Natación artística: Los secretos de Estados Unidos para volver a ganar una medalla olímpica en París 2024

Por Lena Smirnova
10 min|
El equipo de natación artística de Estados Unidos celebra su primera medalla olímpica en 20 años en París 2024
Foto por Maddie Meyer/Getty Images

Ser lanzada al aire desde una piscina por siete nadadoras en unos Juegos Olímpicos es una hazaña que pocos se atreverían a intentar. Especialmente si tienes fobia a las alturas.

Audrey Kwon hizo exactamente eso para ayudar al equipo estadounidense a conseguir una medalla de plata el miércoles 7 de agosto, la primera medalla olímpica de natación artística para los Estados Unidos en 20 años.

El camino del equipo de Estados Unidos a los Juegos Olímpicos de París 2024 desafió las probabilidades en más formas que simplemente elegir a una atleta con acrofobia para realizar movimientos acrobáticos.

Una nadadora del equipo se desmayó y casi se ahoga en la piscina; quedaron a menos de un punto de la plaza olímpica en los Juegos Panamericanos de 2023; y en el Mundial de Doha 2024 se arriesgaron con un nadador de 44 años para que les ayudara a conseguir esa cuota olímpica, la primera por equipos para Estados Unidos desde Beijing 2008.

Después de veinte años llenos de altibajos, los Estados Unidos, que alguna vez fueron dominantes en natación artística, lograron volver a subir al podio.

En parte, era lógico que la rutina acrobática del miércoles, que decidiría la clasificación final en la prueba por equipos en París 2024, tuviera una temática de hechicería y milagros.

"Fue mágico", dijo la entrenadora del equipo, Andrea Fuentes, a Olympics.com. "Ha sido un sueño el sistema que hemos creado".

Superar las fobias y otras técnicas creativas de entrenamiento de Estados Unidos

La rutina acrobática es una nueva incorporación al sistema de evaluación de la natación artística en los Juegos Olímpicos. En Juegos anteriores, solo se sumaban las puntuaciones de las rutinas técnicas y libres para decidir la clasificación general de equipos.

Para Kwon (18 años), la incorporación de una tercera rutina resultó ser un salvavidas para hacer realidad su sueño deportivo. Tenía una pasión desde hace mucho tiempo por la natación artística, pero temía que no la seleccionaran para el equipo porque era más baja que otras nadadoras. Sin embargo, era la altura perfecta para una especialista en acrobacia.

Solo había un problema: Kwon tenía miedo a las alturas.

Aquí es donde entró Fuentes, ayudando a Kwon a superar sus miedos.

La entrenadora de Estados Unidos, cuatro veces medallista olímpica con España, y su marido Víctor Cano, dos veces olímpico en gimnasia artística, inventaron un método único para eliminar la acrofobia de Kwon para siempre: Kwon tuvo que desayunar en la plataforma de saltos de la piscina durante tres meses para ganar confianza estando encaramada en lo alto.

"Hemos probado muchos ejercicios diferentes, muchas cosas distintas y geniales para esas elevaciones, y mereció la pena", dijo Kwon a Olympics.com. "A veces intento saltar tan alto como el trampolín para tocarlo, siempre desafíos diferentes".

El plan funcionó. El miércoles 7 de agosto en el Centro Acuático, Kwon fue impulsada una y otra vez al aire frente a una audiencia hipnotizada.

"Creo que con el tiempo, aprendí a disfrutarlo más", dijo Kwon sobre su nueva apreciación por las acrobacias. "Trabajando cada día en el vuelo y las acrobacias, me fui acostumbrando. A veces da un poco de miedo, pero ahora es mucho mejor".

Audrey Kwon, nadadora artística de Estados Unidos, en París 2024.

Foto por Maddie Meyer/Getty Images

Un entrenamiento distinto de natación artística

Esos desayunos en las alturas no fueron las únicas estrategias creativas de entrenamiento que Fuentes utilizó para romper la sequía de medallas de natación artística de 20 años para el equipo de los Estados Unidos.

El desafío del viernes” se ha convertido en un ritual del equipo y un factor clave en el entusiasmo de sus discípulas para seguir superando el nivel de dificultad y creatividad de sus rutinas.

