Cuatro oros Olímpicos es algo nunca visto en la lucha grecorromana masculina. Hasta los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Mijaín López ha conquistado su cuarto título Olímpico en el día 10 de los Juegos tras superar de manera contundente (5:0) a Iakobi Kajaia, de Georgia, en la final de lucha grecorromana 130 kg.
Aunque lo haya celebrado del mismo modo que cuando lo consiguió en Río 2016, el oro de Tokio 2020 es incluso más especial, ya que le ha otorgado a López el estatus de leyenda: se ha convertido en el primer hombre en conseguir cuatro oros Olímpicos en lucha. En la categoría femenina, lo consiguió anteriormente la japonesa ICHO Kaori (2004-2016).
Los de Tokio 2020 eran los quintos Juegos Olímpicos para López. Después del cuarto puesto en Atenas 2004 -precisamente en una edición en la que su hermano, Michael, ganó un bronce en boxeo-, López Núñez solo sabe lo que es ganar.
De esta manera, López Núñez ha hecho historia para el deporte cubano, tras igualar el récord, vigente desde hace 117 años, como segundo atleta cubano en llegar a cuatro medallas de oro. El último en conseguirlo fue Ramón Fonst en esgrima (1900-1904); si bien es cierto, Núñez es el primero en hacerlo representando siempre a Cuba, ya que Fonst logró una presea como dorada en florete por equipos junto al Equipo Mixto.
Así, son los dos deportistas latinoamericanos con más medallas de oro.
Estas cuatro medallas Olímpicas son las joyas de la corona de un palmarés increíble, en el que López suma también cinco títulos Mundiales (2005, 2007, 2009, 2010, 2014).
La hazaña de López supone el segundo oro consecutivo de un luchador cubano en el día 10 de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, tras el logrado por Luis Alberto Orta.
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Yasmani Acosta (Chile), cuarto
Otro latino disputó el combate por el bronce en la categoría de los 130kg: Yasmani Acosta.
Yasmani Acosta se quedó a los pies del podio. El luchador nacido en Matanzas, Cuba, compartió selección durante casi una década con Mijaín López, pero se nacionalizó chileno para poder disputar competiciones como ésta, donde los países solo pueden enviar un representante.
"Entrené con él todos los días durante nueve años. Le aprecio mucho. Pero hay que entender las circunstancias", afirmó en declaraciones recogidas por Diario Libre. "Lloré viendo los Juegos Olímpicos, porque vi que había muchos a los que yo ya había vencido. Dejé Cuba para alcanzar un sueño".
La apuesta estuvo muy cerca de dar sus frutos, pero cayó ante Semenov, campeón del mundo en 2018.