Eurobasket femenino 2023 · Cinco lecciones para España: de Alba Torrens a Raquel Carrera
España ganó la medalla de plata en el Eurobasket femenino 2023. Perdió la final contra Bélgica, pero aseguró su presencia en el Preolímpico de baloncesto en 2024 y aprendió lecciones importantes para el futuro.
Baloncesto
La selección española femenina de baloncesto logró sus dos objetivos principales en el Eurobasket de 2023: selló un billete para el Preolímpico de París 2024, que se jugará el próximo mes de febrero, y volvió al podio europeo después del tropiezo de 2021. Solo un mal momento en la final contra Bélgica privó a España del oro, pero el torneo dejó lecciones valiosas para el futuro.
La medalla de plata confirmó el regreso de la selección española a la élite del baloncesto femenino después de quedarse fuera del Mundial de 2022, un paréntesis forzado que España usó para asentar las bases del futuro que empieza ahora.
La próxima parada será el Preolímpico femenino de baloncesto, que se jugará entre el 4 y 12 de febrero de 2024. Allí España buscará su billete a los Juegos Olímpicos de París 2024.
El retorno de Alba Torrens
Este torneo era el primer Eurobasket de Alba Torrens desde 2017, donde España ganó el oro con la mallorquina como MVP. Torrens no pudo jugar en 2019 por una grave lesión de rodilla, y en 2021 por un positivo por COVID-19 solo tres días antes del campeonato.
Después de una temporada complicada por las lesiones, y de un inicio irregular, Torrens fue determinante en las semifinales con 27 puntos ante Hungría, la mejor anotación de una jugadora en esta fase del torneo desde los 28 de Becky Hammon en 2009.
En un Eurobasket donde la selección española no podía contar con Astou Ndour y perdió por lesión a María Conde, Alba Torrens fue la referencia que necesitaba su equipo y entró en el equipo ideal del torneo. Camino de los 34 años, la mallorquina demostró que aún tiene mucho que dar.
Una selección construida desde la defensa
En un Eurobasket donde España no tuvo algunas de sus mejores jugadoras de ataque, la defensa fue clave para subir al podio. La selección española levantó un muro apoyándose en la presencia interior de Raquel Carrera y sobre todo Laura Gil, y puso en problemas a los mejores ataques del campeonato.
En cuartos de final, España dejó a Alemania en solo 42 puntos; en semifinales provocó 24 pérdidas de Hungría, que por primera y única vez en el Eurobasket 2023 no superó los 60 puntos; y en la final logró contener a Bélgica durante 35 minutos.
Finalmente, el empuje del equipo liderado por Emma Meesseman y Julie Allemand, y la efectividad de Kyra Linskens, hicieron pagar caro a España el único mal momento de la final.
El gen competitivo de la selección española
Después de perderse los Juegos Olímpicos de Londres 2012, España ganó el Eurobasket de 2013 con un equipo al que asomaban por primera vez Laura Gil, Cristina Ouviña o Queralt Casas, jugadoras que serían clave en los siete veranos seguidos que la selección pasó sin bajar del podio (incluida la primera medalla olímpica de su historia, dos en los Mundiales o tres oros Europeos).
Esas jugadoras, junto a Alba Torrens y Silvia Domínguez, forman hoy el núcleo veterano de una selección española que ha vuelto a demostrar su gen competitivo. En un Europeo al que acudía con bajas importantes como Astou Ndour, Irati Etxarri, María Araujo, y en el que perdió a María Conde nada más empezar, España brilló como equipo.
El futuro más allá de Raquel Carrera
Raquel Carrera (2001) es la mayor irrupción del baloncesto español en los últimos años. La madurez de la pívot gallega está muy por delante de su edad. Ya lo había demostrado siendo decisiva en la final de la Eurocup de 2021 o la Liga Femenina de 2023, y en este Eurobasket, con más peso debido a las bajas de la selección en el juego interior, se ha confirmado como el pilar del futuro.
Pero ese futuro va más allá. Maite Cazorla (1997) ha dado otro paso adelante en el que será último Eurobasket de Silvia Domínguez; Paula Ginzo (1998) ha respondido con nota a un papel mayor del que esperaba; y aún aguardan jugadoras que no pudieron estar por lesión, como Etxarri o Araujo, o que brillan en categorías inferiores como Claudia Contell (2003), Elena Buenavida (2004), Iyana Martín o Awa Fam (2006).