“Todos los viernes hacemos algo un poco loco que tiene una relación con nuestro deporte, pero no completamente”, dijo Fuentes. “Por ejemplo, un día les dije: ‘Teneís que volar sobre las banderas de natación que tenemos allí, sin tocarlas’. "Era muy alto; tomó tres semanas lograrlo".

"Son cosas que sería una locura de lograr. Pero es útil, porque hacen trabajo en equipo y las preparas para cualquier desafío”.

Anita Álvarez, la única atleta del equipo con experiencia olímpica previa, ha disfrutado de esta renovación de sus sesiones de entrenamiento desde la llegada de Fuentes hace seis años.

"Entrena con un estilo diferente. Quiere liderar con amor", dijo Álvarez sobre su entrenadora. "Quiere que todas nos quedemos con ganas de repetir una y otra vez. No quiere que nos vayamos agotadas y cansadas como si odiáramos el deporte, por eso se vuelve muy creativa con la forma en que planifica su entrenamiento."

"Estamos trabajando muy duro, pero también recordamos disfrutar de lo que hacemos, porque esta es nuestra pasión y por eso comenzamos en este deporte cuando éramos niñas".

El espectáculo de "Las Hechiceras"

Los frutos del singular enfoque de Fuentes para el entrenamiento se hicieron visibles en los Juegos Olímpicos de París 2024, donde el equipo de Estados Unidos superó a oponentes más experimentados para lograr la medalla de plata.

Las elecciones musicales de los equipos de natación artística para la última noche fueron desde el hard rock al rap, pasando por el death metal, mientras que los trajes de baño con lentejuelas, junto con el ritmo trepidante, transformaban la piscina en una meca del glam rock.

Francia hizo rugir a la multitud con una rutina de cancán al estilo del Moulin Rouge; México desplegó la alfombra roja para Matlalcueye, la diosa del agua y la navegación; mientras que Egipto rindió homenaje al continente africano al recrear la escena de la coronación de El Rey León, ambientada en el "Círculo de la Vida".

España y Canadá actuaron al ritmo de "Lose Yourself" de Eminem, como para enfatizar que París 2024 era esa "oportunidad única" para las nadadoras artísticos.

Estados Unidos, que se presentó en penúltimo lugar, se tomó en serio el mensaje de Eminem.

Su rutina, ambientada en una mezcla de siete temas oscuros e hipnotizantes, estuvo repleta de elevaciones altas y lanzamientos complejos, incluido uno en el que una atleta dio una voltereta para aterrizar sobre una pierna extendida y usó esa plataforma humana como apoyo para otra voltereta.

"Estábamos tratando de mostrar lo poderosas que somos individualmente y como mujeres", dijo Kwon sobre la rutina del equipo con temática de hechiceras. "Las hechiceras son mujeres, así que tratábamos de ser nosotras mismas y mostrarle al mundo de lo que somos capaces".

Fuentes y otros entrenadores de Estados Unidos estaban entusiasmados antes de que se anunciaran los resultados. Sus mayores esperanzas se cumplieron: el equipo recibió 271,3166 puntos por la rutina acrobática, lo que elevó el total a 914,3421 puntos para confirmar la medalla de plata.

Anteriormente, habían recibido 282,7567 puntos por su rutina técnica, lo que los colocó en el cuarto lugar en la primera noche y se colocaron en posiciones de medalla con su rutina libre de alta dificultad, que les valió 360,2688 puntos.

"Realmente disfrutamos de las acrobacias en este nuevo evento. Nos sentimos fuertes y confiadas", dijo Álvarez a Olympics.com después. "En esta nueva rutina, hay una parte de nuestro corazón y alma. La coreografiamos juntas, este grupo de atletas y entrenadores, así que fue un final realmente especial para nosotras".

El equipo de la República Popular China, medallista de plata en Tokio 2020, obtuvo la máxima puntuación en las tres rutinas y ganó su primera medalla de oro en unos Juegos Olímpicos con un total de 996,1389 puntos. España terminó en tercer lugar con 900,7319 puntos y ganó su primera medalla olímpica en este deporte desde Londres 2012.

