Suecia llegaba a la final tras un torneo extraordinario y deseando mejorar la plata conquistada en Río 2016. Canadá llegaba crecida tras derrotar a la favorita Estados Unidos. Y en un duelo muy disputado en el que Suecia tuvo más ocasiones, pero le falló la puntería, Canadá logró el ansiado oro en los penales.
Las escandinavas fueron superiores en la primera mitad. Su presión alta dificultaba la circulación de pelota canadiense, y en ataque, las entonadas Fridolina Rölfo y Stina Blacksteinus inquietaban cada vez que pisaban el área rival. En una de esas jugadas de ataque, Blackstenius puso en ventaja a Suecia.
Aun así, Canadá no bajó los brazos y, si bien no creó ninguna ocasión clara en los primeros 45', dio un par de sustos. Ya en la reanudación, obligadas por el marcador en contra, las canadienses dieron un paso al frente y su valentía tuvo premio. Christine Sinclair fue derribada en el área y su compañera Jessie Fleming convirtió el penal.
Suecia se rehizo, pero no logró convertir sus ocasiones y el partido se fue a la prórroga, donde las escandinavas volvieron a perdonar en varias jugadas a balón parado. Así las cosas, el duelo llegó a los penales, y allí, el protagonismo fue para las dos arqueras: la sueca Hedvig Lindahl atajó 2 y vio cómo otro se marchaba fuera. Pero Stephanie Labbe detuvo uno más y la capitana Caroline Seger mandó alto su lanzamiento. Canadá consiguió así su primer oro olímpico en fútbol femenino.
Estados Unidos cierra el podio del torneo con el bronce conquistado el día anterior ante Australia.