La disciplina de clavados ha sido parte de los Juegos Panamericanos desde 1951 y, a lo largo de las 18 ediciones que se han disputado hasta el momento, Estados Unidos es el país que más medallas ha acumulado (118). En la década de los ochenta uno de sus máximos representantes, no solo de la competencia panamericana sino a nivel olímpico e internacional, Greg Louganis, brilló tanto en la plataforma como en el trampolín.
Sin embargo, en las últimas tres ediciones la repartición de las medallas en la fosa panamericana dio un giro: México consiguió 17 oros, 8 platas y 7 bronces, mientras que Estados Unidos solo se hizo de un oro, 4 platas y 7 bronces.
De esta manera México, con 74 metales acumulados en total, se convirtió en la segunda nación con más medallas en la competencia de clavados de Juegos Panamericanos, mientras que Canadá (cuyas estrellas Alexandre Despatie y Emilie Heymans destacaron con 14 medallas históricas), se ubica en el tercer sitio con un total de 64.
Joaquín Capilla, el máximo medallista olímpico en la historia de México, empezó a marcar el camino en Buenos Aires 1951. Después hubo otros nombres como Fernando Platas (uno de los máximos medallistas en la competencia continental), hasta los referentes de la actualidad en los más recientes Juegos Panamericanos: Rommel Pacheco, Iván García y Yahel Castillo.
En la rama femenil, la máxima referente de todos los tiempos es la mexicana Paola Espinosa. La doble medallista olímpica logró en Lima 2019 una hazaña que hasta ahora ninguna otra clavadista ha alcanzado: Incrementó su legado a 15 medallas, resultado de su participación en cinco ediciones (de Santo Domingo 2003 a Lima 2019).
La competencia de clavados en los Juegos Panamericanos de Santiago 2023 se llevará a cabo en el Centro Acuático del Estadio Nacional en Ñuñoa.
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