El niño que abrió los ojos para ir de excursión... a los Juegos Olímpicos

En el 'corto' 2020 ha logrado un Europeo, el billete para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, el título de liga con el PSG y ha sido proclamado mejor portero del campeonato francés. Sin embargo, a Rodrigo Corrales le han quedado pendientes varios 'Y si...' que espera solventar en el próximo año

rodrigocorrales
(2018 Getty Images)

El 2020 había empezado mejor que bien para guardameta español Rodrigo Corrales. Nada menos que con un oro en el Campeonato de Europa de Balonmano y, por consiguiente, el billete directo para disputar los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

“El 2020 empezaba de maravilla. Empezamos de una manera inmejorable. Para nosotros el Campeonato de Europa era muy importante, por lo que es la competición en sí, pero también por lo que es el billete a Tokio. En Río no pudimos estar y era una espinita que como grupo teníamos clavada. Teníamos muchísimas ganas de obtener esta clasificación, además de una manera creo que brillante durante toda la competición. Pintaba un año inmejorable: a nivel colectivo con la selección fue fantástico; cuando nos reincorporamos con nuestros equipos, con París, colectivamente teníamos nivel muy alto y con grandes expectativas, tanto a nivel nacional como en la Liga de Campeones. A nivel individual me encontraba muy bien", recuerda el portero del Paris Saint-Germain para Tokyo2020.org.

Sin embargo, todo esto -el deporte y la vida, en general- se detuvo debido a la pandemia de la COVID-19.

"Ha sido una pena tener que parar por el COVID, pero al final es una cosa que es mucho más importante que el deporte, que se ha quedado en un segundo plano”, asegura.

La vuelta al cole

Corrales ha pasado el confinamiento en París, y este tiempo entre cuatro paredes le ha servido para reflexionar sobre la importancia de algunas cosas que en la 'normalidad' a veces se dan por hechas.

"Creo que nos ha servido a todos como sociedad para reforzarnos y sobre todo valorar más también aquellos sectores que a veces los damos por hecho, sabemos que están ahí y que podemos contar con ellos. Hablo obviamente del sector sanitario, de toda la gente que ha estado en primera línea de batalla durante este confinamiento, pero también la gente que mucha gente nos olvidamos de ellos, como la gente que trabaja en los supermercados, reponedores, etc. Nos ha servido para valorar realmente cómo funciona la sociedad y la importancia que tenemos todos y cada uno de nosotros. No hay roles, no hay gente más importante que otra. No sé si nos ha hecho ser mejores personas, pero sí que nos ha llevado a saber valorar muchísimo más las cosas”, resume.

Una de esas cosas que ha vuelto a valorar Rodrigo Corrales es el trabajo del día a día. El grupo.

“Yo recuerdo el primer día de ver a mis compañeros. La ilusión de verlos era increíble. Nunca había tenido tantas de ganas de volver a entrenar como después de este periodo. ¿Sabes cuando eres pequeño que tienes una excursión con el cole y no duermes el día de antes? Eso me pasó a mí”, dice Corrales, que en las últimas semanas ha vuelto a la disciplina del PSG.

Recuerdo el primer día de ver a mis compañeros. La ilusión de verlos era increíble.
Nunca había tenido tantas de ganas de volver a entrenar como después de este periodo

Sin embargo, estas serán sus últimas semanas en las filas del PSG. La próxima temporada jugará en el Veszprem húngaro, y no ha podido despedirse del equipo parisino en las pistas, aunque eso sí: ha ganado el título de liga y ha sido proclamado como mejor guardameta de la Lidl Starligue esta temporada.

“Ha sido un poco diferente todo este año. Obviamente a nosotros nos gusta celebrar estas cosas delante de nuestra afición, con todos nuestros compañeros. En mi caso, este es el último año aquí y me hubiera gustado disfrutarlo con mis compañeros”, subraya.

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La ilusión de un niño

Otra de las conscuencias de la pandemia que ha tenido un gran impacto en su temporada es el aplazamiento de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, que comenzarán el 23 de julio de 2021.

“Yo hubiera preferido a nivel personal poderlos jugar cuanto antes. Cuando tienes una cosa tan grande tan cerquita, la quieres disfrutar cuanto antes. No quieres que se escape por nada del mundo. Este año me sentía muy bien a nivel personal y con opciones reales de ir a los Juegos Olímpicos", confiesa Corrales.

