Kenneth Tencio, o el inspirador don de alguien que vuela sin considerarse talentoso

"Con poco podemos lograr muchísimo". Esto es lo que quiere gritar Kenneth Tencio al mundo en el debut de su deporte, el BMX freestyle, en unos Juegos Olímpicos, en Tokio 2020. El costarricense es consciente de que su país es pequeño y que su deporte, nacido en las calles, ha tenido ciertamente limitaciones. Él las ha vivido durante su trayectoria pero, lejos de quejarse, está más motivado que nunca.

"Incluir los nuevos deportes ha abierto un mundo de posibilidades ahora para Costa Rica. Y yo creo que el apoyo que he recibido desde que de acá, de todo el Comité, se ha visto reflejado en que de verdad ellos quieren que llevemos una medalla porque ya hace mucho tiempo que no se logra. Hay muchos buenos atletas, pero también este es un país pequeño que no tiene las condiciones de otro, aunque eso no es un limitante tampoco. Realmente es una motivación extra para para decirle al mundo que con poco podemos lograr muchísimo", recalca Kenneth Tencio en una entrevista para Tokio 2020.

Ahora mismo el rider es una grandes apuestas de Costa Rica para lograr una presea en los Juegos Olímpicos del próximo verano, después de haber asegurado su clasificación.

Un hito increíble para alguien que hace 15 años desconocía totalmente qué era el BMX freestyle.

Sus inicios

Desde pequeño, Tencio jugaba a fútbol, aunque la bicicleta era un juguete más entre otros.

Sin embargo, con 12 años algo le hizo cambiar de prioridades y empezó a hacer de su juguete una profesión.

"Empecé hace 15 años y fue súper curioso porque yo no realmente no sabía nada de este deporte. En sexto grado en la escuela, tenía 12 años, me invitaron a ir a ver un evento que yo ni sabía de qué se trataba. Sabía que era algo de bicis, pero no tenía la noción", recuerda.

"Cuando llegué ahí vi esos muchachos saltando en bicicleta, rampas de tierra, fue como que quedé atrapado en esa imagen. Y de hecho la puedo visualizar en este momento como si estuviera viendo una foto. Fue como que yo ni siquiera escogí el deporte. El deporte me escogió a mí. Y yo quedé atrapado en eso y dije ‘Wow, eso es lo que yo quiero hacer’. Y tomé alrededor de unos seis meses para poder comprarme mi primera bicicleta", continúa.

Sin embargo, el BMX freestyle no es un deporte cualquiera. Es de los denominados de riesgo, ya que una caída realizando un truco puede ocasionar lesiones serias.

"Al principio a mi familia como que no les gustaba, porque llegaba yo todo raspado a la casa con golpes, rompía la ropa... Pero más o menos cuando tenía 14 años yo empecé a trabajar para comprarme mis propias cosas, yo pagaba mi bicicleta, pagaba mi ropa... Al hacerme tan independiente fue como que ellos vieron que realmente estaba trabajando y haciendo todo para lograr practicar este deporte", reconoce Tencio, que, desde entonces, no ha dejado de sentir el apoyo de su familia.

Y también tuvo que aceptar ese riesgo.

"Me he llevado muchísimas caídas, golpes en la cabeza, quebraduras, ligamentos, pero es algo que ya uno aceptó. Aceptar ese riesgo es lo que te hace progresar más, aunque el miedo siempre está ahí", recalca.

A pesar de ello, él sigue agradecido por aquella imagen que tiene en su cabeza desde hace más de una década.

"El deporte me atrapó de una manera que aquí estamos, 15 años después, buscando una medalla Olímpica".

Cómo inventar nuevos trucos

El rider, nacido en Cartago en 1994, poco a poco fue convirtiéndose en un referente en el BMX freestyle. Fue quinto clasificado en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, y un año antes consiguió proclamarse subcampeón mundial de la UCI y subcampeón del la Copa del Mundo de la UCI.

Este deporte está intrínsecamente ligado con la creatividad.

