 37 minutos ante la estrella del deporte Kento Momota en el Campeonato del Mundo.

3 minPor Marta Martín
Lino Munoz of Mexico competes in the Men's Singles First Round match against Kento Momota of Japan on day one of the BWF World Championships
(2022 Getty Images)

Llegó a Tokio desde México unas horas antes de disputar su primer partido. Lo perdió en 37 minutos. Y vuelta a México.

Pero mereció la pena.

Lino Muñoz, referente en bádminton en México y dos veces olímpico, sufrió para poder estar en el Campeonato del Mundo de Bádminton 2022. El viaje del mexicano y de su equipo fue de nada menos que cuatro días.

"El primer día no pudimos viajar porque no teníamos visa. El segundo día ya estando en la sala apunto de abordar nos informan que la computadora del avión se descompuso y que se cancelaba el vuelo. El tercer día tuvimos que hacer un cambio de ruta y en vez de ser un vuelo directo México-Japón tuvimos que hacer escala por Estados Unidos para después aterrizar en Japón el mismo día de la competencia a las 4:00 am", contó Muñoz en su cuenta de Instagram.

Horas después debutó en el campeonato ante el número 2 del mundo, el japonés Kento Momota. 16-21 y 14-21 en 37 minutos, y vuelta para México.

"Este Mundial ha sido de todo menos fácil", remarcó Lino Muñoz, quien, sin embargo, sabía que quería estar en Tokio.

"Estoy muy cansando... pero tenía que venir porque no quería perder la oportunidad de jugar contra uno de los mejores jugadores del mundo", precisó para la web del Mundial de la BWF.

"Trabaja duro hasta el día en que tus ídolos se conviertan en tus rivales. Qué especial fue jugar contra el segundo mejor jugador del mundo".

El amor por el deporte

Muñoz hizo todos los esfuerzos en viajar pese a saber que las posibilidades de lograr la victoria en el partido eran complicadas.

Pero la fuerza del deporte va más allá de los resultados.

"Es la pasión por el deporte: venir de un país en el que el bádminton no es popular para nada significa que tienes que estar ahí para poder mejorar", siguió el mexicano para la BWF.

"Es simplemente el amor por el deporte. El bádminton es la motivación de mi vida. Me despierto todos los días y sé que tengo que practicar porque es lo que me hace seguir adelante".

Lino Muñoz tomó la derrota, y el "viaje infernal", como lo definió él mismo, como un aprendizaje.

"En vez de quejarme, lo tomo con sabiduría y pienso que así tenía que suceder, todo es parte de un proceso y hay que disfrutar de todo lo que vivimos, hasta de lo malo", remarcó Lino Muñoz en sus redes sociales.

Y así fue cómo un viaje de cuatro días para jugar 37 minutos ante uno de los mejores jugadores de bádminton del mundo valió la pena.

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