MIYAKE Yoshinobu: el más grande levantador de pesas de Japón

Los Juegos Olímpicos están llenos de campeones, récords e historias fascinantes, pero son también una enciclopedia increíble de momentos extraños, graciosos, emotivos y tristes. Nos adentraremos en ellos un poco cada semana para conseguir ponerle una sonrisa en la cara o una lágrima en la mejilla. Esta semana: el primer medallista de oro para Japón en los Juegos Olímpicos de Tokio 1964

Yoshinobu Miyake
(2005 Getty Images)

Los antecedentes

MIYAKE Yoshinobu es quizás uno de los más grandes levantadores de pesas que han competido en los Juegos Olímpicos.

Nació el 24 de noviembre de 1939 en Murata Town, de la prefectura de Miyagi, y fue el sexto de nueve hermanos. Años después, empezaría una dinastía familiar en la halterofilia.

Al entrar al instituto, Miyake comenzó a interesarse por el judo, y empezó a practicar este deporte hasta competir en competencias de la prefectura en su tiempo libre, ya que no podía permitirse tomar parte de un club debido a que trabajaba media jornada como repartidor de periódicos.

Pero durante su segundo año en el instituto, acabó lesionado en un entrenamiento.

Miyake se preguntó cómo podía hacerse más fuerte, y un amigo le dijo que había una barra con pesas en el Instituto Agrícola y Forestal de Shibata. No destacaba en sus entrenamientos en la sala de pesas, pero durante esta época descubrió que un estudiante del instituto de Fukushima, FURUYAMA Yukio, había acabado octavo en los Juegos de Melbourne 1956.

Entonces comenzó a pensar que podría ser posible hacer lo mismo: ir a unos Juegos Olímpicos. Al principio no entraba en sus planes ir a la universidad y, en cambio, prefería buscar un trabajo. Pero no había ninguna compañía que apoyara su carrera en la halterofilia, así que buscó una universidad con un fuerte programa en levantamiento de pesas. A pesar de ser aceptado en la Universidad de Hosei, tenía que pagar una tasa de admisión de 50.000 yenes, lo que obligó a Miyake a trabajar a media jornada para lograr la mitad de lo que necesitaba. Su hermano le dio la otra mitad.

No fue nada fácil, y el fin de ahorrar le obligó a comer simplemente un imagawayaki (un dulce japonés recubierto de frijol rojo) y a beber una botella de agua al día.

A pesar de todo ello, Miyake consiguió su objetivo: participar en la clase de peso gallo en Roma 1960, donde ganó una medalla de plata.

Sin embargo, este solo fue el principio del camino de Miyake en la halterofilia Olímpica. Su siguiente meta era lograr el oro en los Juegos de Tokio 1964.

"Trabajé sobre lo que tenía que hacer en 1.460 días", dijo a la Fundación Deportiva Sasakawa en 2012.

"Qué tenía que estudiar o practicar, y cómo tenía que prepararme mentalmente. Empecé a controlar mi peso, estudié la nutrición, la fatiga; tomé conocimientos de medicina, de cómo mejorar la fuerza mental, cómo hacer un programa, y también recolecté información sobre los rivales".

Durante este periodo, ganó dos Campeonatos del Mundo consecutivos en 1962 y 1963, además de graduarse en la universidad.

Para perfeccionar su técnica como levantador, quería grabar sus ejercicios. A pesar de ganar unos 12.000 yenes mensuales (unos 33 dólares) como miembro de la Fuerza Terrestre de Autodefensa de Japón, logró ahorrar para comprarse una cámara de 240 dólares.

Como las famosas técnicas del "Fosbury Flop", el "Ali Shuffle" y más recientemente los "Biles", Miyake utilizó una técnica particular: el "Miyake Pull" o "Estilo rana". Cuando el levantador de pesas de 158 cm se colocó frente a la barra, apoyó los talones juntos con las rodillas extendidas y los dedos de los pies apuntando hacia afuera: básicamente como se sienta una rana.

La final

Dos días después de la Ceremonia de Apertura de Tokio 1964, tuvo lugar el evento de peso pluma (60 kg) en el Public Hall de Shibuya.

Un día antes, el levantador ICHINOSEKI Shiro había conseguido la primera medalla para Japón en sus Juegos Olímpicos con un bronce en el peso gallo.

Miyake se desperto aquella mañana fresco, después de dormir nueve horas, y eso que había tenido problemas con el sueño los días anteriores. Corrió un kilómetro, se dio una ducha, estiró y llegó a la sede preparado y relajado.

El mayor rival de Miyake era Isaac Berger, de Estados Unidos, quien había ganado la plata en Roma 1960 en peso pluma.

Sin embargo, al final el atleta japonés consiguió batir un récord del mundo de 397.5 kg, quince más que el medallista de plata, Berger. Así aseguró el primer oro de la nación anfitriona en Tokio 1964.

En Tokio 1964, Miyake fue el único medallista dorado en halterofilia de una nación no perteneciente al bloque del Este, que consiguió 15 de las 21 medallas posibles. Su dominio fue tal que fue el único atleta en lograr el oro en las siete clases de halterofilia que no erró en ninguno de sus levantamientos.

El resultado

Cuatro años después, en México 1968, Miyake retuvo su título Olímpico y su hermano pequeño Yoshikuyi logró el bronce en la misma clase. Fue la primera y única vez en la que dos hermanos japoneses subieran juntos al podio en un evento individual en los Juegos Olímpicos.

En Múnich 1972, los cuartos Juegos Olímpicos consecutivos para Miyake, se conformó con la cuarta plaza.

Para cuando se retiró, en marzo de 1997, tenía 25 récords del mundo, dos oros Olímpicos y una plata, y tres Campeonatos del Mundo. Lejos del escenario deportivo, Miyake ha recibido varios premios prestigiosos, como el Premio a Hazaña Deportiva de 1968 (Ministerio de Educación), la Medalla de Cinta Morada de 1997 (Primer Ministro), y la Orden del Tesoro Sagrado en 2011 (Primer Ministro).

Además, entró en el Salón de la Fama de la Halterofilia en 1993.

Ahora, como director de halterofilia en la Universidad Internacional de Tokio, Miyake, con 81 años, entrena a la siguiente generación de levantadores, entre ellos, algunos que representarán a Japón en Tokio 2020.

Y la familia Miyake, por su parte, continúa viviendo de la halterofilia Olímpica, con su sobrina MIYAKE Hiromi, medallista de plata en Londres 2012 y bronce en Río 2016, preparada para participar en Tokio 2020 en la categoría de 48 kg una vez más.

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