Sin embargo, también asume que esto le dará más fuerzas para afrontar la próxima campaña. "Ahora tener que esperar un año es complicado en ese aspecto, pero también es una motivación extra. Obviamente el año que viene va a ser muy importante para todos, y el hecho de tener unos Juegos Olímpicos nos motiva un montón a todos".

Cuando tienes una cosa tan grande como los Juegos tan cerquita
la quieres disfrutar cuanto antes. No quieres que se escape por nada del mundo

Corrales es internacional con los 'Hispanos', como se conoce al combinado español de balonmano, desde 2014. Suma 72 partidos con la selección y dos Campeonatos de Europa, logrados de manera consecutiva, en 2018 y 2020.

Pero los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 serían su primera experiencia Olímpica.

"Los Juegos Olímpicos es el sueño de cada deportista por poder representar a tu país, poder convivir con tantas estrellas del mundo del deporte… Es un sueño. Yo nunca he estado pero la gente que sí dice que es mejor de lo que han soñado. ¿Cómo voy a estar? Con muchísimas ganas. Por mí que se jugasen mañana. Además son en Tokio, y a mí me encanta Japón. Creo que es un país que lo va a bordar, lo va a hacer de diez, seguro. Estoy con muchísimas ganas, como un niño”.

Un momento dulce

Al margen del plano individual, Corrales reconoce que la postergación de Tokio 2020 al próximo verano no ha favorecido a la selección española.

“Estamos de acuerdo con las medidas que se han tomado. Yo creo que todo el mundo ha sabido diferenciar lo que era importante en ese momento. En eso estamos todos de acuerdo. Ahora, también es cierto que nos ha fastidiado un poco porque era un año que veníamos de quedar Campeones de Europa, con muchísimas esperanzas, con el ánimo y la confianza a tope. Estábamos en un momento muy dulce como selección".

De todos modos, el guardameta espera que la selección española consiga mantener su magia hasta el próximo año. "Intentaremos, como siempre, mantener lo especial que tenemos en la selección. Quizás individualmente no tenemos las mayores estrellas, no somos los mejores jugadores, pero en colectivo jugamos muy bien y espero que en las próximas competiciones no nos resintamos como grupo y podamos hacer un buen papel, tanto en el Mundial de Egipto, como en los Juegos Olímpicos. Después de no haber estado en Río, los Juegos de Tokio los tomamos con mucha ilusión. Y para los veteranos, sabiendo que va a ser su última competición, van a jugar como si tuvieran 20 años. Por eso no estamos preocupados".

Si la unión hace la fuerza de la selección, los 'Hispanos' serán inquebrantables bajo palos. Corrales comparte la portería con Gonzalo Pérez de Vargas, con quien comparte más que la posición: una infancia, una vida.

“A nosotros nos une una cosa que es difícil que se produzca con otras parejas de porteros: una adolescencia conjunta. Nos hemos educado juntos en el colegio, hemos vivido juntos en la misma residencia, después en un piso… Hemos compartido un montón de cosas y al final es evidente que a cada uno nos gusta tener nuestro momento de protagonismo, pero eso no quita que, independientemente del ego que podemos tener cada uno, por Gonzalo siento algo especial, tengo una alegría tremenda cuando a él le salen las cosas bien. Y aparte es un jugador que siempre quiero en mi equipo porque nos va a ayudar a ganar”.

De pequeño hubiera firmado en todos los papeles y
hubiera pagado por poder vivir esta vida todos los días

El niño no lo creería

Aunque le quede un año más de espera, Corrales está a las puertas de vivir unos Juegos Olímpicos, juega en uno de los conjuntos más importantes de Europa, y ha recobrado incluso la ilusión de su niño interior al volver a los entrenamientos.

¿Pero qué le diría ese niño: el Rodrigo de diez años creería la vida que tiene el de 29?

“Muchas veces no me lo creo ni ahora. Obviamente he puesto mucho trabajo en esto, sacrificio y dedicación. Pero al final es un sueño para todo niño poder jugar en equipos tan importantes, representar a la selección española, y ganar. A día de hoy realmente disfruto todo como un niño pequeño. De pequeño hubiera firmado en todos los papeles y hubiera pagado por poder vivir esta vida todos los días. Me siento un privilegiado”.

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