#StrongerTogether Hoefflin y Gremaud: una amistad en el podio
En cada avance, en cada caída, en cada victoria: estamos juntos, #StrongerTogether. En los Juegos Olímpicos de Invierno PyeongChang 2018, Sarah Hoefflin y Mathilde Gremaud compartieron el podio en el slopestyle de esquí acrobático. Impulsadas por su amistad, las dos esquiadoras esperan volver a hacerlo en Beijing 2022. Incluso sueñan con un pleno suizo en el esquí acrobático con la ayuda de Giulia Tanno.
El mensaje de la campaña #StrongerTogether 2022 puede resumirse con este lema: "Cada subida, cada caída, cada victoria, estamos juntos en esto".
Cuando creemos en los demás, podemos hacer realidad lo increíble. Creer en los demás nos inspira a creer en nosotros mismos; a dar ese salto, a hacer ese truco, a empujar hasta la meta. En cada subida, en cada caída, en cada victoria, estamos juntos.
Sarah Hoefflin y Mathilde Gremaud son la encarnación del espíritu #StrongerTogether. Hace cuatro años, las dos atletas suizas compartieron el podio en la prueba de esquí acrobático slopestyle en PyeongChang 2018, con Hoefflin ganando el oro y Gremaud obteniendo la plata.
El fuerte vínculo entre las dos esquiadoras desempeñó un papel importante en el resultado y añadió otra dimensión a la ocasión especial.
Aunque Hoefflin terminó 3,40 puntos por delante de Gremaud, las esquiadoras celebraron el logro de la otra.
"Cuando lo pienso, si tuviera que elegir a alguien para terminar por delante de mí, habría elegido a Sarah. Fue genial. Saber que la medalla de oro fue para alguien a quien aprecio tanto me hizo sentir como si yo hubiera ganado también. Es como si hubiera ganado dos veces", dijo Gremaud a Olympics.com.
Ambas esquiadoras admitieron que tenían mayores ambiciones para PyeongChang: un pleno suizo en el podio con la ayuda de Giulia Tanno. Pero el equipo suizo no tuvo la oportunidad. Tanno se lesionó dos semanas antes de los Juegos Olímpicos de Invierno y no llegó a PyeongChang 2018.
"El gran sueño era que las tres estuviéramos en el podio. Era lo único que quería: estar juntas en este podio. No me importaba la clasificación, no importaba si tenía que terminar primera o tercera", dijo Hoefflin.
"La amistad es muy importante en el deporte, lo hace más atractivo, y te permite centrarte más en ti misma y en tu deporte sin tener que estar siempre comparándote con los demás", explica Gremaud.
Terminar primera y segunda en la prueba de slopestyle unió todavía más a las dos.
"Antes no habíamos tenido demasiado tiempo para conocernos, pero siento que con todo lo que pasamos en los Juegos Olímpicos compartimos mucho. Hubo algunos momentos duros, y tener a mi lado a alguien que había pasado por lo mismo que yo me ayudó mucho", añade.
Aunque ambas compartieron muchos momentos después de subir a un podio, hay uno que simboliza verdaderamente la amistad entre estas dos mujeres: su marcha de la Villa Olímpica. Aunque al día siguiente tenía que coger un vuelo muy pronto, Hoefflin lo celebró saliendo de fiesta. Su compañera Gremaud tuvo que hacerle su propia maleta, con esa preciosa medalla de oro incluida.
Un equipo de "muy buenos amigos"
La historia muestra hasta qué punto el equipo suizo se siente como una familia. En el grupo de esquí acrobático, los atletas se consideran "muy buenos amigos".
Los esquiadores aprenden los unos de los otros y en este ambiente comparten mucho tiempo y consejos entre ellos.
"Estamos muy unidos, es muy especial. Nos ayuda mucho. Estamos progresando mucho gracias a nuestro espíritu de equipo", afirma Hoefflin.
"Cada uno tiene su propio camino, pero siempre estamos juntos", dijo Gremaud.
La camaradería ayuda a los atletas a dar lo mejor de sí mismos, no solo en lo que respecta al esquí, sino que también tiene un impacto positivo en su vida cotidiana.
"Estoy aprendiendo muchas cosas de ella (Gremaud). Y no solo en el esquí acrobático, sino también en la vida cotidiana. Ella sabe muchas cosas, es súper inteligente, así que tenemos charlas muy interesantes. Es increíble tenerla en el equipo", dijo Hoefflin sobre su compatriota, que es nueve años menor que ella.
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Dos amigas que comparten algo más que un podio olímpico
Hoefflin, que empezó en esquí acrobático a los 20 años, y la joven prodigio Gremaud, son de generaciones diferentes. Sin embargo, el deporte y la pasión por el esquí las han unido. Y ahora son buenas amigas. El sentimiento de amistad es más fuerte que su rivalidad en la competición. Las dos esquiadoras se aprecian, se complementan y se empujan mutuamente a ser mejores.
"Es una muy buena amiga", dice Hoefflin. "Ella es una inspiración, es realmente increíble", confesó Gremaud.
Ambas han alcanzado 12 podios en la Copa del Mundo, de los cuales han compartido cuatro. Compartir un podio con una amiga íntima en los Juegos Olímpicos de Invierno o en cualquier evento internacional hace que el momento sea aún más memorable.
"No solo en los Juegos Olímpicos, sino que siempre es mejor compartir el podio con un amigo cercano. Es muy inspirador", dijo Gremaud.
Aunque las dos esquiadoras se enfrentan a menudo en competición, las atletas suizas se consideran más amigas que rivales, lo que no ha cambiado con el tiempo. Su objetivo olímpico para Beijing 2022 tampoco ha cambiado. Subir de nuevo juntas al podio.