Las esperanzas del boxeo puertorriqueño de volver a saborear la gloria Olímpica están puestas en el joven Yankiel Rivera, único boxeador de la isla que ha clasificado a Tokio 2020, por ranking. ¿Por qué el joven de 23 años luchará por la historia? ¿Qué hace al boxeo una gloria Olímpica en Puerto Rico?
Los mismos puños que lo dejaron afuera de Río 2016, entonces con 18 años, lo pueden llevar a sumarse a la lista de medallistas Olímpicos, que en Puerto Rico son, en su mayoría, boxeadores.
“Desde pequeño, desde que empecé, desde que cogí el deporte en serio, me puse esa meta. Llegar a unos Juegos Olímpicos es lo más grande del deporte”, ha comentado a El Vocero, recordando también que era la esperanza de su madre y de su gente.
“Es algo que me da mucho valor como boxeador para irme al profesionalismo, y para Puerto Rico también, para la gente, es un orgullo cuando uno se sube con la bandera”.
Pero, ¿qué significa el concurso de Yankiel Rivera en Tokio 2020?
Los guantes de Rivera son las únicas opciones, hasta ahora, de Puerto Rico de cortar una sequía de 25 años de conquistas Olímpicas en el boxeo, su deporte más glorioso en la historia de los Juegos.
“Tenemos las habilidades para lograr esa medalla. Los entrenadores y el presidente (José Laureano) confían en mí, así que hay esperanzas en coger una medalla”, ha advertido el medallista de bronce en los Juegos Panamericanos de Lima 2019 a El Nuevo Día.
Cuando compita en la categoría de peso mosca (48-52 kg), en Tokio 2020, Rivera, como boxeador Olímpico, escribirá su nombre detrás del de Jeyvier Cintrón. Sin embargo, si lograra subir al podio sucedería a Daniel Santos, bronce en Atlanta 1996.
¿Qué ha acontecido en estos 25 años sobre el cuadrilátero Olímpico con los boxeadores boricuas?
Hasta Daniel Santos, todas las medallas Olímpicas de Puerto Rico fueron sobre el ring. Pero su bronce fue la última vez que un boxeador boricua ha subido al podio hasta el presente.
En Sídney, compitieron Iván Calderón Marrero (semimosca), Carlos Valcárcel Díaz (mosca), Orlando Cruz Torres (gallo), Miguel Cotto (superligero), Rubén Fuchú (wélter). Pero todos quedaron lejos del podio, al ser 17°, en cada una de las categorías.
Cuatro años después, en Atenas, los mejores fueron Alex de Jesús (ligero) y Víctor Bisbal (superpesado), quienes terminaron novenos. Por su parte, Joseph Serrano, Juan Manuel López y Carlos Velázquez fueron 17°.
McWilliams Arroyo, en Pekín 2008, Félix Verdejo y Jeyvier Cintrón, en Londres 2012, fueron lo más cerca que, desde Santos, Puerto Rico quedó del podio Olímpico en boxeo.
Arroyo había sido campeón en los Juegos Panamericanos de Río 2007, y en los Juegos Olímpicos resultó quinto, un peldaño corto (se entregan dos medallas de bronce), en la categoría mosca.
En esa edición, Carlos Negrón y José Pedraza también terminaron dentro del top 10, con sus novenos puestos en las categorías semipesado y ligero, respectivamente. Completaron la delegación McJoe Arroyo (17° en gallo) y Jonathan González (17° en superligero).
Verdejo fue quinto en peso ligero, al igual que Cintrón. En la primera de sus dos apariciones en Juegos Olímpicos, Cintrón rozó el peldaño de bronce en peso mosca. Pero no pudo capitalizar su experiencia cuatro años después, en Río, donde fue 17°. Además, en la ‘Cidade Maravilhosa’ fue el único representante de la isla.
Retomar la gloria
Rivera representa una nueva oportunidad para reavivar las conquistas Olímpicas del boxeo puertorriqueño, que cuenta con otros cinco medallistas, además de Santos.
Puerto Rico comenzó a escribir su historia de gloria Olímpica con el boxeo el mismo año que hizo su debut en los Juegos.
En Londres 1948, Juan Evangelista Venegas, uno de los tres púgiles que integraron esa novel delegación, ganó la primera medalla Olímpica del territorio al colgarse el bronce en peso gallo.
Luego todas fueron de bronce, a excepción de la plata de Luis Francisco Ortiz (Los Ángeles 1984): Orlando Maldonado (Montreal 1976), Arístides González (Los Ángeles 1984) y Aníbal Acevedo (Barcelona 1992).
Las tres conquistas restantes de Puerto Rico en Juegos Olímpicos se dieron después de Santos y ninguna fue con los guantes: Jaime Espinal (plata en lucha en Londres 2012), Javier Culson (bronce en 400 m vallas en Londres 2012) y Mónica Puig (oro en tenis en Río 2016).
Con toda esta historia, Yankiel Rivera tiene grandes ambiciones para Tokio 2020 y más, según ha agregado a El Vocero: “Darlo todo en las Olimpiadas y traer una medalla a Puerto Rico, que hace falta. Y ya, después de ahí, convertirme en campeón del mundo en el boxeo profesional”.