Ailing (Eileen) Gu: "Mi misión es usar el deporte como un motor para la unidad"
La medalla de oro de esta prodigiosa esquiadora de 18 años fue la primera de una mujer china en una prueba de nieve en los Juegos Olímpicos de Invierno. Gu espera que sea un momento positivo para Estados Unidos, y también para el resto del mundo.
"Mi misión es usar el deporte como un motor para la unidad"
Ailing (Eileen) Gu es una fuerza a tener en cuenta. La joven prodigio del esquí de la República Popular China, de 18 años de edad, se alzó el martes con la medalla de oro en la prueba femenina de esquí acrobático big air, pero eso es sólo una parte de su historia en estos Juegos Olímpicos de Invierno Beijing 2022.
Gu representa algo mucho más significativo que el éxito estrictamente deportivo. Su atletismo, su habilidad, su técnica y su valentía para ejecutar un 1620 en su última carrera para conseguir la victoria, deben ser sin duda elogiados, pero el mensaje que lleva consigo (y de nuevo, no se puede remarcar lo suficiente) siendo una joven de 18 años, es notable y oportuno: el deporte puede unir culturas; no dividirlas.
Gu nació en San Francisco, Estados Unidos, pero fue elegida para representar a China, el lugar de nacimiento de su madre, Yan Gu.
"Me siento tan americana como china", dijo a los periodistas tras ganar el oro olímpico en su primera prueba de los Juegos. "He crecido pasando entre el 25 y el 30 por ciento de cada año en China. De hecho, la torre de aquí la puedo ver desde mi casa en Pekín".
Gu anunció su decisión de representar al país anfitrión en 2019.
"La oportunidad de inspirar a millones de jóvenes en el lugar donde nació mi madre, durante los Juegos Olímpicos de Invierno Beijing 2022, es una oportunidad única en la vida para ayudar a promover el deporte que amo. A través del esquí, espero unir a la gente, promover el entendimiento común, crear comunicación y forjar amistades entre naciones. Si puedo ayudar a inspirar a una joven para que rompa una frontera, mis deseos se habrán hecho realidad".
Hablando con The Guardian después de su medalla de oro, ella dijo: "Sé que tengo un buen corazón. Y sé el motivo de las decisiones que tomo. Están basadas en algo que siento que es por un bien mayor".
"No voy a perder mi tiempo tratando de aplacar a gente que no tiene educación y no experimenta la gratitud y el amor que yo tengo a diario".
“Si ellos no creen en mí y si no les gusto a las personas, eso que se pierden: ellos nunca van a ganar unos Juegos", añadió.
No cabe duda de que Gu ya ha cumplido muchos de sus objetivos gracias a su impresionante actuación en la competición femenina de big air. Y aún le quedan muchas más cosas por hacer.
El siguiente punto en su agenda será la clasificación de freeski slopestyle femenino, el domingo 13 de febrero a las 10:00 (hora de Pekín) en Zhangjiakou, y las finales al día siguiente a partir de las 9:30. También participará en la fase de clasificación de halfpipe de esquí femenino, que se celebrará el jueves 17 de febrero a las 9:30, hora de Pekín, y cuyas finales comenzarán al día siguiente a las 9:30.
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Otros atletas rompiendo barreras culturales en Beijing 2022
Samuel Ikpefan, Richardson Viano y Yohan Goutt-Gonçalves están haciendo algo extremadamente importante para la visibilidad del deporte de invierno en Nigeria, Haití y la República Democrática de Timor Oriental, respectivamente. Los dos primeros atletas son los primeros olímpicos de invierno que representan a sus naciones. En toda su historia. Goutt-Gonçalves compitió en Sochi 2014 y en PyeongChang 2018.
Ikpefan renunció a una posible carrera como futbolista para dedicarse al esquí de fondo. Alguien que había practicado el esquí sobre ruedas y sobre patines en pleno verano ha abierto un nuevo camino para que los jóvenes de toda Nigeria puedan soñar.
Viano está haciendo lo mismo por Haití. Adoptado por una familia italiana que vive en Francia, Viano ya tenía esquís en los pies a los tres años.
A los 15 ó 16 años se dio cuenta de que no sería posible representar a Francia en los Juegos Olímpicos de Invierno, y fue entonces cuando se le abrió la puerta para "volver a conectar con mi país de origen", y aquí está en Pekín, llevando la bandera de su país natal ante el mundo.