Dawn Fraser, la reina australiana de las tres coronas  

En octubre de 1964, Tokio fue por primera vez sede de unos Juegos Olímpicos. Para celebrar el aniversario, Tokio 2020 le acercará algunos de los momentos más increíbles e históricos que tuvieron lugar hace 56 años. En una nueva parte de la serie, repasamos la historia de Dawn Fraser, y su triple corona en los 100 m libres 

Dawn Fraser
(2004 Getty Images)

Los ancedentes

Dawn Fraser fue la chica dorada australiana original, además de una leyenda deportiva en su país.

Con ocho medallas Olímpicas, seis títulos de la Commonwealth y 39 récords del mundo -entre ellos el de 100 m libres, que mantuvo por 15 años-, quizá su mejor momento llegó en Tokio 1964.

En los Juegos de Melbourne 1956, Fraser, de 19 años, ganó el oro en 100 m estilo libre tras batir el récord del mundo en las eliminatorias. Tras su debut Olímpico, Frase continuó haciéndose un nombre tras batir en múltiples ocasiones los récords del mundo de 100 y 200 m libres.

Frase llegó a Roma 1960 como la gran favorita y no decepcionó, tras ganar el oro con más de un segundo de ventaja sobre la estadounidense Chris von Saltza. Esta victoria hizo de Fraser no solo la única mujer australiana en ganar el oro en los Juegos, sino también la primera mujer en la historia en ganar en los 100 m estilo libres en sucesivos Juegos.

En los Juegos de la Commonwealth de Perth 1962, Fraser se convirtió en la primera mujer en romper la barrera de un minuto en los 100 metros estilo libre. Pero luego, varios meses después de los Juegos el 9 de marzo, sucedió un evento que cambió la vida.

La dos veces atleta Olímpica conducía a casa con su madre, su hermana y una amiga (acababan de sorprender a su madre Rose con boletos de avión para verla en Tokio) cuando el auto en el que estaban se volcó. Fraser resultó herida del accidente junto con su hermana y amiga, pero trágicamente su madre murió.

El accidente dejó a Fraser con el corazón roto. El choque también la había dejado con una vértebra astillada. Tuvo que usar un collarín durante nueve semanas y no pudo nadar.

Fraser había considerado no ir a Tokio 1964, pero con el apoyo de su familia y su entrenador, decidió ir.

El momento

Fraser llegó a los Juegos Olímpicos de Tokio 1964 con una nueva contendiente que buscaba robar su título Olímpico de los 100 metros: la estadounidense Sharon Stouder, quien a los 15 años se había hecho ya con dos medallas de oro en los Juegos Panamericanos.

Sin embargo, a sus 27 años, Fraser, a pesar de tener asma y un resfriado antes de la carrera, ni se inmutó. Su pura determinación de hacer historia hizo que su reloj registrara un tiempo récord Olímpico de 59,5 segundos para ganar el oro.

La victoria hizo que Fraser se convirtiera en la primera nadadora (tanto en categoría femenina, como masculina) en ganar tres medallas de oro Olímpicas consecutivas en el mismo evento (100 m estilo libre), una hazaña solo igualada por otros dos: la húngara Krisztina Egerszegi (1988-1996) y el estadounidense Michael Phelps (2004-2016).

"Haber ganado tres medallas de oro en un mismo evento en 1964 no solo fue un placer para mí, sino que también poder compartir esa victoria con mis compañeros de equipo Olímpico fue un momento muy especial", dijo Fraser en su regreso a Tokio para el 50º. aniversario de los Juegos.

En los mismos Juegos, también ganó la plata en el relevo 4x100 estilo libre.

¿Qué pasó después?

Gracias a su logro, Fraser fue seleccionada como abanderada de Australia en la ceremonia de clausura.

Y con la competición terminada, era el momento de celebrarlo. Menos de 12 horas antes de la ceremonia de clausura, tramó un plan para pasar de contrabando un recuerdo extra a casa: una bandera Olímpica.

Por hacer corta una larga historia, tras intentar transportar las banderas, la policía le pilló cerca del Palacio del Emperador, pero después de descubrir que era Dawn Fraser, le dejaron irse.

Como le contó al Daily Telegraph el pasado julio, Fraser, de ahora 83 años, recordó cómo al día siguiente aparecieron en su hotel seis policías con flores y una caja para ella.

"Cuando abrí la caja, había una bandera dentro y me dijeron que era un regalo del Emperador, que me lo quedara".

Sin embargo, después de una serie de problemas disciplinarios, como usar un traje de baño diferente al del resto del equipo y caminar en la ceremonia de apertura cuando no debía, Fraser recibió una prohibición de 10 años de natación competitiva. Si bien la prohibición se levantó antes de México 1968, no tuvo suficiente tiempo para prepararse para una cuarta Olimpiada.

Junto con su lista de elogios en la piscina, fuera del agua, sus logros son igual de impresionantes, desde ser nombrada la australiana del año 1964 hasta ser incluida en el Salón de la Fama de la Natación Internacional en 1965 y ser miembro de la Orden del Imperio Británico (MBE) en 1967.

En 1985, Fraser fue la primera mujer en entrar al Salón de la Fama de los deportes de Australia.

También fue una de las portadoras de la antorcha en la Ceremonia de Apertura de Sídney 2000.

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