Lynda Kiejko, ingeniera y tiradora Olímpica

Con motivo del Día Internacional de la Mujer (8 de marzo), Tokio 2020 utilizará el mes de marzo para poner el foco en aquellas atletas que quieren brillar en los Juegos Olímpicos del próximo verano y que, de algún modo u otro, tienen su papel en la defensa de los derechos de las mujeres. Hoy repasamos la vida de Lynda Kiejko, de Canadá, que además de ser tiradora deportiva es ingeniera

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Lynda Kiejko
(2010 Getty Images)

Los detalles

  • Nombre: Lydia Kiejko
  • Edad: 40
  • País: Canadá
  • Deporte: Tiradora de pistola

Su vida de atleta

Lynda Kiejko proviene de una familia de tiradores Olímpicos. Su padre, el fallecido Bill Hare, fue tres veces atleta Olímpico y compitió en Tokio 1964, México 1968 y Múnich 1972, mientras que su hermana Dorothy Ludwig se clasificó para Londres 2012.

Kiejko comenzó a disparar a una edad temprana cuando su padre construyó un campo de tiro con pistola de aire comprimido en su sótano para alentar a sus hijas a practicar el deporte.

A partir de ese momento, Kiejko y su hermana construyeron su carrera como tiradoras de pistola. Incluso ganaron juntas el bronce en la prueba de pistola de aire comprimido en los Juegos de la Commonwealth de 2010.

En 2015, Kiejko estaba lista para competir sola después de terminar en sexto lugar en la Copa del Mundo en Corea del Sur. Ese año, Kiejko alcanzó su puntuación máxima cuando ganó un doble de oro en los 10 y 25 metros en los Juegos Panamericanos en Toronto, Canadá, en su tierra natal.

Su sueño de seguir los pasos de su padre se hizo realidad cuando aseguró una plaza en los Juegos de Río 2016, sus primeros Juegos Olímpicos.

(2010 Getty Images)

Kiejko recuerda su experiencia en los Juegos de Río 2016.

"La energía, la electricidad y la gente que te anima para que tengas ese momento fue increíble y realmente lo disfruté muchísimo, pero volver a dormir, a descansar y saber que estaba allí para competir era la prioridad", explicó al Olympic Channel.

Finalmente, Kiejko acabó en el puesto 38 en Río y declaró que no estaba tan preparada para la competición como le habría gustado.

"Pensando en los Juegos Olímpicos, tuve problemas de visión que no se resolvieron del todo con algunas de las luces. Simplemente no había practicado lo suficiente en ese entorno".

"Si sientes que no has hecho todo lo que podías, es un día difícil sin importar tu posición final", recordó.

Ahora, Kiejko puede tener otra oportunidad de cumplir sus esperanzas Olímpicas el próximo año en Tokio 2020.

La tiradora ganó la única plaza Olímpica de tiro de Canadá en los Juegos después de que la Federación de Tiro de Canadá la eligiera en función de sus puntuaciones y su potencial para ganar la prueba de pistola de aire comprimido de 10 metros.

"Pensar en los Juegos Olímpicos anima a cualquier posible atleta Olímpico. Quieres ser parte de esa emoción, esa experiencia, ese viaje, ese sello en la historia", dijo.

Su vida profesional

Mientras continúa su preparación en tiro, Kiejko también trabaja como ingeniera civil en una empresa eléctrica que proporciona el 85 por ciento de la electricidad en su ciudad natal, Calgary.

Además de trabajar en la oficina, Kiejko también tiene que visitar torres eléctricas y comprobar si todas funcionan correctamente.

Kiejko dice que se dedicó a la ingeniería por su amor por las matemáticas y siente que su trabajo diario tiene algo en común con el deporte del tiro.

"Con la ingeniería, cuando estás lidiando con un problema, miras el panorama general y ves cómo se ensamblan las partes y luego las desglosas de forma individual para comprender cómo funciona todo".

"En el tiro es muy similar: miras el gran esquema de las cosas, lo desglosas todo y luego, idealmente, divides las piezas individuales y te vuelves competente hasta que tienes todo el resultado final que encaja".

Aunque obviamente a Kiejko le va bien en su trabajo diario, sabe que es su responsabilidad mantener el legado Olímpico de su padre. Escuchar las historias de su progenitor sobre los Juegos Olímpicos hizo que quisiera ser una atleta Olímpica como él y representar al equipo de Canadá.

"Competir en los Juegos Olímpicos ha sido más que un sueño de la infancia para mí, es un asunto de familia", dijo Kiejko en 2016 a Canadian Press.

Con el legado de su padre para inspirarse, Kiejko lo honrará una vez más cuando llegue al escenario Olímpico en Tokio 2020 el próximo verano.

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