El equipo de Estados Unidos realizó su rutina técnica con "Smooth Criminal" de Michael Jackson.

Foto por Clive Rose/Getty Images

El factor Andres Fuentes y el resurgimiento del equipo de Estados Unidos

Fuentes formó parte del equipo español en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, hasta París 2024 el último que lograr una medalla olímpica.

Doce años después, estaba junto a la piscina, rodeada de nadadoras estadounidenses jubilosas que se agolparon tanto sobre su entrenadora al darse cuenta de que habían ganado una medalla que ella se cayó al suelo, riendo.

Fuentes es conocida en el mundo de la natación no solo por sus habilidades como entrenadora, sino también por su humanidad. Dos casos la representan mejor: cuando incluyó a Bill May, que entonces tenía 44 años, en la lista del equipo para el Mundial de Natación de Fukuoka 2023, y cuando se zambulló en la piscina para rescatar a Álvarez durante el campeonato mundial de 2022.

Álvarez se había desmayado al final de su rutina de solo libre y luego le fue prohibido competir por preocupaciones por su salud. Fuentes luchó con éxito para reincorporar a la nadadora artística, llamó a un cardiólogo que había trabajado con los marines estadounidenses para que realizara las pruebas médicas y demostrar que Álvarez estaba bien de salud.

"Ella era mi ídolo olímpico, a quien veía en YouTube cuando era niña", dijo Álvarez sobre Fuentes. "Tenerla aquí con nosotras y haber pasado por tanto, como perderme la clasificación en Tokio, y ese accidente que ocurrió en Budapest en 2022. Ella me salvó. Es más que una entrenadora. Es una mentora, y me ha enseñado mucho sobre la vida".

Aunque es de nacionalidad española, Fuentes se emocionó al ser quien llevó al equipo de Estados Unidos de regreso al podio olímpico. El resultado de la medalla de oro del equipo estadounidense en Atlanta 1996 fue una de las mayores inspiraciones para su propia carrera deportiva.

"Recuerdo mis primeros Juegos Olímpicos. De hecho, perdí contra Estados Unidos en 2004 la medalla de bronce. Y pensé: 'Realmente quiero traer a Estados Unidos de regreso', porque fue el equipo que me inspiró cuando era niña y estaban en la cima", dijo Fuentes.

"Ellas cambiaron mi vida porque cuando las vi en la televisión en Atlanta 1996, realmente quería ser eso. Y me convertí en eso. Y luego pensé: 'Ahora, quiero devolver algo de lo que recibí'. Y miren esto: el círculo se cerró".

El equipo de Estados Unidos, que en su momento dominó la natación artística, no había subido al podio olímpico en ese deporte en 20 años hasta que rompió esa racha en París 2024.

Foto por Maddie Meyer/Getty Images

Un momento para el equipo de Estados Unidos y Bill May en París

En línea con su enfoque en la diversidad, como la inclusión de Kwon, la más baja de todas, en la lista, Fuentes también le ha dado múltiples oportunidades a Bill May, uno de las pioneros de este deporte en categoría masculina.

El veterano nadador compitió con el equipo de Estados Unidos en dos Mundiales, ayudándoles a conseguir la plata en la rutina acrobática en Fukuoka 2023 y un bronce en Doha 2024.

Los Juegos de París 2024 fueron la primera vez que los hombres eran elegibles para competir en lo que anteriormente era un deporte exclusivamente femenino. Si bien May finalmente no fue incluido en el equipo, el nadador estuvo en las gradas para animar a sus compañeras de equipo, junto con otras nadadoras que tampoco fueron seleccionadas para París 2024.

"Lo vimos justo después de que salimos, después de obtener nuestras puntuaciones. Estaba allí y me dio un gran abrazo", dijo Álvarez. "Su energía, su sonrisa y su pasión por el deporte son contagiosas y ha sido una parte muy importante de este viaje de este equipo, al igual que los otros que no están aquí y que han sido parte de la clasificación de nuestro equipo. Es muy especial tenerlos también en las gradas".