María Xiao, la Olímpica que ha cumplido su sueño y el de sus padres
Xiao representará a España en tenis de mesa en Tokio 2020, este verano, después de que sus padres, que fueron jugadores profesionales, no pudieran acudir a unos Juegos Olímpicos debido a la fuerte competencia en la República Popular de China
Cuando Carolina Marín se alzó con el oro en bádminton en Río 2016 no solo fue un triunfo para España, sino que se convirtió en la primera jugadora en romper la hegemonía asiática en este deporte en los Juegos Olímpicos. Pero, ¿podría pasar lo mismo en otros deportes con la misma tradición, como es el tenis de mesa?
Si el cambio se produce desde España, María Xiao podría ser una de las aspirantes a tomar el testigo de romper con la historia. La jugadora de tenis de mesa, de doble nacionalidad española y portuguesa, estará en Tokio 2020 después de conseguir su pase en el Preolímpico europeo este año a finales del mes de abril.
"La verdad es que ha sido un sueño porque supone participar en el mayor evento del planeta. Aún me cuesta creer que me he clasificado", reconoce Xiao en una entrevista para Tokio 2020.
El homenaje a sus padres
Esta clasificación sirvió prácticamente de homenaje para sus padres.
Ambos fueron jugadores profesionales su nación de origen, la República Popular de China, pero, debido al alto nivel de calidad allí, nunca pudieron clasificar para unos Juegos Olímpicos.
"Como es el sueño de cualquier deportista, ellos han sido deportistas de alto nivel. Y bueno, ellos no han tenido la oportunidad de jugar por otra selección. En China, como hay mucho nivel, no eran los mejores. Entonces no han tenido la oportunidad. La única que podía tener esa oportunidad de jugar en unos Juegos era yo. Ya he cumplido mi sueño y el de ellos", reconoce María Xiao.
Y eso se resume en una alegría compartida.
"Después de clasificarme, estaban mucho más contentos que yo. No les había visto tan contentos en mi vida, la verdad", remarca.
Desde pequeña llevo una pala en la mano
Una vida vinculada al tenis de mesa
Precisamente que sus padres fueran jugadores de tenis de mesa no le daba a Xiao mucha más salida que este deporte, según cuenta ella entre risas: "Desde pequeña llevo una pala en la mano. No me quedaba muchas opciones, porque ellos iban a entrenar y a jugar y yo iba con ellos".
"La verdad es que de pequeña no me gustaba mucho", sostiene.
Sin embargo, ahora agradece el apoyo en casa.
"Tener unos padres profesionales me ha ayudado mucho y creo que hay más lados positivos que negativos. Me dan muchos consejos, de pequeña han entrenado mucho conmigo...", asegura.
Es decir, que Xiao acabó cogiendo el gusto por este deporte.
Xiao nació en 1994 en Calella (España), lugar al que habían llegado sus padres dos años antes para seguir labrándose un futuro vinculado a este deporte. Esto les acabó llevando a otro destino: Portugal.
"Al cabo de unos años, creo que el 96 ó 97, nos fuimos a Portugal, porque recibieron alguna oferta de allí y se mudaron. Así que yo de pequeña vivía en Portugal, desde los dos o tres hasta los dieciocho", cuenta.
Entonces ella volvió a España para seguir su carrera. “Pensábamos que en España podía tener más futuro como deportista”, recuerda. Y fue en ese momento cuando empezó a sentir el gusto por el tenis de mesa: "Fue más o menos en 2018 o 2019 y ahí me puse a entrenar más en serio. Entonces ya tenía el objetivo en mente [de ir a unos Juegos Olímpicos]".
Lo consiguió precisamente en el Preolímpico de Europa que se celebró en Guimaraes, Portugal.
El dominio asiático en el tenis de mesa
Pese a que su doble nacionalidad sea española y portuguesa, María Xiao no se ha desvinculado nunca del lugar de origen de sus padres: la República Popular de China, a donde vuelve dos veces al año.
"En China el tenis de mesa es el deporte rey, como aquí el fútbol. Allí casi todo el mundo habla de tenis de mesa. En las calles ves a mucha gente jugando: veteranos, jóvenes, niños pequeños... Todo el mundo sabe un poco, todo el mundo te puede dar consejos o puede meter un par de bolas en la mesa. La verdad es que es increíble", cuenta Xiao.
Esta cultura explica el dominio de esta nación en este deporte. Desde que el tenis de mesa se incluyó en el programa Olímpico en 1988, la República Popular de China ha ganado 28 de las 32 medallas de oro en juego.
Sin embargo, Xiao vaticina que el dominio chino puede acabar en Tokio 2020... aunque no el asiático.
"Para el equipo femenino igual han arriesgado un poco también de cara a los próximos Juegos, que son en tres años. Es un equipo más joven de los que solía llevar la selección china, pero en China, como todas son buenas, pueden llevar a quien sea", explica Xiao sobre la selección femenina de este país para los Juegos de Tokio.
"Pero ahora mismo yo creo que sí se les puede ganar. Por ejemplo, en chicas hay una japonesa buenísima que ha ganado ya a varias chinas. Yo creo que nunca nadie les había ganado tantas veces, y en estos Juegos no va a ser tan claro que vaya a ganar el equipo chino", prosigue Xiao, que en sus inicios tuvo como referente a NAN Wang, ya retirada.
Sin embargo, no ve posible que el dominio chino lo pueda romper Europa. "En las chicas, hay mucha diferencia de nivel entre asiáticas y europeas. En chicos no tanto, pero en chicas todavía creo que queda mucho", reconoce.
Ni siquiera ella, con esa mezcla española-portuguesa-china, se ve en el lugar de poder acceder al podio. "Voy a luchar. Voy a hacerlo lo mejor posible, pero no hay un objetivo así como ganar una medalla, porque, ahora mismo, es inviable", reconoce.
Es decir, según Xiao, es difícil pensar en una Carolina Marín en tenis de mesa... de momento.
“Chicas como Carolina Marín no hay muchas. Va a ser difícil que pase algo como lo de Carolina. Ojalá pase algo así en tenis de mesa”.