Lamont Marcell Jacobs dio la campanada en la final de los 100 metros imponiéndose con un tiempo de 9.80 segundos para acceder al trono que Usain Bolt había ocupado en los últimos tres Juegos Olímpicos.
El velocista italiano rebajó en cuatro centésimas el récord europeo que él mismo había batido por la mañana en las semifinales (9.84). Previamente, la plusmarca continental estaban en los 9.86 del portugués Francis Obikwelu (Atenas 2004) y el francés Jimmy Vicaut (2015).
Jacobs, nacido en Estados Unidos pero de madre italiano, es el primer velocista del país transalpino que se sube al podio de los 100m. Es además el primer campeón Olímpico europeo de la distancia m desde el británico Linford Christie en Barcelona 1992.
Hasta la final de Tokio 2020, el único título internacional que había en el palmarés de Jacobs era el oro europeo en los 60 m que consiguió el pasado mes de marzo en Torun, Polonia.
Jacobs ya había dado el aviso unas horas antes en una rapidísima tercera serie de semifinales, donde acabó tercero pese a batir el récord de Europa con 9.84 segundos.
Fue la misma serie en la que quedó eliminado Trayvon Bromell, que llegaba a Tokio 2020 como el gran favorito después de haber marcado el mejor crono del año en junio (9.77).
Su eliminación dejó un escenario totalmente abierto en el que Lamont Marcell Jacobs dio la gran sorpresa. El estadounidense Fred Kerley fue plata 9.84. Y el canadiense André de Grasse repitió el bronce de Río 2016 con 9.89.
Los tres medallistas marcaron récord personal en la final de los 100 m.