Sergio Agüero, de chico de oro en Pekín a rey de goles

En 2008, el argentino 'Kun' Agüero consiguió con su nación el título Olímpico. Tokio 2020 echa un vistazo a la vida y carrera de alguien considerado ahora como una leyenda en el fútbol

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(2021 Pool)

Tenía una sonrisa de niño feliz.

Era el 23 de agosto de 2008, y el brazo de Sergio Agüero se posaba sobre los hombros de Lionel Messi, en un abrazo fraternal. Ambos con el torso desnudo para paliar el calor, y tras haber intercambiado camisetas –ninguna con el número 10 todavía- con los jugadores de Nigeria, a quienes habían derrotado. Agüero miró hacia arriba, con la cabeza inclinada. ¿Qué vio? ¿El pebetero Olímpico que pronto se apagaría? ¿A Diego Maradona en las tribunas? ¿Los preparativos del podio para que Argentina recibiera su segunda medalla Olímpica de oro en fútbol de manera consecutiva? ¿La imagen de ellos mismos, Messi (21 años) y Agüero (19), en la pantalla gigante del Estadio Nacional de Pekín?

Es imposible saber con certeza. Pero la imagen es de un par de chicos de pelo largo, peinados por el sudor, mirando a un cielo lleno de posibilidades infinitas.

Ahora, a sabiendas de los 13 años que han pasado desde entonces, se sabe exactamente qué le espera a Sergio Leonel Agüero del Castillo, en la víspera de la final de la Liga de Campeones de la UEFA de 2021. La definición de este sábado, increíblemente, será su primera en la competición más grande de Europa. También será su último partido con el Manchester City, el club al que se unió en 2011 y al que ayudó a transformar de discreto -lo que el icónico Alex Ferguson, del Manchester United, llamó ‘vecinos ruidosos’- a uno de los superequipos del siglo XXI.

“¡Qué gol, qué jugador, qué hombre!”, ha manifestado el técnico del Manchester City, Pep Guardiola, entre lágrimas, luego de los dos goles de Agüero en su último partido de liga con el club. “Lo queremos tanto”, ha agregado el español –campeón Olímpico en Barcelona 1992-, dejando salir toda la tensión de la larga temporada. “Es una persona tan especial. Me ha ayudado tanto. No podemos reemplazarlo”.

Un extraño campeón Olímpico en Portugal

Cuando la final comience en el Estadio do Dragão de Oporto, Agüero será uno de los dos jugadores –tanto en el City como en el Chelsea- que saben cuánto pesa el oro Olímpico colgado al cuello (Gabriel Jesús ganó con Brasil en 2016).

La medalla que conquistó en Pekín, donde anotó dos goles en las semifinales frente a la Brasil de Ronaldinho, y con Kobe Bryant mirando desde las tribunas, no fue la primera conquista de Agüero. En 2007, ganó el Mundial Sub 20, en Canadá, donde terminó como campeón, goleador y mejor jugador. Sin embargo, y en gran contraste con su fortuna a nivel de clubes, fue el último título que él –y Messi- ganaría con Argentina (ambos fueron segundos una vez en el Mundial y dos en la Copa América).

Si ha habido mejores goleadores que Agüero, han sido pocos. Un hombre tranquilo, complicado con las entrevistas, parece haberse vuelto más taciturno con los años. El ‘Kun’, como se lo conoce gracias a una caricatura japonesa a la que se parecía de niño, siempre ha preferido hablar con los pies.

El argentino comenzó su carrera en el City en agosto de 2011, cuando entró desde el banquillo al campo de juego para anotar dos goles frente al Swansea. Sería apropiado, así, que concretara dos goles, también jugando como suplente, en el último día de su última temporada. En este tiempo, ha hecho tanto como ha sido posible pedirle.

