El año que Brisa Hennessy aprendió a amar su cuerpo: "Por primera vez, me sentí humana"

Por Lena Smirnova
6 min|
Brisa Hennessy competed at the Tokyo 2020 Olympic Games.
Foto por Ryan Pierse/Getty Images

Brisa Hennessy ha librado muchas batallas con su cuerpo. Surfear los tubos de Hawái, enfrentarse a los arrecifes poco profundos de Tahití, o competir bajo presión en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Su cuerpo le ha ayudado a desafiar los límites de lo humanamente posible.

Pero para Brisa Hennessy todavía es una batalla también aprender a amar su cuerpo.

La surfista costarricense habló abiertamente sobre sus problemas con la imagen corporal en abril de 2023, después de casi tres años peleando con un desorden alimenticio y problemas de salud relacionados.

Un año después, Hennessy compartió con nosotros que aún está inmersa en ese viaje, y animó a otras personas a que ellas tampoco se den por vencidas en su lucha.

"Atácalo con todas tus fuerzas, porque esa es la única forma en que vas a poder superarlo", dice Hennessy a Olympics.com. “Necesitas afrontar ese reto. Si alguien me hubiera preguntado si quería hacerlo, probablemente no lo hubiera hecho, pero si supiera la persona que soy ahora después de enfrentarme a él, volvería a hacerlo cada día".

Brisa Hennessy: "Me sentí muy fuerte después de ser vulnerable"

El viaje de sanación de Hennessy empezó después de publicar en sus redes sociales un conmovedor poema que había escrito sobre los problemas con su imagen corporal.

Aunque lo había escrito en tan solo unos minutos, le llevó seis meses encontrar la valentía para compartirlo en su Instagram.

"Me llevó mucho tiempo publicarlo porque todavía estaba tratando de aceptarme", confiesa. "Necesité profundizar mucho dentro de mí, hacerme y responder preguntas difíciles, cosas a las que probablemente no me había enfrentado. Necesitas hacer frente a tus miedos cuando sientes estas cosas en tu interior".

"Podía ponerlo sobre el papel pero no decirlo en voz alta, y creo que el momento en que fui capaz de decirlo en voz alta fue también el momento en que necesitaba decirlo al mundo".

Ese momento coincidió con uno de los periodos de más presión en la carrera de Hennessy como surfista. Estaba a punto de competir en el Margaret River Pro del WSL Championship Tour, que decidiría quién pasaría el corte de las 10 mejores y seguiría en pie la temporada 2023.

"Era mucho estrés porque necesitaba conseguir un buen resultado y no me encontraba demasiado bien. Publiqué el poema antes de surfear, como para sentirme libre", recuerda Hennessy.

"Me sentí muy fuerte después de ser vulnerable. La gente piensa que la vulnerabilidad es sinónimo de debilidad, pero en cuanto compartes tus miedos, eres sincera con quién eres y lo muestras al mundo, es como si se te abrieran muchas más posibilidades. Te libera".

Y aunque Hennessy no logró superar el corte, gracias a esa publicación tan sincera, decepción no fue lo único que sintió esa semana.

Como explicó más tarde, sentir cualquier emoción ya era una victoria.

"Perdí y no pude continuar en el Tour, pero gracias a que fui vulnerable y hablé mi verdad, me sentía libre", asegura Hennessy. "Fueron un par de semanas de muchas emociones, desde luego. Derramé muchas lágrimas y sentí mucho amor. Y por primera vez estaba sintiendo de verdad. Esa era una lucha enorme, sentirme humana, y lo sentí".

Cómo Brisa Hennessy fundó una comunidad de guerreras

Aunque Hennessy se tomó un tiempo para sí misma después de no pasar el corte, nunca se ha sentido menos sola.

“Me sentí increíblemente libre una vez compartí mi historia, y conectada con un montón de mujeres alrededor del mundo", apunta.

"Sinceramente, no tenía ni idea de cuánta gente estaba luchando contra lo mismo. En cuanto lo publiqué, recibí una inmensa cantidad de apoyo y cariño, pero también me rompió el corazón saber cuánta más gente había luchando. Te sientas más fuerte cuando ves que todos podríamos conectar con algo por un instante".

Los mensajes de apoyo comenzaron a llegar nada más publicar el poema. Desde campeones del mundo de surf, hasta aficionados al deporte o gente a la que no conocía de nada aplaudieron su valentía y su honestidad tan cruda.

La publicación recibió casi 9.000 me gustas, con una marea de comentarios que han seguido llegando durante el último año.

Algunos de ellos han alimentado la determinación de Hennessy para seguir luchando.

"Los mejores eran los que decían, 'voy a hacer algo que me da miedo', o 'voy a dar un paso pasa sanarme', 'voy a abrazar mi vulnerabilidad'", confiesa. "Lo más inspirador fue que encontraran a su manera su propia fuerza interior, que fueran capaces de dar el primer paso para sanar y encontrar su libertad".

Un cuerpo para moverse, bailar y ser libre: la nueva mentalidad de Brisa Hennessy

Hennessy recuerda cómo sentía su cuerpo hace un año, cuando habló por primera vez de sus problemas.

A veces se sentía como un "enemigo".

"A veces no podía ni remar", confiesa. "Simplemente se dio por vencido".

Hennessy ha peleado con su imagen corporal desde que tenía 16 años. Con el tiempo, esa lucha degeneró en un desorden alimenticio. Ganó más de nueve kilos (20 libras) en seis meses, sentía poca energía y dificultades para pensar.

En su historial clínico aparecieron nuevos diagnósticos: hipotiroidismo, virus de Epstein-Barr,

New diagnoses were splashed across her medical records: hypothyroidism, Epstein-Barr virus, adenoma pituitario, y depresión.

"Despertaba y sentía que estaba en lucha con mi cuerpo, que es algo increíblemente duro cuando eres deportista, porque se supone que tu cuerpo debería ser tu mayor amigo. Te permite hacer todo lo que necesitas hacer. Y necesitas estar fuerte, poderoso, ágil y estar en forma", explica Hennessy. "Es como que no había comunicación entre mi cuerpo y mi cerebro y cómo me sentía".

Y aunque no ha sido sencillo volver a conectar con su cuerpo, Hennessy es paciente.

Ya hay partes que ha empezado a ver de una forma diferente –y con más amor.

"Siento un nuevo cariño por mis muslos, grandes y fuertes. Me permiten ser la surfista potente que soy, hacer grandes giros y levantar mucha agua. Nunca lo había visto así. Estoy agradecida por mi cuerpo y cómo puedo moverme, bailar y ser libre", afirma Hennessy.

"Amar tu cuerpo es un viaje. Lleva tiempo y a veces puede que no lleguemos a nuestro destino, pero aprecio todas las pequeñas cosas que mi cuerpo hace por mí cada día. Es el espacio en el que estoy, y estoy agradecida por lo que hace por mí".

"Ver mi cuerpo por primera vez, ese fue el primer paso".