Rebeca Andrade nunca se rindió. No lo hizo la primera vez que se rompió el ligamento anterior cruzado. No lo hizo a la segunda. Y desde que tampoco a la tercera, en el Campeonato Brasileño de Gimnasia. No lo ha hecho.
Cada tropiezo alimentaba su determinación por continuar.
"He superado muchas cosas, y cada vez que me repongo de algo duro, me encuentro más determinada en mi regreso, quiero ganar incluso más", explicó Andrade al Olympic Channel durante el Mundial de Gimnasia de 2019.
Y esa determinación la ha mostrado en Tokio 2020, donde después de colgarse la plata en el concurso individual femenino, la primera medalla Olímpica de una mujer brasileña en unos Juegos en esta prueba, conquistó el oro en la final de salto de potro. También una primera vez.
"No estaba pensando en la medalla. Después de conseguri la plata en el concurso completo, me lo he ido tomando día a día y centrándome en lo que tengo que hacer. Sabía que iba a ser difícil, pero he dado el 110%. Me ha valido una medalla, y es de oro. Así que increíble", declaró.
Rebeca Andrade se llevó el oro con un 15.084 en la final, la única gimnasta en superar la barrera de los 15 puntos en la final de salto. La plata fue para la estadounidense Mykayla Skinner (14.916) y el bronce para la surcoreana YEO Seojeong (14.733), que superó por apenas unas centésimas a la mexicana Alexa Moreno, cuarta.
La próxima cita de Andrade será en la final de suelo este lunes 2 de agosto, donde pasó con la tercera mejor nota de las participantes. Una oportunidad para sumar a su cosecha de medallas en Tokio 2020.