De dónde es Egan Bernal
Egan Arley Bernal Gómez nació el 13 de enero de 1997, en Colombia.
Llegó al mundo en Bogotá, pero se crió en Zipaquirá, Cundinamarca, de donde son sus padres, Germán Bernal y Flor Gómez. Sin embargo, el nombre, de origen gaélico-escocés, se lo dio el médico, porque "sonaba a dios griego".
El amor por la bicicleta es una herencia, ya que su padre fue ciclista cuando joven. Claro, no alcanzó los niveles de su hijo, ya que no llegó a ser profesional debido a cuestiones económicas, aunque nunca dejó el deporte por completo a nivel amateur.
Egan Bernal comenzó a montar a los cinco años, en una bicicleta amarilla, pequeña, y con ruedas auxiliares, que no le fueron muy útiles. “Nunca aprendí a montar en bici con las rueditas. No sé cómo hacía, porque con las rueditas siempre iba para el piso. Entonces mi papá, un día, cansado, dijo: 'Le voy a quitar las rueditas, a ver si aprende o se va para el piso'. Me fui para el piso primero y luego aprendí, pero sin rueditas”, reveló en una entrevista con APT Televisión, en 2017.
Sin casco propio y nada más que una bicicleta, su primera competencia fue a los ocho, pese a cierta resistencia de su padre. “Él no quería que yo fuera ciclista por su experiencia en el ciclismo”, explicó.
Pero ganó y el premio, que consistía en una beca para entrenar en un instituto, dio pie a este camino.
La caída más dura
Al igual que de pequeño, como profesional también llegó a sufrir caídas… y peores.
La más grave fue en la Clásica de San Sebastián de 2018. A 20 kilómetros de la meta, en el entonces equipo Sky, cayó al pavimento junto a otros ciclistas, como el español Mikel Landa.
El escalador colombiano tuvo que ser operado de la nariz y la boca, tras sufrir un trauma facial, que le hizo perder algunos dientes.
Antes del ciclismo en ruta, el de montaña
Lo suyo siempre fueron las dos ruedas, pero no siempre el ciclismo en ruta. Antes de hacer su transición a él en 2016, el colombiano pedaleó en montaña, modalidad en la que también tuvo sus conquistas.
Fue medallista en los Mundiales Juveniles de 2014 y 2015, y se coronó en el Campeonato Panamericano de Ciclismo de Montaña, en su país, en 2015.
Pero no ha perdido sus cualidades en la montaña, y las ha sacado a relucir en grandes citas, como en este último Giro de Italia, con victorias de etapa de alta montaña como la cosechada en la etapa 16 en un Passo Giau completamente nevado.
Bernal, en una modalidad ciclista u otra, siempre será escalador.
La conquista de Francia
En un momento dudó que podría ser profesional, vacilación algo común en algunos jóvenes atletas que comienzan la etapa universitaria. Tampoco, en esos años, nadie imaginaría qué tan gigante llegaría a ser para el ciclismo latinoamericano.
En 2017, cuando llevaba apenas un año como ciclista de ruta, le preguntaron cómo afrontaba el éxito. Él respondió: “No es que haya ganado un Tour de Francia. He hecho buenas carreras, pero tengo mucho por mejorar”.
Pero sus palabras perdieron vigencia el 28 de julio de 2019, cuando se vistió de amarillo en los Campos Elíseos.
El ciclista del Team Ineos se puso el maillot amarillo por primera vez en la décimo novena etapa y, tras 3.366 kilómetros de consistencia, conquistó el prestigioso Tour de Francia, convirtiéndose en el primer latinoamericano en lograrlo y el más joven en 110 años de historia. Con 22 años, también fue dueño del maillot blanco, por supuesto.
“Es una felicidad que no se puede describir. Es nuestro primer Tour de Francia. Se han disputado muchas ediciones, muchos colombianos lo han intentado, han ganado muchas cosas, muchas carreras, pero el Tour no llegaba. Creo que Colombia lo merecía", señaló el ciclista ante los medios, poco antes de subir al podio.
Palmarés que inspira melodías
Las principales victorias del zipaquireño, desde su transición a su actual especialidad, incluyen el Tour de Bihor-Belloto, Le Tour de Savoie Mont Blanc, Sibiu Cycling Tour, y el Tour de l’Avenir, durante 2017. En 2018, fue campeón en el Tour de California.
La de 2019 ha sido su mejor temporada, porque además de conquistar el Tour, ganó la París-Niza, el Tour de Suiza y el Gran Piemonte.
Al son de sus pedales, sus hazañas son pura melodía y han inspirado hasta a artistas. Bernal ya lleva un par de canciones en su honor.