Tara Davis-Woodhall y Hunter Woodhall: Conoce cómo es la pareja dorada de París 2024 en la pista y en casa

Olympics.com habló con la campeona olímpica y el campeón paralímpico de París 2024 sobre cómo se apoyan mutuamente en las competencias de atletismo y qué tienen en común el amor y el deporte.

6 minPor Lena Smirnova, Lorena Encabo y Emily Wilson
A man in USA kit holds his gold medal up to a woman in the stands, both screaming with joy.
(Ezra Shaw/Getty Images)

Menos de un mes después de coronarse campeona en salto de longitud femenino en los Juegos Olímpicos de 2024, Tara Davis-Woodhall no recordaba dónde había colocado su brillante medalla de oro. Afortunadamente, su marido, Hunter Woodhall, sabía exactamente dónde encontrarla.

"Ella literalmente me dijo: '¡Espero que mi medalla esté en alguna parte!'. 'No te preocupes, cariño, está justo al lado de la mía'", recuerda Woodhall sobre la búsqueda de la medalla de su esposa unas horas después de que él ganara su propio oro en los 400 m T62 masculinos de los Juegos Paralímpicos de París 2024.

Entre los Juegos Olímpicos y Paralímpicos pasó un mes vertiginoso para el increíble matrimonio forjado también entre el atletismo y el Para atletismo: Davis-Woodhall saltó hacia el oro olímpico el 8 de agosto y Woodhall corrió hacia el oro paralímpico el 6 de septiembre.

Dos medallas casi idénticas, del mismo color, ambas con un trozo de la Torre Eiffel, pero también con ligeras variaciones. La de Davis-Woodhall tiene grabados los anillos olímpicos junto con la diosa griega Nike, mientras que la de Woodhall presenta la icónica torre parisina y 'París 2024' escrito en braille. Cinta azul para la esposa. Roja para el marido.

Ganar estas medallas con un mes de diferencia fue uno de los momentos más memorables en la relación de la pareja, dicen, solo superado por su boda en octubre de 2022.

"Está ahí arriba", describe Davis-Woodhall.

Su marido está de acuerdo: "Fue el momento deportivo más increíble de todos los tiempos. Está en el top de mis momentos más destacados".

"Hemos hecho todo este proceso juntos, no solo este año, sino los últimos seis años, pasando por tantas pruebas, momentos duros, lesiones y malas temporadas. Y finalmente ambos dijimos 'Queremos hacer algo realmente especial en París'. El periodo previo a los Juegos, todo ese arduo trabajo y sacrificio llevaron a esos dos momentos increíbles que ninguno de nosotros olvidará jamás".

El método Woodhall: El apoyo mutuo

Hasta 80.000 espectadores llenaban el Estadio de Francia cada noche de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos para ver a los mejores atletas del mundo competir en atletismo. Estaban entre las entradas más codiciadas para París 2024, y sin embargo los Woodhall siempre elegirían estar compitiendo que ser espectadores. Especialmente en las noches en que su pareja estaba compitiendo.

"Prefiero competir. No me gusta estar mirando", remarca Davis-Woodhall.

"Ser espectador puede dar mucho miedo", dice Woodhall. "Pero sinceramente, este año ha sido muy fácil verla competir. Ha dominado en las competiciones absolutamente. Creo que nos lo hemos puesto bastante fácil el uno al otro. Lo hemos ido haciendo bien".

'Haciéndolo bien' es una manera humilde de decir que ambos ganaron la medalla de oro en París 2024. Woodhall también logró el bronce en el relevo universal 4x100 m junto a sus compañeros de Estados Unidos Tatyana McFadden, Taylor Swanson y Noah Malone.

Una gran parte del éxito conjunto es el apoyo mutuo. Tener objetivos similares, explican, hace que sus carreras deportivas y su vida personal sean más fáciles de equilibrar.

"Simplifica todo", remarca Woodhall. "Este deporte es muy exigente física, mental y emocionalmente, y creo que si no eres capaz de ponerte en el lugar del otro o entender lo difícil que es, puede ser extremadamente difícil. Así que creo que practicar los dos el mismo deporte lo hace todo mucho más fácil y divertido".

Los Woodhall normalmente entrenan juntos e incluso se desafían a carreras.

"Tenemos una cosa en mente y es ganar y ser la mejor versión de nosotros mismos", dice Davis-Woodhall. "Entonces, cuando uno de nosotros no está mentalmente en ese lugar, el otro le anima diciendo: 'Oye, hagamos esto. Estemos ahí el uno para el otro y vayamos a practicar. Este es simplemente un mal día'. Y cuando eso pasa, es como si no pudieras hacer nada más que tener éxito".

Woodhall recibió una gran dosis de esa energía positiva cuando se despertó la mañana de su final de 400 metros. Su esposa saltaba, bailaba y gritaba, emocionada por el día que le esperaba.

"Estábamos poniendo música y subiendo el volumen, por lo que las vibraciones eran buenas", recuerda Woodhall. "Creo que simplemente nos transmitimos confianza el uno al otro. Sabemos lo duro que hemos trabajado. Sabemos que estamos preparados, así que es simplemente decirnos mutuamente: 'Puedes hacerlo. Lo tienes'".

La campeona olímpica de salto de longitud Tara Davis-Woodhall y el campeón paralímpico de 400 m T62 Hunter Woodhall entrenaron juntos de cara a París 2024.

(AP Photo/Michael Woods)

En casa: Dos campeones, tres mascotas y muchas plantas

La pareja dorada traslada el ambiente divertido de su tiempo en la pista a su vida familiar también. Además de la música, su casa está llena de sonidos de la televisión, el olor de la comida casera y el correteo de su gata Azula y sus perros Milo y Winnie. Los perros incluso llevaron anillos en su boda.

Ahora que sus padres humanos son medallistas de oro en París 2024, Woodhall espera que el trío de mascotas les brinde a él y a su esposa más respeto en el hogar.

"Los sentaremos a la mesa y les diremos: 'Escuchen muchachos, mamá y papá hicieron su trabajo y es hora de respetarnos. ¿Está bien? Vamos a imponer nuestra ley", bromea Woodhall entre risas.

El hecho de que los dos atletas disfruten de un momento de tranquilidad en casa puede sorprender a quienes los han visto viajar en avión a competencias alrededor del mundo y apoyarse mutuamente desde las gradas. Sin embargo, las apariencias pueden engañar.

"Somos personas muy hogareñas", describe Woodhall. "Creo que tal vez la gente no sabría que preferiríamos pasar nuestro tiempo en casa con nuestros animales y nuestras plantas".

Su esposa es el alma detrás de su "hogar de plantas". Davis-Woodhall, que se describe a sí misma como "obsesionada con las plantas", reconoce que a veces pone a su marido a regar, pero que ella sigue siendo la madre principal de las plantas.

"¡La única razón por la que mis plantas están vivas es por mí!", bromea ella.

Como en su entrenamiento conjunto en la pista, en la casa Woodhall no faltan las bromas. Y así es como le gusta vivir a este matrimonio de campeones.

"¿Qué tienen en común el amor y el deporte? El amor y el deporte tienen en común que ambos requieren mucho trabajo", reflexiona Woodhall.

"No es fácil, pero al final siempre vale la pena".

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