Las belgas Charlotte Englebert y Emma Puvrez, compañeras en la cancha de hockey y en la vida
Charlotte Englebert y Emma Puvrez se conocieron durante un entrenamiento de las Red Panthers hace varios años y ahora son pareja. En enero de 2024, también lograron juntas obtener una cuota para Bélgica a los Juegos Olímpicos de París 2024 en hockey sobre césped femenino.
Obtener una cuota olímpica siempre es algo especial, más aún si lo logras junto a la persona a la que amas.
Charlotte Englebert y Emma Puvrez tuvieron la oportunidad de vivir esa experiencia con en el Preolímpico de Hockey sobre césped que se disputó en Valencia (España) en enero de 2024. Las dos jugadoras comparten vida, pero también cancha, como integrantes de las Red Panthers. Pudo verse en aquel partido decisivo en el camino hacia los Juegos Olímpicos de París 2024 y fue algo muy especial.
"Vivir este tipo de competiciones juntas hace que sean aún más únicas. Persiguimos los mismos sueños, así que es muy agradable trabajar juntas. Creo que nos volvemos más fuertes, más seguras. Es un momento realmente único que no todo el mundo tiene la oportunidad de experimentar", señaló Emma Puvrez, en una entrevista exclusiva con Olympics.com en Valencia.
Esta clasificación olímpica se suma a la lista de logros del equipo nacional belga, que ya incluye varias medallas continentales. Sin embargo, ningún trofeo, resultado o récord puede superar el logro más hermoso de la defensora y de la atacante de Bélgica.
Un entrenamiento en Estados Unidos les permitió conocerse y comenzar una historia de amor que dura ya casi cinco años.
Los Comités Olímpicos Nacionales (CON) tienen la autoridad exclusiva sobre la representación de sus respectivos países en los Juegos Olímpicos, por lo que la participación de cada atleta en los Juegos de París dependerá de la selección de su CON para representar a su delegación en París 2024. Los jugadores de los equipos que competirán en París 2024 todavía tienen que ser seleccionadas.
Charlotte Englebert y Emma Puvrez no se conocían antes de integrar las Red Panthers
En otoño de 2018, Charlotte Englebert se unió por primera vez a las Red Panthers durante un entrenamiento en Pensilvania. Allí, además, conoció a la mujer de su vida.
"Es divertido, seguía al equipo nacional desde hacía mucho tiempo, pero no sabía que ella jugaba. Seguía más a otras jugadoras, a las mayores. Fue una grata sorpresa verla en el grupo y desde el principio nos entendimos muy bien. Emma se quedó en Estados Unidos después de la concentración, así que nos escribíamos y comenzamos a vernos cuando ella regresó", recuerda Lotte para Olympics.com.
No se han separado desde entonces. Empezaron compartiendo su rutina diaria en el Royal Racing Club de Bruselas y, más tarde, ficharon por la liga neerlandesa: Englebert al Den Bosch y Puvrez al Tilburg.
La veintena de kilómetros que separa a ambos clubes no les impide vivir juntas y cuidar de los dos perros que tienen. Esta pasión por los animales, al igual que su gusto por viajar, ir a restaurantes o salir de compras, les evita tener una vida centrada exclusivamente en el hockey sobre césped.
No todo fue sencillo. Tuvieron que encontrar un equilibrio para que la vida profesional no invadiera demasiado su relación personal.
"Decidimos que podíamos hablar de hockey durante diez minutos después de un partido para desahogarnos. Luego, nos subimos al coche y nos centramos en el resto del día", cuenta Charlotte Englebert, que tiene cuatro años menos que su pareja.
Este compromiso evita debates interminables, porque, si bien tienen muchas cosas en común, sus roles en la cancha son diferentes y la forma de concebir su deporte también lo es.
El amor ayuda en el hockey, pero al revés también
Emma Puvrez es defensa, mientras que Charlotte Englebert juega en el medio campo o en ataque. Parece un detalle, pero, en una pareja, puede ser una fuente de desavenencias.
"Hablar mucho de hockey puede crear pequeñas tensiones porque no vemos el partido de la misma manera; a veces, es difícil. En el entrenamiento, eso no sucede porque hacemos nuestras cosas por separado, hablamos tomando una taza de café, pero no hay tensiones".
Si esta pareja de jugadoras de hockey rara vez tiene disputas, tal vez sea porque el deporte les permite conocerse en condiciones muy diferentes a las de la rutina diaria. Entender el funcionamiento de la otra en los entrenamientos o en un partido suele ser una ventaja tanto en el campo como en la vida cotidiana.
Emma Puvrez y Charlotte Englebert, que ya han ganado el Stick de Oro a la mejor jugadora belga del año, no son una excepción y su relación también las beneficia en la cancha. Se conocen mejor que nadie y pueden apoyarse mutuamente en los desafíos.
"Emma puede hacer o decir algo que me ayude en un momento difícil, es una prueba de que el amor puede ayudar en el hockey", asegura Charlotte.
Y si la llama del amor es lo suficientemente fuerte como para resistir cuando el viento sopla en contra, entonces, no hay razón para que no arda en los momentos de gran alegría.