La batalla entre las dos grandes estrellas de la gimnasia
En octubre de 1964, Tokio fue por primera vez sede de unos Juegos Olímpicos. Para celebrar el aniversario, Tokio 2020 le acercará algunos de los momentos más increíbles e históricos que tuvieron lugar hace 56 años. En una nueva parte de la serie, echamos un vistazo a la batalla de Larisa Latynina y Vera Caslavska en la gimnasia artística
Los antecedentes
Muchas de las más grandes gimnastas de la historia proceden de Europa del Este. Este fue también el caso en los años 50 y 60 cuando dos de los nombres más destacados de la gimnasia fueron Larisa Latynina de la Unión Soviética y Vera Caslavska de Checoslovaquia.
Las dos gimnastas tuvieron carreras impresionantes, y aunque Latynina comenzó antes, sus caminos se cruzaron en Tokio 1964, donde protagonizaron uno de los duelos más increíbles de la historia del deporte.
En los Juegos de Melbourne de 1956, Latynina ganó la competición femenina en el concurso general, suelo, potro y por equipos. En los Juegos Olímpicos de Roma 1960, volvió a ganar el oro en el ejercicio por equipos y en suelo.
Caslavska comenzó su carrera como patinadora artística, pero a los 15 años se pasó a la gimnasia, debutando en las competiciones internacionales en el Campeonato Mundial de 1958, donde ganó una medalla de plata en el evento por equipos.
Ganó en la barra de equilibrio en el Campeonato de Europa de 1959 y terminó en segundo lugar después de Latynina en el Campeonato del Mundo de 1962. En Roma 1960 hizo su debut Olímpico ganando una medalla de plata en la competición por equipos, sin embargo, fue cuatro años después cuando realmente brilló.
El momento
En Tokio, los espectadores tuvieron la suerte de ver la batalla entre Latynina, una deportista de 30 años que lo había ganado todo y estaba en la mejor forma de su carrera, y Caslavska, una atleta de 26 años que estaba a punto de comenzar su reinado.
Las expectativas eran altas para Caslavska. Fue descrita como la "chica glamurosa de los Juegos Olímpicos", capturando la atención del mundo con su estilo al competir.
Durante el torneo, los resultados se dividieron. Latynina ganó el oro por equipos y en el suelo y la plata en el concurso general y el salto de potro, pruebas en las que Caslavska ganó el oro. Latynina también ganó el bronce en las barras asimétricas y la barra de equilibrio. Mientras tanto, Caslavska también se hizo con el oro en la barra de equilibrio y ganó la plata por equipos.
Si bien Latynina no ganó la competición general individual, sus seis medallas de Tokio 1964 hicieron que su cuenta de medallas Olímpicas aumentara a 18, lo que la convirtió, en ese momento, en la atleta Olímpica más exitosa en cualquier disciplina, masculina o femenina, de la historia.
¿Qué pasó después?
Durante 48 años, Latynina mantuvo la distinción de ser la ganadora de la mayor cantidad de medallas Olímpicas hasta que el nadador estadounidense Michael Phelps batió su récord en Londres 2012.
Sin embargo, la deportista sigue siendo la única gimnasta, hombre o mujer, que ha ganado nueve medallas de oro Olímpicas y la única mujer que ha ganado nueve oros Olímpicos.
Después de retirarse de la competición en 1966, Latynina no se alejó demasiado del deporte. Fue entrenadora nacional senior de la Unión Soviética y participó activamente en la planificación de los Juegos Olímpicos de Moscú 1980.
Por su parte, Caslavska continuó defendiendo sus títulos unos años más. Se convirtió en la campeona mundial en el Campeonato Mundial de 1966 y dominó los Campeonatos de Europa de 1965 y 1967, llevándose los cinco títulos individuales y anotando un perfecto 10 en 1967.
Antes de los Juegos de México 1968, Caslavska perdió sus instalaciones de entrenamiento debido a la invasión de Checoslovaquia por parte de los soviéticos. Entonces, para poder entrenar, tuvo que usar ramas, levantar sacos de patatas y practicar su rutina de ejercicios usando troncos como barras.
A pesar de su preparación interrumpida para los Juegos, en México dominó la competición de gimnasia, defendiendo su título Olímpico general y al mismo tiempo ganando el oro en las pruebas de suelo, salto de potro y barras asimétricas, así como dos platas en la competición por equipos y en la barra de equilibrio.
Después de retirarse, las autoridades checoslovacas le negaron un trabajo, pero finalmente se le permitió entrenar al equipo nacional de gimnasia. Después del colapso del régimen comunista en 1989, Caslavska se convirtió en la presidente del Comité Olímpico Checoslovaco. Cuando se disolvió la unión con Eslovaquia en 1993, fue nombrada presidenta del Comité Olímpico de la República Checa. También fue miembro del Comité Olímpico Internacional (1995-2001). En 1998, fue incluida en el Salón de la Fama de la Gimnasia Internacional.
Lamentablemente, a la edad de 74 años, falleció después de someterse a un tratamiento para el cáncer de páncreas. Caslavska sigue siendo la atleta Olímpica checa más exitoso de todos los tiempos.