El histórico camino olímpico de Rafael Nadal llega a su "casa": la arcilla de Roland-Garros
"Soy un tipo sencillo", respondió Rafael Nadal, la leyenda del tenis, cuando se le plantearon preguntas sobre el final de su histórica carrera.
Minutos después de la desafortunada derrota de Nadal en primera ronda de Roland Garros a finales de mayo, el español se mostró optimista y honesto.
"Disfruto de lo que hago: me apasiona el deporte; me apasiona la competición", continuó hablando con los periodistas. "Me gusta practicar, me gusta jugar tenis. Estoy en un momento diferente de mi vida personal también, viajando con mi hijo, mi esposa... Estoy disfrutando de estos momentos que no volverán".
Los dioses del deporte parecieron intervenir este año, que podría ser el último como profesional: a la vuelta de la esquina están los Juegos Olímpicos de París 2024, y el evento de tenis se celebrará en el Estadio Roland-Garros, el mismo lugar. donde ganó 14 títulos del Abierto de Francia, grabándose en los libros de historia como el mejor jugador de tierra batida de todos los tiempos.
Sin estar preparado para considerar los Juegos Olímpicos como su último torneo, Nadal en cambio ha abordado los últimos meses –que han estado plagados de lesiones y dudas– como lo ha hecho el resto de su carrera: dando un paso a la vez y sin aceptar historias grandiosas, ya sea sean de pesadillas... o sueños.
"Este es un momento para seguir adelante", añadió aquel día, cuando cayó ante el campeón olímpico Alexander Zverev. "[Acepto] el momento y veamos qué [viene después]'".
Es una temporada sin precedentes en muchos sentidos, incluso para el propio evento olímpico del tenis, que regresa a la arcilla por primera vez desde Barcelona 1992. Le da a Nadal, ahora con 38 años, la oportunidad de tener la despedida más dorada, medalla olímpica incluida o no.
Rafael Nadal y los Juegos Olímpicos: un pasado histórico
Nadal se ha mantenido abierto a la posibilidad de seguir jugando después de los Juegos Olímpicos. Pero 2024 ha sido un desafío después de que una lesión lo dejó fuera durante la mayor parte de 2023. Ganó 11 de 17 partidos jugados y después de Roland Garros se saltó Wimbledon, optando por jugar un pequeño evento ATP en Suecia la semana pasada en arcilla.
Allí llegó a la final, venciendo a dos jugadores del top 50 en el camino. Hubo señales alentadoras para pensar que Nadal podría tener una épica semana en París 2024, especialmente si evita su destino en el Abierto de Francia, donde enfrentó a un jugador del calibre de Zverev en primera ronda.
Nadal tiene un pasado histórico en los Juegos: ganó el oro individual en su debut en Beijing 2008, donde venció a su rival Novak Djokovic en una memorable semifinal por 6-4, 1-6 y 6-4 antes de triunfar sobre el entonces medallista de bronce olímpico, Fernando González, en tres sets en una final al mejor de cinco.
"Una victoria aquí para mí es, bueno, increíble, ¿no?" dijo Nadal, de 22 años, en Beijing. "Sé lo difícil que es ganar estas cosas, y especialmente porque sólo tienes una oportunidad cada cuatro años. La razón por la que gané este título es porque me lo pasé fantástico y disfruté mucho en la Villa. Muchas gracias. Muchas gracias a los deportistas españoles por venir cada día a apoyarme. Fue una experiencia increíble para mí".
La victoria no sólo le valió un oro olímpico, sino que también lo catapultó al número 1 del mundo por primera vez, suplantando a Roger Federer del primer puesto por primera vez desde mediados de 2004.
Nadal se perdió Londres 2012 debido a una tendinitis en la rodilla. Regresó al escenario olímpico en Río 2016, donde le sucedió algo que pocas veces afrontó en su carrera: tras llegar a semifinales, perdió dos partidos seguidos. Primero a Juan Martín Del Potro en semifinales y luego ante Kei Nishikori en el partido por la medalla de bronce.
Tras esa decepción, Rafa Nadal se recuperaría con una de las victorias más emotivas de su carrera: él y su gran amigo Marc López ganaron la medalla de oro en dobles, lo que le permitió unirse al chileno Nicolás Massú como los únicos hombres en ganar oros tanto en individuales como en dobles en la era olímpica moderna.
Nadal se prepara para un doblete memorable junto a Carlos Alcaraz
¿El título de dobles con Marc López podría ser también un presagio de lo que vendrá en París?
Cuando Rafael Nadal anunció en mayo de 2023 que estaría temporalmente fuera del deporte para operarse y recuperar su cuerpo con miras al 2024, ya circulaban rumores sobre una dupla de dobles de ensueño con su compatriota español Carlos Alcaraz, ganador de cuatro de los últimos ocho grandes del tenis masculino, incluidas coronas consecutivas en el Abierto de Francia y Wimbledon en los últimos meses.
“Sería un sueño”, afirmó Alcaraz en junio. “No sólo ganar una medalla en individuales o dobles, sino simplemente vivir la experiencia de jugar un dobles con tu ídolo, sería un recuerdo que guardaría con especial cariño".
Ese sueño se ha hecho realidad, y el capitán español, David Ferrer confirmó la pareja hace un mes.
Aunque no hay duda de que Rafa buscará llegar lo más lejos posible en individuales, él y Alcaraz también tendrán una buena oportunidad de hacerlo en dobles. Su camino empezará con un duro enfrentamiento en primera ronda ante los argentinos Máximo González y Andrés Molteni, campeones de las dos últimas ediciones del Conde de Godó.
Independientemente del tenis en sí y los resultados, que Rafael Nadal pise la cancha Philippe Chatrier para una última aparición en Juegos Olímpicos será algo verdaderamente inspirador.
Nunca ha habido, ni habrá, otro deportista como Rafa.