Quim Salarich ha empezado la temporada olímpica de la mejor manera posible. En solo 10 días, el esquiador alpino español ha sumado dos 15º puestos en la Copa del Mundo de eslalon. Tras su buena actuación en Val d’Isere, confirmó su gran estado de forma en la prueba nocturna de Madonna di Campiglio. Un impulso en el camino hacia los Juegos Olímpicos de Invierno Beijing 2022.
Sobre la nieve italiana Salarich ya había logrado un buen resultado al meterse entre los 30 mejores de la primera manga (25º, con un crono de 47.73 segundos) a pesar de salir con el dorsal 52. Y en la segunda, confirmó la sorpresa con el 14º mejor tiempo (48.47). Con el acumulado de 1:36.20 terminó 15º, a solo 1.61 segundos del ganador, el noruego Sebastian Foss-Solevaag.
“En la primera manga con dorsal alto no podía salir a atacar según estaba la pista. Se tenía que bajar de manera inteligente. Y en la segunda he salido más a fondo”, explicó Quim Salarich después de la competición.
“Todo el equipo estamos muy contentos. Finalmente, el esquí está saliendo después de muchos años trabajando. Queda demostrado que lo de Val d’Isere no fue un día puntual”, declaró a la Federación Española de Deportes de Invierno.
Según la Federación Española de Deportes de Invierno, son los mejores resultados de un esquiador alpino español en los últimos 30 años en una prueba de eslalon de la Copa del Mundo. En este tiempo, el único que había pasado a la segunda manga en una prueba de esta disciplina fue Juan del Campo, que en 2019 fue 24º en Schladming (Austria). Los dos fueron olímpicos en PyeongChang 2018.
Quim Salarich ha empezado el curso con mucha fuerza. Además de estos dos 15º puestos en la Copa del Mundo de eslalon, en estos días también ganó el eslalon de los Nacionales de Albania celebrados en Kronplatz (Italia) y fue 8º en la misma prueba de la Copa de Europa en Obereggen (Italia).
El esquiador español busca su segunda clasificación para los Juegos Olímpicos, después de su presencia en PyeongChang. En aquella ocasión no pudo terminar la segunda manga en una pista muy complicada que vio irse al suelo al doble campeón olímpico Marcel Hirscher, que defendía la plata de Sochi 2014. Ahora Salarich quiere sacarse la espina en Beijing 2022.