La gimnasta brasileña Rebeca Andrade vuelve a la competición con éxito

La Olímpica en 2016 ha disputado su primera competencia en nueve meses

Rebeca Andrade of Brazil performing at Rio 2016
(2016 Getty Images)

La gimnasta brasileña Rebeca Andrade no es una desconocida de la adversidad.

Andrade, de 20 años, y que compitió en los Juegos Olímpicos de Río 2016, volvió a la competición después de casi nueve meses el pasado jueves y viernes, en la Copa del Mundo de Baku, realizada por la Federación Internacional de Gimnasia.

Finalizó tercera en barras asimétricas (14.233) y segunda en la barra de equilibrio (13.800), por lo que avanzó a la final en ambas.

De este modo, la Olímpica brasileña firmó un retorno triunfal, después de romperse por tercera vez el ligamento cruzado anterior el pasado junio en los campeonatos nacionales de su país. Triunfal hasta que la competición se cancelara en las finales.

Río 2016

Afortunadamente para Andrade, ella no es de las de rendirse.

"He superado muchas cosas, y cada vez que me repongo de algo duro, me encuentro más determinada en mi regreso, quiero ganar incluso más", explicó Andrade al Olympic Channel el pasado octubre, durante los Campeonatos del Mundo de Gimnasia Artística. "Y me imagino que ahora no será diferente", continuó.

Andrade, una estrella emergente, deslumbró en los Juegos de su país, Río, con una rutina de suelo a ritmo de Beyoncé que cautivó a la audiencia, casi tres años antes de que lo hiciera la gimnasta Nia Dennis en la Universidad de California (Los Ángeles).

La brasileña entró en el 2019 como la atleta a tener en cuenta. Consiguió la medalla de oro en concurso completo en el DTB Team Challenge, conteniendo a la entonces medalla de bronce mundial, Angelina Melnikova, de Rusia. Su puntuación total de 56.932 demostró al mundo de lo que era capaz.

Pero entonces llegó la lesión de la rodilla.

Se sintió la ausencia de Andrade del equipo brasileño en los Mundiales de octubre. La situación de aquella selección fue dramática en el campeonato -el mismo en el que un año antes estuvo a punto de ganar el bronce-, ya que, además de la ausencia de Andrade, sufrió la baja de la veterana Jade Barbosa, que se lesionó en la primera rotación, dejando a Brasil con una menos.

Aunque lo hicieron todo lo bien que pudieron dadas las circunstancias, el conjunto acabó en la posición 14ª, y con 1.500 puntos de diferencia respecto a la clasificación para Tokio 2020 de los equipos de cuatro femeninos. Este resultado significó que Brasil solo clasificó a una de sus gimnastas para los Juegos de julio: Flávia Saraiva, medalla de oro en los Juegos Olímpicos de la Juventud de 2014.

El camino a Tokio 2020

"No poder ayudar a mi equipo. Estar mirando y no poder competir, no poder hacer para lo que nací. Eso es muy duro", contestó Andrade sobre cuál había sido la parte más difícil de su recuperación.

Para llegar a Tokio, Andrade puede tener dos caminos potenciales, pero con los dos en el aire hasta que se clarifique qué pasará con los eventos de clasificación que han sido cancelados. El primero sería conseguir los puntos suficientes en barra de equilibrio en las Copas del Mundo, donde consiguió una victoria en la Cottbus World Cup de 2018. Estas series de momento no están en el calendario y seguirán sin desarrollarse, en principio, hasta la atrasada Doha World Cup, del 3 al 6 de junio.

El segundo camino es el Campeonato Panamericano de mayo, en Utah. Allí, Andrade necesita finalizar en el top 2 entre las atletas y países elegibles.

Ninguno es sencillo, pero Andrade contó al Olympic Channel que ella está preparada para dar lo mejor de sí misma con el objetivo de regresar a los Juegos Olímpicos.

"Si lo consigo, solo con llegar me haría muy feliz porque creo que es algo que todos los atletas quieren, es un gran sueño para todos", dijo.

“Pienso que todo el mundo da su 110% para estar allí, para hacerlo lo mejor posible. Y esta vez no será diferente. Creo que puedo llegar a conseguir un poquito más. Esto será importante para el resto de mi vida".

Por el Olympic Channel.

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