Nicolas Navarro: corre, trabaja, duerme, repite
Lejos del brillo y el glamour de los Juegos Olímpicos, decenas de atletas subvencionan sus rutinas de entrenamiento diarias con otros trabajos. Tokio 2020 analiza a varios deportistas dispuestos a triunfar el próximo verano y qué roles tienen fuera de la competición. Esta semana, el corredor francés Nicolás Navarro, que se clasificó para Tokio 2020 mientras trabajaba en una tienda de deportes
Los detalles
- Nombre: Nicolas Navarro
- Edad: 29
- País: Francia
- Deporte: atletismo (maratón)
Su vida de atleta
Antes de clasificarse para el maratón masculino de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, Nicolás Navarro era ciclista. Desde los ocho años hasta los 18, el atleta francés compitió como ciclista de ruta, hasta que se cayó y sufrió una grave lesión. Incapaz de pedalear durante tres meses debido a tres vértebras rotas, nunca volvería a competir en ciclismo de ruta.
Como su hermano mayor se dedicaba a correr, se decidió a probar ese deporte. Pronto se dio cuenta de que no solo lo disfrutaba, sino que también lo hacía muy bien. Corrió su primera carrera en 2012, una carrera de 10 km en su ciudad natal de La Crau, en el sur de Francia, una carrera a la que solía asistir como espectador cuando era niño.
"Solíamos ver a los atletas kenianos liderando la carrera", recuerda Navarro en una entrevista con Tokio 2020. "Luego intentábamos correr con ellos al costado de la carretera. Lográbamos mantener el ritmo durante 50 metros".
Para su primera carrera de 10 km, decidió correr con los líderes y terminó séptimo en 34:36. Desde entonces, nunca ha dejado de correr, ganando medallas en carreras locales antes de pasar a la distancia de maratón un año después a los 23 años.
Cinco años después, corría con el grupo de élite en el Maratón de Valencia y marcó 2:12:39, un tiempo de clase mundial logrado mientras trabajaba a tiempo completo como mecánico de bicicletas y esquí en una tienda de deportes.
Cuando intentaba clasificarse para Tokio 2020, Navarro se tomó un tiempo de descanso de su trabajo, incluido el período previo al Maratón de Valencia 2019, donde terminó en 2:10:01, más de un minuto por debajo de la marca de clasificación Olímpica de 2:11:30.
Su vida profesional
Hoy, Navarro todavía trabaja a tiempo completo cuando no se está preparando para las carreras y se toma permisos sin sueldo durante los últimos meses antes de un maratón. De momento se prepara para correr el Maratón de Valencia 2020, su carrera favorita, el 6 de diciembre, con el objetivo de batir su mejor marca personal.
Después, el deportista francés de Aix-en-Provence se tomará una semana de vacaciones y volverá al trabajo antes de las celebraciones de fin de año.
En la cima de su preparación, Navarro corre más de 230 km a la semana, pero durante una semana en la que tiene que equilibrar el trabajo a tiempo completo y el entrenamiento, corre alrededor de 150 km, unas 10 horas de entrenamiento.
Requiere un horario en el que todo esté sincronizado al segundo.
"Por lo general, los martes y jueves trabajo de 9 de la mañana a 5 de la tarde, pero también es el día de grandes sesiones, carreras de tempo o intervalos", explica.
"Así que me despierto alrededor de las 7:15 am, corro los 12 km que separan mi piso y la tienda de deportes y luego trabajo hasta el almuerzo. Como rápido y tomo una siesta en el taller, luego trabajo hasta las 5:00 pm y corro para atrapar el bus, que me lleva a la pista. Tomo una siesta de más de 30 minutos en el bus y luego corro duro para una gran sesión de entrenamiento".
Puede ser un ritmo difícil de mantener, pero eventualmente puede ayudar con su evolución en el maratón, una prueba donde la resistencia es clave y se requiere una mente fuerte.
"Trabajar y entrenar pueden mejorar mi estado mental", dice el joven de 29 años. "Algunos días, no quiero ir a la pista porque tuve un día difícil y sé que voy a sufrir. Preferiría irme a casa. Pero cuando termina la sesión, estamos contentos de que el trabajo está hecho".
Trabajar en una gran tienda de deportes también conduce a interacciones interesantes con los clientes, que a veces vienen por motivos distintos a sus bicicletas.
"A veces hablo con gente que viene a verme. Me felicitan por lo que hago. Me siento un poco avergonzado pero ¡es super bonito!"
A pesar de que su forma de vida parece complicada, a Navarro le gusta porque le aporta equilibrio. E incluso si a veces tiene dificultades, se las arregla para hacer todo lo que necesita porque no ha perdido lo más importante que puede tener cualquier atleta: la diversión.
"Tienes que seguir divirtiéndote. Cuanto más te diviertes, más entrenas. Y cuando los resultados acompañan, eso es bueno".