El entrenador Fabian Broich sobre cómo equilibrar el individualismo y el trabajo en equipo en los esports

En los esports, el camino hasta convertirse en un jugador de equipo es realmente único. Como jugador de esports, dominas un juego específico a través de la práctica diaria en casa... solo. A medida que vayas escalando posiciones en los rankings o en las ligas del juego, ganarás reconocimiento y atraerás la atención de los equipos. Pero, aunque domines las habilidades dentro del juego, es probable que necesites desarrollar aún más las habilidades orientadas al trabajo en equipo, debido a la naturaleza solitaria que supone jugar desde casa.

Pero tanto si eres un atleta como un jugador de esports, los principios básicos para ser un buen compañero de equipo siguen siendo los mismos: comprender y apreciar el papel de cada jugador, reconocer sus fortalezas y debilidades, valorar la diversidad de opiniones y ser humilde.

Al igual que ocurre con los equipos deportivos tradicionales, los equipos de esports pasan por varias etapas: formación, normalización, agitación y rendimiento. Durante la fase de formación, los miembros del equipo se reúnen, establecen sus funciones y llegan a conocerse. A medida que el equipo avanza hacia la fase de normalización, empieza a establecer valores compartidos, objetivos y formas de trabajar. Inevitablemente, pueden surgir conflictos durante la fase de agitación a medida que afloran las diferencias y las tensiones. Sin embargo, si se gestionan de forma constructiva, estos conflictos pueden allanar el camino hacia el crecimiento y el fortalecimiento de los vínculos. Por último, en la fase de rendimiento, el equipo alcanza un estado de sinergia, en el que funciona al máximo de su potencial, logrando resultados notables.

Cómo ser un buen compañero de equipo en los esports

En primer lugar, entiende tu función y sé consciente de cómo tus fortalezas y debilidades contribuyen al esfuerzo colectivo. Apoya y anima a los demás cuando se sientan desanimados para fomentar un ambiente positivo en el equipo. Es fundamental cumplir con las tareas y responsabilidades asignadas; demuestra que estás dispuesto a hacer sacrificios por el éxito general del equipo. Demostrar disciplina, tanto en los entrenamientos como en la competición, es vital para un rendimiento constante. Estar preparado y ser puntual es señal de respeto por los compañeros y de compromiso con los objetivos del equipo. Lo más importante es que conozcas a tus compañeros de equipo como seres humanos de carne y hueso para fomentar relaciones sólidas y contribuir a una dinámica de equipo cohesionada y armoniosa.

Sin embargo, la armonía de un equipo no significa que no vayan a existir muchas opiniones divergentes. Los buenos equipos aceptan y respetan la diversidad de opiniones; estas perspectivas diferentes pueden dar lugar a discusiones y debates que, en última instancia, conducen al crecimiento y al progreso. Un buen compañero de equipo tiene la mente abierta y es receptivo a otras ideas, lo que contribuye a crear un entorno que fomenta la colaboración y la innovación. Reconocer que los demás pueden aprender más rápido o que tienen habilidades que tú no tienes ayuda a crear una atmósfera de apoyo y aprendizaje mutuos. Al mantener una mentalidad humilde, te vuelves más accesible y dispuesto a ayudar a los demás, fomentando un sentimiento de unidad dentro del equipo.

El reconocimiento de las etapas únicas del desarrollo de un equipo en esports permite a las personas superar los retos con eficacia y, en última instancia, alcanzar el máximo rendimiento. Al adoptar tanto el individualismo como el trabajo en equipo, los jugadores de esports pueden prosperar en el mundo del gaming competitivo.

Fabian Broich es el fundador de Achieveminds, una agencia de rendimiento en esports. Actualmente trabaja con algunos de los mejores jugadores y equipos del mundo de los esports. Anteriormente fue director de rendimiento en Excel Esports. La organización británica Excel Esports compite entre los mejores equipos de esports del mundo. Previamente, el exportero de fútbol profesional, trabajó para el club de fútbol profesional Schalke 04 y para Astralis, que es una de las organizaciones de esports más exitosas del mundo. Tiene una licenciatura en Psicología (Universidad de Winthrop, Estados Unidos) y un máster en Psicología del Deporte y el Ejercicio (Escuela Superior de Deportes de Alemania en Colonia, Alemania). El alemán de 32 años se centra en un enfoque holístico del rendimiento que integra el sueño, la actividad física, la nutrición y la psicología del deporte en el nuevo campo de los esports.