Dos cosas salen a relucir si se repasan las publicaciones de Viktor Axelsen en redes sociales durante este periodo de quedarse en casa: entrenamientos diarios y desafíos de trabalenguas en chino.
El jugador de bádminton danés de 26 años, que justo había ganado su primer título de All-England en marzo, pasó la mayor parte de abril en su casa en Copenhage.
Utiliza este momento de aislamiento como una oportunidad de fortalecer su mandarín. Prácticamente cada semana se sienta enfrente de la cámara, saluda amablemente a sus seguidores y después comienza con cuidado frases difíciles, que son desafíos incluso para los nativos.
Axelsen empezó a estudiar chino en 2014. Según él, comenzó como una broma: saber hablar este idioma le ayudaría a ser mejor jugador de bádminton. Y finalmente sus estudios se volvieron una cosa seria. Ahora puede visualizar cómo le han influenciado dentro y fuera de la pista.
"No sé cuánto me ha ayudado el mandarín en la pista. Creo que lo más grande para mí ha sido ser capaz de hablar con muchos jugadores diferentes, especialmente, claro, los chinos, para saber cómo hacen algunas cosas. Y, por supuesto, esto te hace pensar si tú mismo haces lo correcto en la práctica. Puedes aprender algo de los jugadores chinos", dijo en la entrevista.
También reconoce que este idioma le ha abierto puertas de cara a patrocinadores y eventos.
Fuera de la pista, quiere llegar a todo lo que tenga que ver con el mundo chino, donde el bádminton es un gran deporte. En los Juegos Olímpicos de Río 2016, después de ganar la medalla de bronce contra el jugador de la República Popular de China LIN Dan, contestó a unas preguntas post-partido para la Televisión Central de China en un fluído mandarín.
Esto le convirtió en un éxito viral en China.
Ahora tiene más de 436.000 seguidores en la plataforma china de micro-blogging Weibo. A pesar de que su nombre es danés, sus fans de China le conocen más por su nombre chino: An Sai Long, un apodo que le dio su profesor de mandarín, y que significa "dragón calmado y competitivo".
Mientras el número 4 del mundo compite contra otros jugadores en la pista, fuera de la pista las lenguas extranjeras le permiten crear amistades con atletas de diferentes países.
Recientemente se unión a un Instagram live con el jugador malayo Lee Chong Wei. Durante la charla, los dos rivales hablaron cordialmente en chino sobre su vida durante el confinamiento, la salud de sus familias y sus habilidades en la cocina.
"Cuando estás en la carretera mucho tiempo, cuando viajas mucho, evidentemente escuchas muchos idiomas diferentes. Creo que es interesante, es algo de lo que puedes aprender mientras viajas", dijo Axelsen, que reconoció así que le gusta mucho aprender nuevos idiomas.
Vea este vídeo para ver cómo Axelsen habla mandarín. También comparte la historia de su entrenador chino.