La gimnasta rumana Nadia Comaneci logró el primer 10 perfecto en un marcador en los Juegos Olímpicos de 1976. Esto sorprendió a todo el mundo, incluida a ella misma, que entonces tenía 14 años.
"Me preguntaron: '¿Qué crees que vas a hacer en los Juegos Olímpicos?'. Yo esperabao ganar una medalla y, ojalá, de oro", recuerda Comaneci en una entrevista exclusiva con Olympics.com. "No había ninguna expectativa. Sabía que era buena en lo que hacía, pero no sabía que lo era tanto en comparación con las demás".
Hasta los Juegos Olímpicos de Sídney 2000, la primera ronda de la competición de gimnasia artística de los Juegos presentaba ejercicios obligatorios en los que cada competidora realizaba las mismas rutinas.
Comaneci fue tan superior que no fue algún elemento inventivo – aunque los tuvo más adelante en la competencia – lo que la distinguió del resto, sino la forma en que realizó cada uno de los elementos prescritos.
"Todas tenían que hacer la misma rutina según las reglas", explica Comaneci. "¿Qué significa ser mejor cuando todas hacen lo mismo? ¿Qué puedo añadir a eso? Yo lo llamo el toque de Nadia. Lo que hice fue dar más amplitud a cada elemento, para que se viera de libro, pero solo añadí ese poquito. Fue mi toque personal".
"Ni siquiera pensé en el resultado", expresa. "Me interesaba más no cometer errores porque los Juegos Olímpicos son cada cuatro años, solo tratar de concentrarme en lo que tengo que lograr en ese minuto y 20 segundos. Eso era lo único que tenía en la cabeza".
Nadia Comaneci: "Los errores te aportan creatividad"
El impacto de las perfectas notas de Comaneci tuvo el cambio muy práctico de exigir marcadores capaces de mostrar 10,00.
Los utilizados en Montreal 1976 solo podían mostrar tres dígitos, lo que obligó a que las puntuaciones históricas de Comaneci se mostraran simplemente como 1,00.
Pero más allá de lo tecnológico, Comaneci cambió el deporte.
La ágil rumana seguramente tenía su 'toque Nadia' que la distinguía, pero también contaba con elementos que ninguna otra gimnasta podía lograr, incluido el salto Comaneci.
Es un elemento tan difícil que todavía ostenta una calificación 'E' en el Código de Puntuación de la gimnasia artística.
También es algo que surgió accidentalmente, dice Comaneci.
"Por error", dice sobre cómo se le ocurrió este elemento. "Cuando estás cometiendo errores, inventas algo".
La cinco veces campeona olímpica dice que una vez, mientras intentaba un straddled flip desde la barra baja a la barra alta, se golpeó los talones y atrapó la barra inferior por error.
"Mi entrenador dijo: 'Eso es muy interesante'. ¿Crees que puedes hacer eso en la barra alta y subirla?’", recuerda Comaneci. "Pensé, 'No, porque me voy a golpear los talones'. Entonces, envolvimos mis talones con espuma, porque los estaba golpeando todo el tiempo hasta que descubrí cuál es la buena técnica para evitar golpearlos todo el tiempo".
"Los errores te aportan creatividad y te hacen ir a un lugar que es como… ‘Oh, eso es algo que el cuerpo ha hecho antes. Probémoslo'”, reflexiona.
Las innovadoras acrobacias y el estilo de Comaneci llevaron el deporte a nuevas alturas.
"No era muy consciente en Montreal porque una vez que terminó la gimnasia, no nos quedamos hasta el final de los Juegos Olímpicos", dice. “Así que no lo entendí hasta que llegamos a casa".
"Incluso ahora, miro hacia atrás, hace casi medio siglo, y pienso que la [versión mía] de 14 años, el coraje, la locura y la determinación, veo a esa chica de 14 años como si no fuera yo".
Nadia Comaneci sobre Simone Biles: "Es la deportista de esta generación"
Pocos atletas han tenido el tipo de impacto que Comaneci en sus respectivos deportes, pero la leyenda de la gimnasia parece ser otra a día de hoy: Simone Biles.
"Es la gimnasta, barra deportista, de esta generación", dice Comaneci sobre Biles.
Al igual que Comaneci, las innovaciones de la estadounidense, que cuenta con cinco elementos con su nombre, junto con su ejecución limpia (Biles a menudo tiene las puntuaciones más altas de dificultad y ejecución) han revolucionado el deporte.
"Ella es quien muestra el poder de las mujeres y el poder de decir 'Esta soy yo'. Esto es lo que soy y nadie me va a detener. Quiero abrir puertas, quiero mostrar lo que puedo hacer'", asegura Comaneci. "Creo que es fantástica para el deporte porque ella motiva y anima a las niñas a practicar deportes".
Y aunque Biles (y Comaneci) hicieron que sus logros, antes impensables, parecieran fáciles, la leyenda rumana dice que se han conseguido con esfuerzo y que hay lecciones de las que cualquiera puede aprender.
"Se aprende de los retos", remarca Comaneci. "Todo el mundo celebra el éxito, pero en el deporte el éxito no llega de la noche a la mañana. Cuando ves a alguien logrando algo increíble, miras su vida y te das cuenta de que empezó en esto cuando tenía nueve años".
"No fue nada que simplemente suceda de golpe, ¿sabes?".
Pero a su manera (Comaneci con su 1.00 en un marcador de Montreal y Biles con cualquiera de sus mejoras que desafían la gravedad) cada una cambió el deporte en lo que parece una fracción de segundo.