Para llegar a un nivel de élite, a estar entre los mejores del mundo, la bicicleta se acaba haciendo arte para que el rider consiga realizar trucos novedosos, que sigan impresionando. Este proceso no es fácil.

"Lo que lo que normalmente pasa es que uno hace combinaciones de trucos que ya existen, que no han sido hechas. Ocasionalmente ha pasado que intentas un truco y vas para el lado contrario y de pronto empiezas a girar en una rotación que nunca habías hecho y te das cuenta que puede ser algo que puede funcionar y ya empiezas a trabajarlo y, cuando te das cuenta, inventas algo nuevo", explica.

A pesar de la creatividad que se necesita, Tencio dice de sí mismo que no es alguien talentoso, sino insistente.

"Yo soy una persona que no soy talentosa. Con todo lo que he logrado yo ahorita, aún así no soy talentoso, pero entreno muchísimo. Yo sé que hay otros atletas que practican 3-4 veces por semana. Yo necesito estar todos los días en mi bicicleta porque, en el momento que no practico, al siguiente día tengo que retomar todo. Me entran miedos. Entonces sí me considero una persona que me cuesta más aprender las cosas. Hay personas que aprenden un truco en una semana y a mí quizás me toma meses, pero al final lo hago porque soy muy, muy persistente cuando quiero algo", subraya.

Aunque cuesta pensar que Tencio no tenga talento, sea por trabajo o por don, ha pasado de no saber nada de su deporte a tener como objetivo lograr una medalla Olímpica.

El apoyo entre riders

Precisamente que el BMX freestyle sea una mezcla de deporte y creatividad podría hacer de él un mundo hostil entre sus practicantes al más alto nivel. Pero nada más lejos de la realidad.

"Es más admiración lo que hay en este deporte todavía. Por dicha, no ha llegado a ese punto en el que ya todo el mundo se quiere esconder y nadie quiere ver lo de los demás. Yo creo que nosotros somos como una familia muy grande".

"Por supuesto, existen personas que entrenan más en secreto y tienen su forma de hacer las cosas. Pero igual siempre al final, en algún punto nos unimos y estamos hablando y compartimos ideas. Y ojalá que eso se mantenga porque le da ese espíritu al deporte de gozo, de disfrute y no tanto de competencia. Al final de todo somos amigos y estamos simplemente compartiendo la misma pasión", prosigue Tencio, al que le une una amistad con riders como el venezolano Daniel Dehrs, también aspirante a lograr una presea Olímpica.

La esperanza de Costa Rica en Tokio 2020

Esta familia del BMX freestyle hará su debut en los Juegos Olímpicos el 31 de julio de 2021 en Japón, uno de los países favoritos de Tencio. Entonces será el momento en el que esta disciplina escribirá una nueva página en su historia.

Tencio ha sido testigo en primera línea de cómo este deporte ha cambiado a lo largo de los años, y ahora él es un icono. Lejos de que el interés mediático le suponga una presión extra, al costarricense le motiva. "Yo trato de aferrarme a eso como una motivación de que si todas estas personas creen en mí y me han apoyado, cómo no voy a creer yo en mí, cómo no lo voy a ir a dar todo", argumenta. 

En principio, Tencio volverá a Tokio para tomar parte en el test event (evento de prueba) del próximo mes de abril, que tendrá lugar en la sede del BMX freestyle, en el Parque Deportivo Urbano de Ariake.

Esta será su última visita a Japón antes de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

"El simple hecho de estar dentro de los Juegos es una gran ganancia, pero por supuesto, apuntando siempre a lo más alto. La idea es ir a buscar una medalla al cien por cien. Yo sé que tengo las capacidades para lograrlo. Si no lo llegara a lograr es porque no me preparé lo suficiente y eso me haría sentir muy mal. Hemos estado trabajando muy duro para poder lograr ese objetivo", sentencia.

Porque Tencio ve un futuro dorado en Tokio donde poder demostrar -después de los golpes, el miedo, y el único impulso de una pasión por el deporte- que con poco se puede lograr mucho.