Su último gol en Etihad, el 23 de mayo pasado, fue el número 184 con la camiseta del City en la Premier League, eclipsando a Wayne Rooney, del tradicional rival United, como el jugador con más goles en un mismo club en la máxima categoría del fútbol inglés. En la tabla general de goleadores de la liga, Agüero es cuarto, detrás de Alan Shearer, Rooney y Andy Cole. Sus 12 hat-tricks para los ‘Citizens’ es un récord en la Premier League, al igual que el hecho de haber anotado ante 32 de 33 rivales a los que ha enfrentado.

Es el máximo goleador histórico del City por un margen de 106 goles.

Los jugadores acostumbran decir que los premios individuales no importan. Y los goleadores lo dicen con seriedad. Pero los números de Agüero no mienten. Y los trofeos que ha conseguido con el club es algo que ningún aficionado del City pudo haber imaginado a su llegada.

Un título cada dos años

El título del City en la Premier League de este año es el quinto en una década. Los cínicos dirían que este éxito se debe a la gran inversión extranjera. Pero el dinero no marca goles, y alguien debe dar un paso al frente cuando todo está en juego.

Agüero hizo eso en su primera temporada en Mánchester, en 2011, cuando el City –para todo el dinero invertido- todavía no había ganado nada. A segundos del final, parecía que todo se escapaba en el último día. Con la esperanza desvaneciéndose, de local, fue Agüero –el hombre que hace que lo más difícil en el fútbol, anotar goles, parezca cosa de niños- quien dio un paso al frente y puso en marcha uno de los ascensos más extraordinarios de la historia del fútbol.

(2021 Getty Images)

Estando un gol abajo, ya en tiempo extra, el City necesitaba vencer al Queens Park Ranger para superar al United en la pelea por el título. En el minuto 92, Eden Dzeko anotó tras un tiro de esquina de David Silva. A solo segundos del final, sucedió. El enigmático Mario Balotelli deslizó el balón a Agüero, quien definió al primer palo para emocionar a Mánchester y al fútbol inglés.

Desde entonces, el grande de Mánchester viste de azul.

Tras una década en el club, el palmarés de Agüero incluye cinco títulos de la Premier League, uno de la FA Cup, seis de la League Cup (la última este año), y tres de Community Shields.

Y sí, todavía tiene la oportunidad de sumar un trofeo más. Uno grande. Ese con las orejas grandes, cuyo dueño es considerado el mejor de Europa. ¿Quién se sorprendería si Agüero, de 32 años, estuviera en el equipo inicial?

A pesar de sus lágrimas, Guardiola no es de gestos sentimentales. Pero en Agüero tiene a un ganador reconocido, que vive para momentos en los que se gana o se pierde todo. Y él no querrá abandonar el club como perdedor.

No busca estar en el centro de atención

“Bueno, vamos. ¿Estamos listos, no?”, se ha escuchado decir, a través de un micrófono, a Agüero, con una sonrisa tímida, luego de que el partido contra el Everton, en el que marcó dos goles, se convirtiera en una celebración al jugador por sus diez años y numerosas contribuciones al club. Parecía algo avergonzado al ser lanzado al aire por sus compañeros, al igual que cuando entró al estadio en medio de un recibimiento, al comienzo del partido.

Lo mismo ocurrió cuando le preguntaron sobre la estatua de él que se planea instalar en la entrada de Etihad. “Cuando el club me comentó sobre eso, les dije que no quería nada, sinceramente”, ha dicho sobre el monumento, que también incluirá a sus compañeros David Silva y Vincent Kompany. El argentino insistió en que no se haga hasta que se haya ido. “Jugaré hasta el final, es mi trabajo”.

(2008 Getty Images)

“’Kun’ es una leyenda”, ha señalado el defensor Kyle Walker, sobre su compañero. “No hay otra forma para describirlo. Ojalá podamos despedirlo con el título de la Liga de Campeones, algo con lo que, estoy seguro, ha soñado toda su vida”.

Lo más probable es que lo haya hecho. Pero Agüero, al menos desde la distancia, es un hombre difícil de conocer.

Gane o pierda en Portugal, la leyenda de Agüero en el Manchester City permanecerá intacta.

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