Hace un año, Lucas Pinheiro Braathen anunció su retirada prematura del esquí alpino durante una emotiva rueda de prensa previa al inicio de la temporada en Soelden (Austria).
Doce meses después, el carismático esquiador de 24 años parece feliz una vez más y está dispuesto a reanudar su prometedora carrera con renovado entusiasmo.
“Ha sido una montaña rusa. Ha sido emocionante. Ha sido intimidante. Ha sido angustiante, pero emocionante. Lo ha sido todo”, declaró recientemente a Olympics.com durante el Atomic Media Day, cerca de Salzburgo.
El año sabático de Braathen ha estado repleto de aventuras, desde explorar las capitales europeas y recorrer en bicicleta los viñedos de Burdeos, hasta relajarse en Ibiza y abrazar el vibrante estilo de vida brasileño en São Paulo y Río de Janeiro.
“Ha sido un año repleto de impresiones y experiencias muy diferentes. Me he permitido explorar quién soy, mis otros intereses y curiosidades fuera del esquí, en una búsqueda por descubrir cuál es mi próxima plataforma para marcar la diferencia”, contó.
“Y me ha llevado de vuelta a este hermoso deporte, pero en mis propios términos y con una libertad que me permitirá marcar la diferencia que busco”, dijo, mientras meditaba cada palabra.
Lucas Braathen: Promover la diversidad en el esquí alpino
Cuando Braathen anunció su regreso al esquí alpino bajo la bandera de Brasil, el país natal de su madre Alessandra, el esquiador de origen noruego tenía un objetivo claro en mente: “Todos estamos aquí en una misión, pero todos estamos en misiones diferentes. La mía es ésa. Quiero inspirar a otros para que se atrevan a seguir su sueño, sea cual sea”.
En particular, el doble medallista de plata mundial júnior está ansioso por sacudir un entorno que a veces se percibe como demasiado conservador y tradicional: “Creo que el deporte y la belleza del deporte es su diversidad. Es la diferencia entre nosotros, los atletas, lo que lo hace interesante. Si todos fuéramos igual de buenos esquiadores, tuviéramos el mismo aspecto y habláramos de la misma manera, ¿verías alguna vez una carrera de esquí? No, probablemente no. No habría emoción”, explica.
Durante su corta carrera, el esquiador nunca ha tenido miedo de mostrar su personalidad, a menudo luciendo uñas de colores y vistiendo ropa de esquí no convencional: “Quiero animar a mostrar tus diferencias y tu personalidad. Y siento que ése es mi papel dentro de esta industria y estoy encantado de asumir esa tarea”.
La belleza de ser un 'marginado'
El ganador de la Copa del Mundo de Eslalom 2023 dejó Noruega, una de las potencias de este deporte, para representar a un país sudamericano que nunca ha ganado una medalla en la historia de los Juegos Olímpicos de Invierno.
“Me resulta hermoso ser el marginado”, compartió.
“El hecho de llevar la bandera brasileña a la Copa del Mundo de esquí de competición, un deporte en el que este increíble país aún no está representado, es un verdadero reflejo de mi misión de marcar la diferencia”.
“Sólo espero que haya niños que se sientan inspirados y se atrevan a perseguir su sueño, sea cual sea, sin importar su aspecto, su procedencia o lo que piensen sus amigos en el colegio o sus padres en casa. Tu sueño es tuyo y nadie debería quitártelo”.
El 'súper equipo' de Lucas Braathen
Aunque admitió que echará de menos “los constantes duelos” con sus antiguos compañeros de equipo, Braathen cree que ése fue el “tipo de precio” que tuvo que pagar para tomar la dirección que decidió seguir.
No obstante, la nueva estrella verdeamarela estará rodeada de un “súper equipo”, que incluye a su entrenador de toda la vida, Peter Lederer, a Mike Pircher, que anteriormente trabajó con la leyenda austriaca Marcel Hirscher, y al preparador físico Kurt Kothauber, que antes formaba parte del personal del campeón suizo Marco Odermatt.
“Estoy muy contento de contar con personas tan profesionales en cada una de sus diferentes funciones. Pero lo más importante es que, en mi tarea de crear un equipo que pueda volver a ganar carreras de esquí, he intentado crear una comunidad de personas que tenga un enfoque de equipo”, dijo Braathen.
“Y eso permite que la gente tenga diferentes opiniones y diferentes enfoques y creencias que ese es también el factor del éxito”.
La influencia constante seguirá siendo su padre, Bjorn, que supervisará la estructura general del equipo: “Es el único que durante todos estos años ha estado a mi lado y es el único que ha visto lo que esto ha costado y significado para mí. Así que no podría hacer esto sin él”.
"Mi padre ha sido el único que ha creído en mi loco sueño de niño. Es el único que me llamó loco la primera vez que lo dije. Y nunca más lo volvió a decir" - Lucas Pinheiro Braathen
Una nueva base estratégica, de cara a Milano Cortina 2026
Antes de su debut en la Copa del Mundo como esquiador brasileño, Braathen estableció una nueva base estratégica en Milán, una ciudad que le permite acceder fácilmente a cualquier aeropuerto del mundo mientras persigue sus intereses en el diseño y la moda: “Me encanta Italia, me encantan las montañas, me encanta la ciudad. Me encanta el lado creativo. Me encanta todo. Así que establecerme allí creo que me favorecerá”, explicó.
“También se acerca Milano Cortina 2026. Creo que el mero hecho de estar afincado y sentir que los Juegos Olímpicos se celebran literalmente en mi casa puede contribuir a aumentar mis posibilidades de éxito”.
Sin embargo, lo que más le importa es haber encontrado por fin su “propio camino”, en el que las carreras de esquí no le impidan explorar otras pasiones: “Lo que ahora es diferente es que puedo fusionar mis dos mayores plataformas o terrenos de juego en la vida, como puedo fusionar mi yo creativo y mi yo atleta y puedo crear estos proyectos donde puedo fusionar los dos y con suerte crear algo que todavía no existe”, compartió.
“Y creo que es un privilegio poder sentarme aquí y ejercer la profesión que más me apetece sin dejar de lado mi propósito. Eso no es un privilegio sólo como atleta, es un privilegio para cualquiera”.
Y el esfuerzo parece haber dado sus frutos: en su primera competición de la Copa del Mundo como brasileño: Braathen brilló: finalizó en el 4º lugar del eslalon gigante de Sölden el último 27 de octubre. De esta manera, fue el mejor resultado de un esquiador brasileño en cualquier etapa de la historia de la Copa del Mundo. El mejor resultado previo había sido de Isabel Clark, que finalizó en la 6º posición de snowboard cross en Vallnord Arcalís, en enero de 2014.