Cuando el saltador Dick Fosbury cambió su deporte para siempre
La historia de los Juegos Olímpicos está llena de momentos dramáticos, emotivos y bellos que formaron parte de sus finales. Todas las semanas tiene la posibilidad de revivir en vídeo las finales más increíbles. Esta semana, miramos hacia atrás en la competición de salto de altura de México 1968.
Los datos
- Competición de salto de altura masculino, Juegos Olímpicos de México 1968
- Estadio Olímpico Universitario, 19-20 de octubre de 1968
Los antecedentes
No es frecuente que surja una innovación que cambie un deporte para siempre.
Pero eso es exactamente lo que sucedió cuando Dick Fosbury salió a la pista en los Juegos Olímpicos de 1968 en México.
Antes de los Juegos, la técnica dominante de salto de altura era la técnica 'straddle'. Involucraba a un atleta saltando de frente y girando su cuerpo en el aire para superar la barra.
Pero Fosbury, con 193 cm de altura, no había tenido mucho éxito con la técnica del 'straddle'. De hecho, como atleta de la escuela secundaria, no había logrado clasificarse para su equipo local en el evento de salto de altura.
Pero en lugar de darse por vencido, en 1963 el deportista comenzó a trabajar en una nueva técnica de salto que cambiaría la forma en que los atletas abordaban su deporte a partir de ese momento.
Llegó a ser conocida como la 'Fosbury Flop'.
La nueva técnica consistía en correr hacia el listón siguiendo una trayectoria curva, de forma que la aproximación final al listón se hace en dirección transversal a este, para una vez ante el listón saltar de espaldas al mismo y con el brazo más próximo extendido. Esta forma resulta más efectiva desde un punto de vista biomecánico.
Una vez clasificado para los Juegos Olímpicos de México 1968, el desconocido Fosbury pronto tendría la oportunidad de presentar su nueva técnica poco ortodoxa al mundo.
El momento clave
Cuando comenzó la competición Olímpica de salto de altura, Fosbury no estaba entre los favoritos para la medalla de oro. Iba a competir contra lo que Track and Field News describió como "el grupo más duro jamás reunido para luchar por el título Olímpico".
Sin inmutarse, Fosbury comenzó a hacer lo que mejor sabía hacer, superando cada salto al primer intento.
Para cuando la barra se elevó a 2,18 m, solo quedaban cinco atletas en la competición. Fosbury superó el listón en su primer intento.
Tres saltadores permanecieron a 2,20 m (Fosbury, Ed Caruthers de los Estados Unidos y Valentin Gavrilov de la URSS), y los tres alcanzaron la altura a la primera ocasión.
En este punto, Fosbury tenía garantizada una medalla. ¿Pero de qué color sería?
A 2,22 m, Gavrilov salió de la competición y no logró alcanzar la altura después de tres intentos. Una vez más, Fosbury lo hizo a la primera.
Finalmente, con solo Fosbury y Caruthers en la competición, el listón se elevó a 2,24 m, la altura del récord Olímpico.
En su tercer intento, Fosbury arqueó la espalda y volcó las piernas sobre la barra para asegurar la medalla de oro Olímpica.
Se había hecho historia, y con ella, el libro de reglas de salto de altura se había reescrito por completo.
El resultado
Pocas personas en la historia han tenido el impacto en un deporte que Fosbury tuvo en México.
En los Juegos Olímpicos de 1972 en Múnich, una competición para la que Fosbury no pudo clasificarse, 28 de los 40 competidores de salto de altura habían adoptado el Fosbury Flop, y la última vez que se vio la técnica 'straddle' en un Juegos Olímpicos fue en Seúl 1988.
Con el triunfo Olímpico en México como su mayor logro, Fosbury desapareció del mundo del atletismo, pero no sin dejar una marca indeleble en el deporte. En 1993 fue elegido miembro del Salón de la Fama Olímpica de Estados Unidos.
El mismo Fosbury dijo lo siguiente sobre la técnica que revolucionó el deporte del salto de altura:
"Creo que el 'flop' fue un estilo natural y fui el primero en encontrarlo".
Y con Tokio 2020 a solo un año de distancia, la competición de salto de altura seguramente estará dominada por atletas que practican una técnica que lleva el nombre de Fosbury.