Yassine Ouhdadi se ha convertido en el nuevo campeón Paralímpico de la modalidad atlética de 5000 metros T12 en los Juegos de Tokio 2020, en 2021. Este atleta del conjunto español pasa a los registros deportivos del movimiento Olímpico y Paralímpico tras una carrera de vértigo: fue fichado en 2018, solamente hace tres años, cuando corría solamente por hobby en la localidad de Tortosa, en Tarragona (España).
Ouhdadi migró a España desde Marruecos cuando solo tenía seis años de edad junto a sus padres. Debido a su ceguera parcial -total en el ojo izquierdo y parcial en el derecho- tuvo problemas para estudiar y adaptarse a su nuevo sistema educativo. "No me gustaba estudiar, me costaba leer los papeles", reconoce el atleta para Marca, quien optó por abandonar el instituto para ayudar a su familia con el negocio que regentan en Tortosa.
Ouhdadi no se planteaba el deporte como una opción profesional durante estos años de transición. Empezó a correr cuatro años antes de que le fichasen, en 2014, cuando consiguió la nacionalidad española; lo hacía simplemente como un aficionado más. Salía dos veces a la semana a correr por un camino cercano a su casa: no había pisado una pista profesional hasta hace dos años, cuando el Comité Paralímpico comenzó a fijarse en él tras sus buenos resultados en el Mundial de 2019 celebrado en Dubái.
"No puedo correr por la calle. Si quiero ir deprisa, no me muevo de la pista. Casi nunca abandono el CAR [Centro de Alto Rendimiento]. Y cuando estoy en Tortosa busco el sendero de tierra que hay junto a una carretera solitaria por donde nunca circulan los coches", explica una entrevista para La Vanguardia.
Tras sus éxitos en Tokio 2020, su entrenador quiere subsanar la formación de su pupilo. "Queremos que Ouhdadi se ponga a estudiar", declaraba Benito Ojeda en la anterior entrevista. "Que acabe la ESO y haga algún ciclo. Las personas se deben formar. Y si pensamos de forma egoísta, debemos pensar que una lesión o una mala carrera te pueden hundir". El atleta Paralímpico también se plantea restaurar parcialmente su visión mediante una complicada operación ocular: dos retos, físicos y mentales, para los que Ouhdadi se ha cargado de fuerzas tras su victoria en los Juegos Paralímpicos.